Picassos de familia y un postrero Van Gogh

Un año después de que se midieran en subasta dos de los pesos pesados del mercado del arte, Picasso y Van Gogh se verán de nuevo las caras la próxima semana en Nueva York. En aquella ocasión salían a la venta dos piezas maestras de ambos artistas: «Le Repos», de Picasso, y «La arlesiana. Madame Ginoux», de Van Gogh. Mientras Picasso doblaba las estimaciones previas con su retrato de Olga Khokhlova -el galerista norteamericano Larry Gagosian lo adquirió por 27,5 millones de euros-, el cuadro del holandés se remató en 32 millones de euros, poco más del precio de salida.

Manhattan será el escenario de un segundo asalto al mercado, que sigue liderado por Gustav Klimt, si no tenemos en cuenta las ventas privadas de obras de Pollock y De Kooning. Recordemos que el mercado se rompió con la irrupción de grandes magnates, quienes pugnaban por ver quién aparecía en el primer puesto del ránking de la obra más cara de la Historia. Las citas serán los próximos días 6 (Christie´s) y 7 (Sotheby´s) en la Gran Manzana. De nuevo Picasso y Van Gogh centran todas las miradas. El primero cuenta con importantes obras en ambas citas. Christie´s ofrece el martes entre sus lotes varias pinturas de Picasso. La más importante, un retrato que hizo de su última mujer, Jacqueline Roque: «Femme accroupie au costume turc (Jacqueline)», pintado en un solo día, el 26 de noviembre de 1955. La modelo aparece como una odalisca, en homenaje a Matisse, que había muerto un año antes. Aunque ya había abordado esta temática en lienzos anteriores, como en su serie «Las mujeres de Alger», fue ésta la última vez que lo hizo.

El miércoles será Sotheby´s la que saque a subasta dos importantes obras del maestro malagueño: una pintura y una escultura, ambas procedentes de la colección de la familia Picasso, que nunca habían salido a subasta. «Tête de femme (Dora Maar)» es un busto de bronce de 80 centímetros, realizado en 1941, cuyo precio estimado oscila entre 20 y 30 millones de dólares. Está considerada una de sus mejores esculturas. La pieza perteneció a Marina Picasso, nieta del artista. Por su parte, «La Lampe» es un lienzo pintado durante el verano de 1931 en el que Picasso retrató a otra de sus mujeres, Marie-Thér_se Walter, con la que tuvo una hija, Maya. El cuadro podría superar los 35 millones de dólares. «Marie-Thér_se Walter y Dora Maar son las dos mujeres que más inspiraron a Picasso y reinaron en su vida», manifiesta Emmanuel Di-Donna, director de la subasta. En su opinión, la pintura es «una vibrante y colorista oda al clasicismo», mientras que la escultura es «un retrato deferente e idealista sin la abstracción que caracterizó sus posteriores descripciones de ella como una mujer lacrimosa». Es de esperar que tanto la obra que sale a subasta en Christie´s como las dos de Sotheby´s obtengan altas cotizaciones, aunque no se prevé que superen las conseguidas por obras de sus épocas rosa y azul, las preferidas por los coleccionistas.

Una ocasión excepcional

En cuanto a Vincent van Gogh, Sotheby´s pone a la venta un lienzo excepcional: «Campo de trig (50 por 65 centímetros), una de las últimas obras que pintó en su vida, días antes de que se pegara un tiro, precisamente en un campo de trigo de Auvers-sur-Oise. Este cuadro, pintado en julio de 1890, formó parte de la exposición «Van Gogh. Los últimos paisajes», que pudo verse en el Museo Thyssen del 20 de mayo al 29 de julio de este año y cuyo comisario fue Guillermo Solana, conservador jefe del museo. Aunque parte con un precio estimado de entre 28 y 35 millones de dólares, se prevé que esa cifra se dispare considerablemente. Según un portavoz de Sotheby´s, «es una obra de arte excepcional, que pintó Van Gogh en sus últimas semanas de vida, por lo que el precio que se termine pagando por ella será fruto de la pasión. Es quizá la última ocasión de adquirir un paisaje de Van Gogh de esa calidad».

Théo, el hermano de Vincent Van Gogh y marchante de arte, al que escribió unas inolvidables cartas, estaba muy apegado a este cuadro. Nunca se separó de él, pero su viuda, Johanna, lo vendió en 1907 al coleccionista John Cassirer. Aunque había cambiado de manos en algunas ocasiones, nunca salió a subasta. David Norman, vicepresidente ejecutivo de Sotheby´s, recuerda que la pintura estuvo desde 2001 hasta 2007 expuesta en el Museo Van Gogh de Amsterdam, uno de los santuarios del pintor holandés.

No hay acuerdo entre los especialistas sobre cuál fue el último cuadro que pintó Van Gogh. Tradicionalmente, se estableció que fue «Cuervos sobre un campo de trigo». Otros, como Walter Feichenfeldt, coleccionista suizo y experto en el artistas, cree que pudo ser éste que ahora sale a subasta. Guillermo Solana, en cambio, piensa que podría tratarse de «El jardín de Daubigny». No en vano, Vincent le habla de este cuadro a su hermano en una carta fechada el 23 de julio de 1890, sólo cuatro días antes de pegarse un tiro.

Los campos de trigo de Auvers-sur-Oise sedujeron a Van Gogh desde que llegó a esta localidad, situada a 30 kilómetros de París. Así lo explicaba a su hermano Théo en una carta: «Hay vastos campos de trigo bajo un cielo agitado, y no he tenido que esforzarme mucho en expresar la tristeza y la extrema soledad. Confío en que puedas verlos pronto, porque pienso llevarlos a París cuanto antes, ya que creo que esos lienzos te dirán lo que yo no puedo expresar con palabras: la salud y la fuerza regeneradora que veo en el campo».

Pero quizá la obra que alcance mayor cotización no sea de Picasso ni de Van Gogh, sino de Gauguin. Su obra «The poipoi» (1892) saldrá a la venta en Sotheby´s con un precio estimado de entre 40 y 60 millones de dólares. Según David Norman, podría suponer «un nuevo récord para el artista».

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