El Casón del Buen Retiro y Luca Giordano

Tras 10 años con las puertas a cal y canto, el Casón del Buen Retiro se presenta en sociedad. Del 21 de febrero y hasta el 4 de mayo de 2008, los visitantes podrán descubrir sus secretos y los de Luca Giordano, el pintor responsable de los frescos de su cúpula. Después se volverá a cerrar unos meses para convertirse, ya definitivamente, en el Centro de Estudios del Prado.

La cupula pintada por Luca Giordano en el Casón del Buen Retiro

El que fuera primer cobijo de 'El Guernica' tras su viaje desde Nueva York se ha acicalado con mimo durante una década y ha dejado que su maestro, el artista que en España se conoció como Lucas Jordán, se luzca como hacía tres siglos que no aparecía. La obra magna del napolitano (1634-1705) se muestra como el artista la concibió. Y la empresa no ha sido nada fácil. "La recuperación de esta bóveda ha sido casi milagrosa porque en el pasado se ha hecho de todo para ocultarla". Quien habla es Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación del Prado e italiano como el homenajeado. Finaldi describe a Giordano como a "un virtuoso en un siglo de virtuosos. Era capaz de pintar de memoria, como hizo con el retrato de Carlos II -el cual realizó para su propia esposa cuando ésta aún vivía en Nápoles y él vivía en Madrid-; imitaba como nadie el estilo de cualquier artista y todo ello lo hacía a más velocidad que ningún otro. De hecho, se le conocía como Luca fa presto, algo así como Luca el rápido, el que trabaja sin juicio y con prisas". ¿Esto era bueno o malo?. Finaldi expica que en esos años, hacerlo bien, a la manera de y pronto, era lo más valorado. "Pero no sólo se inspiraba en el estilo de otros creadores, era un artista de un talento único". "Es un artista desconocido y por descubrir", añade Finaldi.

Para dar una oportunidad a los aficionados de hoy y, por qué no, limpiar su memoria, el museo ha preparado una exposición monográfica, patrocinada por la Fundación de Amigos del Museo del Prado, que incluye la exhibición del gran fresco, titulado 'Apoteosis de la Monarquía Española' (1697).

El director del Prado, Miguel Zugaza, ha descrito la reforma como "compleja y ambiciosa" y capaz de "restituir la importancia de la obra 'giordanesca', desenmarcándola de las desafortunadas intervenciones que había sufrido". Zugaza, que ha celebrado la apertura del Casón, destaca que coincide con las ampliaciones de los tres grandes museos del Paseo del Arte concluidas y con la inauguración de la nueva plataforma cultural, CaixaForum. Ha explicado que la exposición es el plato fuerte de unas jornadas de puertas abiertas destinadas a dar a conocer los trabajos realizados en el Casón. Añadió también que "es el último capítulo de una larga investigación que comenzó en 2001 dirigida por el historiador y conservador Andrés Úbeda. Ese trabajo se ha centrado por una parte en la propia historia de la bóveda y su significado y, por otra, se ha analizado el uso del fresco que hacia Luca Giordano". "Hace 10 años yo trabajaba en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y vine a Madrid por un 'caravaggio' que se había descubierto. Andres Úbeda [actual jefe de Conservación de Pintura Italiana y Francesa del Prado] me llamó para que viera el estado de la bóveda del Casón. Andrés está ligado a este enorme proyecto desde entonces".

Detalle de 'Apoteosis de la Monarquía Española', de Luca Giordano.

La leyenda negra del artista


La buena reputación y la enorme fortuna que amasó en vida se perdieron al poco de su muerte. El pintor barroco pasó 10 años —como el tiempo transcurrido en la restauración del Casón— en la corte española (desde 1692 y hasta 1702) y lo cierto es que la época que le tocó vivir, el final de la dinastía de los Austrias, no le ayudó para que su nombre pasara a la posteridad. "La capacidad para trabajar deprisa sólo demuestran su inmenso talento, no la vacuidad de la que le han acusado", advierte Gabriele Finaldi. Su camaleónico pincel, imitaba a cualquier artista que se propusiera y se despojaba de su estilo sin que le temblara el pulso, son otra prueba de su valor: "Se hizo a sí mismo y se labró su propia fama".

Hijo de un modesto artista, Luca Giordano se formó a la sombra de Ribera y, antes de conseguir su gran sueño de viajar a España, se labró sus primeros éxitos en ciudades como Venecia y Florencia, donde trabajó en los frescos de los techos del Palacio Medici-Ricardi. Para conseguir el pasaje a Madrid, el pintor se marchó a vivir al barrio de los españoles en Nápoles y comenzó a relacionarse con el entorno del virrey. Pasar del regente al soberano, en aquel momento Carlos II, el famoso 'Hechizado', no le costó demasiado esfuerzo.

