La primavera resucita los nenúfares de Monet al natural

La Fundación Claude Monet abre la casa y los jardines de nenúfares en los que el padre del impresionismo pasó la mitad de su vida, y que plasmó en muchos de sus cuadros en su empeño por captar la luz y el entorno en su estado natural.

'El estanque de los nenúfares', de Claude Monet.

En la localidad normanda de Giverny, en las proximidades de París, se podrán contemplar durante los próximos siete meses los famosos jardines, que serán protagonistas de la primera exposición del Museo de los Impresionistas (antiguo Museo del Arte Americano), que reabrirá sus puertas el próximo mes tras tres años cerrado. Los jardines, diseñados por el propio artista, responden a una clara vocación paisajística del pintor y destilan una fuerte inspiración japonesa, como muestra el puente sobre el estanque de nenúfares, representado en varias telas, así como plantas de bambú y almendros en flor.

Esta fuerte influencia oriental se debe al gran interés que las estampas japonesas tuvieron para los impresionistas, lo que se pone de manifiesto en el gran número de estas obras que cuelgan de las paredes de la casa. Desde 1870, el pintor adquirió hasta 211 estampas japonesas, algunas de ellas de Utamaro, de Hokusai y de Hiroshige, que ahora forman parte de la vasta colección que se puede ver en su casa de Giverny.

El jardín se extiende a lo largo de dos hectáreas, divididas por una carretera, y fue, durante 43 años, una de las obras que Monet mostraba con más orgullo a sus amigos. A una hora de París en tren, la casa de Giverny recibió a artistas de la talla de los pintores Camille Pissarro y Auguste Renoir, el escultor August Rodin, el escritor Octave Mirbeau o el político Georges Clemenceau. Gran gestor de todo cuanto pasaba en la casa, Monet supervisaba diariamente el trabajo de los jardineros que, entre sus cometidos, tenían el de limpiar cada día todos los nenúfares del estanque que inmortalizó en la obra 'Nympheas'. Y tenían que hacerlo antes de que se despertara el pintor.

El cuidado del complejo

En la actualidad más de una decena de profesionales cuidan el jardín que diseñó el artista, junto a un invernadero en el que se reproducen las plantas que escogió Monet para su floresta. Así, el artista se decantó por parterres monocromos, para "dibujar" en la naturaleza con flores de otros colores y elaborar "cuadros" naturales. La casa, en la que vivió con su segunda esposa Alice y su nueva familia, con ocho hijos (dos de su primera mujer Camille, y seis de su cónyuge), preside el enclave, que gestiona la Fundación Monet desde 1966, cuando el heredero del pintor, Michel Monet, la legó a la Academia francesa de Bellas Artes.

Conservado tal y como lo dejó el autor de 'Impresión, sol naciente', se tuvo que hacer un gran esfuerzo de renovación tanto del jardín como de la casa para que, a partir de su inauguración en 1980, los visitantes pudieran observar cómo era el taller, el dormitorio o el comedor. Sin embargo, la casa no tiene en sus paredes ningún lienzo del padre del impresionismo que, en su mayoría se encuentran en el Museo Marmottan. Eso se debe a que, de haber cuadros, habría que "aumentar la seguridad" del complejo museístico de este pueblo normando de 520 habitantes, señaló el presidente de la Fundación Monet y académico, Hugues R. Gall.

Efe, Giberny (Francia): La primavera resucita los nenúfares de Monet al natural, El Mundo, 1 de abril de 2009