La triple estrella de 'Saturno devorando a sus hijos'

El terrible Saturno, para evitar que se cumpliera la profecía según la cual sería derrocado por uno de sus hijos, devoraba a todos los que nacían de su unión con Rea. Sin embargo, ésta logró dar a luz en secreto a Júpiter quien más tarde consiguió derrotar a su padre en una larga contienda, sucediéndole en el reino y convirtiéndose en señor de todos los dioses.

Saturno devorando a uno de sus hijos, de Rubens, se expone en el Museo del Prado (Madrid)

En este cuadro desgarrador y violento, Pieter Paul Rubens (1577-1640) representa al dios viejo y canoso devorando a uno de sus hijos. En su origen Saturno era una divinidad relacionada con la agricultura. Posteriormente se convirtió también en dios del tiempo y la imagen de Saturno devorador de los hijos se asimila tanto con la historia mitológica como con la imagen del tiempo que lo devora todo.

Llama la atención la estrella triple en la parte superior del cuadro. Representa el planeta Saturno como un astro triple, tal y como lo había observado Galileo Galilei en 1610, veintiséis años antes de que Rubens comenzara a pintar este cuadro. En aquella época, Saturno era el planeta más distante conocido. Galileo fue el primero en observarlo a través de un telescopio y le sorprendió darse cuenta de que era un objeto triple. Así lo describía en una carta enviada el 12 de febrero de 1611 a su amigo Paolo Sarpi: "Saturno, que no es en absoluto una estrella, como los otros planetas, sino que son tres reunidas juntas en una línea recta paralela a la equinoccial. Se representan así oOo, es decir, la de enmedio alrededor de cuatro veces mayor que las laterales, que son iguales entre sí. En siete meses que las he observado no han realizado mutación alguna; son pues, absolutamente inmóviles entre sí".

El misterio de los anillos

Aunque algunos de los dibujos que realizó Galileo sugieren la presencia de un anillo que rodea al planeta, el misterio del extraño aspecto de Saturno no se resolvería hasta casi medio siglo después. En 1659 el astrónomo holandés Christiaan Huygens, basándose en observaciones realizadas con un telescopio más potente, propuso que Saturno está rodeado por un anillo delgado. En 1675 el también astrónomo Gian Domenico Cassini descubrió que se trataba de un sistema de anillos.

Los anillos de Saturno han sido objeto de numerosos estudios desde entonces. Hace menos de un mes el Jet Propulsion Laboratory de la NASA anunciaba un descubrimiento sorprendente: Saturno está rodeado por un anillo de dimensiones enormes y de características muy diferentes a los anillos que Galileo vio por primera vez hace cuatro siglos. Se extiende entre una distancia de seis millones hasta doce millones de kilómetros desde el planeta y tiene un grosor igual a veinte veces el diámetro del mismo. Está formado por partículas de hielo y polvo.

Montserrat Villar es investigadora del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía y coordinadora del Año Internacional de la Astronomía en España (EL PAÍS, 23 de octubre de 2009)