Ya en la capital, le fueron encargadas las escaleras y las bóvedas de la Basílica de El Escorial (1692-1694), el despacho y dormitorio del rey en el Palacio de Aranjuez, ambas estancias destruidas, y, en 1697, el Casón.

Alegoría de la Monarquía Española

Giordano la pintó para sustituir al antiguo salón de Reinos que formaba parte del mencionado Palacio real del Retiro e iba a servir para las audiencias reales con los embajadores extranjeros. Se quería impresionar pero tampoco apabullar. Los tiempos de Carlos I, Felipe II, Felipe III y Felipe IV habían pasado. La decadencia de la dinastía Hasburgo era un hecho. Para ello se recurrió a una alegoría de la monarquía española, un relato que mezcla leyenda con la conquista de los Reyes Católicos de Granada.

La narración, según detalla Andrés Úbeda, comisario de la muestra que acompaña las jornadas de puertas abiertas, comienza en el lado este, donde se intuye que entraban los representantes de otros países a los que iba destinado el mensaje. En la base y en la parte central, Hércules entrega el vellocino de oro a Felipe Bueno, fundador de la orden del Toisón de Oro. Al lado opuesto, una matrona sobre la esfera terráquea representa a la Monarquía española. Las batallas de entonces, la mayoría de las cuales se contaban por derrotas, mejor olvidarlas.

Detalle de la bóveda con el Furor y la Herejía, de Luca Giordano

La exposición se divide en siete salas y excepto una dedicada a la historia y la restauración el edificio, el resto recorre las facetas del artista: su época italiana, su década en España y sus trabajos 'alla maniera di', la forma italiana de nombrar la habilidad para imitar a otros artistas. Giordano utilizó este don para aumentar su prestigio y para mostrar que su maestría era capaz de engañar a los más avezados. En algunas ocasiones, incluso, falsificó la firma de Rafael y ocultó la suya para demostrar su autoría.

El resultado se puede seguir a través de las 75 piezas (dibujos, planos, acuarelas, óleos, estampas) ilustrativas del trabajo realizado en el Casón. Contemplando esas piezas, se puede conocer la historia, significado, técnicas de trabajo usadas por el artista y los sucesivos trabajos de restauración ejecutados en la bóveda. Se incluyen también estudios de otras importantes murales realizados por Giordano en España: escaleras y bóvedas de la basílica de El Escorial; el despacho y dormitorio del rey en el palacio de Aranjuez, la sacristía de la catedral de Toledo, la Real capilla de El Alcázar y San Antonio de los Portugueses.

Asimismo se ha editado un libro, 'Luca Giordano y el Casón del Buen Retiro', firmado por Andrés Úbeda; éste ha hablado de las 80 obras que conforman la colección que el Prado posee de este artista. "Su obra es soberbia y singular. En vida se le admiró por imitar de manera impecable a los otros y por hacerlo de manera veloz. Nosotros podemos ver en su obra un completo laboratorio artístico. Eliminar esos prejuicios es uno de los objetivos de este proyecto. Era un artista extraordinariamente inteligente que se labró su fama a pulso".

Además de la bóveda del Casón, la pieza fundamental de la exposición es el óleo titulado Rubens pintando la alegoría de la paz, que está situado en el mismo lugar que lo estuvo el mural Guernica de Picasso cuando llegó a Madrid procedente del MOMA de Nueva York.

'Luca Giordano y el Casón del Buen Retiro'. Jornadas de Puertas Abiertas. Del 21 de febrero al 4 de mayo. Horario: de miércoles a domingo, de 12 a 20 horas. Cerrado lunes y martes (incluso festivos). Información: 902 107 077. Entrada gratuita. El acceso se efectuará por la calle Alfonso XII, 28. El acceso para personas con movilidad reducida se efectuará por la calle Felipe IV.

Detalle de la Bóveda con la Edad de Oro y Eolo. Pintura al fresco. Hacia 1697

Detalle de la Bóveda con España y los territorios sometidos a su dominio. Pintura al fresco. Hacia 1697.

Detalle de la Bóveda con el Triunfo de Cibeles. Pintura al fresco. Hacia 1697.

Detalle de la Bóveda con el Escudo de la Monarquía española y la Bóveda Celeste. Pintura al fresco. Hacia 1697.

Virginia Hernandez (Madrid), El Casón del Buen Retiro descubre a Giordano,
El Mundo, 20 de febrero de 2008
Ángeles Garcia (Madrid), El Prado descubre la bóveda de Luca Giordano,
l País, 20 de febrero de 2008