Zarpazos políticos de una leyenda pop

Shock and Awe (Impacto e Intimidación) presenta a un Tony Blair transmutado en cowboy que se aferra a sus pistolas, ante un paisaje de hecatombe. La manipulación de las imágenes que vomitan constantemente las tecnologías de la comunicación, una constante en la obra de Richard Hamilton, se sirve en este caso del collage y el óleo para escenificar la doctrina militar sobre un uso aplastante de la fuerza aplicada en Irak. El sesgo más político del polifacético y veterano artista (Londres, 1922), pionero del pop art en el Reino Unido, es objeto de una retrospectiva en Londres que recorre casi cinco décadas de pinturas, grabados e instalaciones sobre guerras, conflictos, protestas o asuntos internacionales. Y principalmente sobre su representación en los medios que dominan la cultura de masas.

En Shock and Awe, Hamilton retrata a Tony Blair como un vaquero en medio un paisaje de hecatombe.

El trabajo de Hamilton se interroga constantemente sobre esas representaciones de la realidad que nos rodea, y las reinventa combinando estilos, géneros y formatos, desde la pintura hasta la tipografía, el diseño industrial o las herramientas tecnológicas. Escruta los acontecimientos e incluso los anticipa. Ese Blair que para él encarna la nefasta evolución del laborismo británico tiene su precursor en el retrato que ejecutó en 1964 de otro de sus líderes, Hugh Gaitskell, como el Famoso monstruo de Filmland (1964), un rostro que se metamorfosea hasta lo grotesco y con el que arranca la muestra en la Serpentine Gallery (hasta el 25 de abril).

La frialdad de una campa hospitalaria, sobre la que pende una televisión con el gesto intimidatorio de Margaret Thatcher, contrasta con las escenas de la huelga de hambre de los presos republicanos irlandeses al estilo de los santos de las pinturas renacentistas. La recreación de las imágenes de Bobby Sands cual mártir, de las marchas orgullosas de los orangistas, del soldado que patrulla por las calles de Irlanda del Norte suponían una bofetada para el establishment británico de los ochenta, en pleno fragor de los troubles, que marginó a Hamilton.

Son sólo dos ejemplos de que, ya casi nonagenario, el artista retiene esa radicalidad en el más reciente de sus trabajos: una imagen reciclada de la televisión nos muestra al israelí Mordechai Vanunu, el técnico nuclear que reveló los secretos del programa atómico israelí, desapareciendo en la parte trasera de un vehículo policial. Fue acusado de traición, capturado y encarcelado durante 18 años. A su lado, dos mapas trazan la geografía política de Israel, tras la partición de 1947 y en la actualidad. El tremendo impacto de la ocupación convierte los territorios palestinos en pequeñas e inconexas manchas rojas, reflejo de la inviabilidad de conseguir su propio Estado.

Si bien algún crítico ha considerado algunos de estos trabajos magníficos ejemplos de photoshopping, aunque piezas de arte facilonas, el grueso ha celebrado la primera gran exposición que Londres dedica a Hamilton desde 1992 como una reivindicación de su figura. El artista que reconoce en Marcel Duchamp su principal influencia, jugó en los cincuenta un papel esencial en el movimiento de vanguardia Independent Group, un grupo de artistas, diseñadores, arquitectos y teóricos que anticiparon el enfoque hacia el arte conceptual. "En aquellos años atisbamos que el cine, la televisión, las revistas, los diarios, procuraban al artista un paisaje total", recuerda Hamilton, quien ya exploraba el pop art una década antes de que Andy Warhol comenzara a producir en masa su versión americana. Multitud de elementos de la cultura de masas -un televisor, el logotipo de Ford, una aspiradora, un cartel cinematográfico- conformaban el collage Just what is it That makes today's homes so different, so appealing? que, tras su exhibición en 1956, se convertía en un manifiesto del movimiento en el Reino Unido.

El arte de Hamilton es una búsqueda por capturar el poder de la imagen que, con frecuencia, se replica en múltiples variaciones. La Serpentine expone su serie más famosa, Swingeing London (1967), que extrajo de una foto periodística de Mick Jagger y el galerista Robert Fraser esposados en un furgón, tras una redada antidroga. En aquel 1967, todo un anticipo de la tremenda carga visual a la que acabarían sometiéndonos los medios.

De los 'collages' a Ferran Adrià

  • Nace en Londres en 1922 y trabaja como delineante de 1941 a 1945.
  • En 1952, participa en la fundación del movimiento británico de vanguardia Independent Group.
  • En 1956, presenta en la exposición This is tomorrow su collage Just what is it that makes today's homes so different, so appealing?, obra primigenia y manifiesto del pop art británico.
  • A finales de los cincuenta, traslada su segunda residencia a Cadaqués, para seguir los pasos de su maestro inspirador, Marcel Duchamp.
  • En 2009, edita con Ferran Adrià Comer para pensar. Pensar para comer. Un libro sobre el trabajo del cocinero de elBulli.

Patricia, Tubella, Londres: Zarpazos políticos de una leyenda pop, EL PAÍS, 12 de marzo de 2010