La Casa de las Pavas (en Córdoba) exhibe su pasado

Bajo la piscina Los arqueólogos, con la viga junto a la canalización y con el aljibe al fondo. Foto:SANCHEZ MORENO El hotel de cinco estrellas, ubicado en la Casa de las Pavas (denominado Las Casas de la Judería), muestra ya toda la riqueza patrimonial hallada en su interior, testimonio de los avatares de los siglos XV, XVI y XVII. El equipo que ha estado trabajando durante más de un año en la restauración de los restos arqueológicos encontrados, dirigido por la arqueóloga Fátima Castillo, ha terminado su labor, con lo que el pasado ha quedado ya totalmente integrado en el inmueble, pudiéndose observar ahora la interacción del tiempo. La mayoría de los vestigios, cuyo descubrimiento adelantó este diario el verano pasado, han sido conservados en el lugar en el que fueron hallados --in situ -- y otros se han reubicado --in loco --.

Entre los restos puestos en valor en el edificio de la calle Tomás Conde, la responsable de Arqueoqurtuba, Fátima Castillo, destaca los silos del siglo XVII, "que fueron construidos con ladrillo y mortero de cal" y que, probablemente, servían para almacenar grano. Son estructuras de enormes dimensiones, ya que miden más de tres metros de altura, por lo que no pasan desapercibidas. Estos restos han quedado integrados in situ en la planta sótano del hotel y se pueden apreciar desde un pozo de uno de los patios.

Pero todo no queda ahí. Bajo la piscina del hotel, hay un acceso por medio de unas escaleras donde se encuentran los restos de un aljibe de gran tamaño del siglo XVI, que comparte espacio con una canalización hidráulica del siglo XV, una gran tinaja del XVII, y la solería y un muro provenientes del siglo XVI. Según Fátima Castillo, el aljibe "es de calcarenita y la bóveda, a cuatro aguas, de ladrillo con mortero de cal". Mide 5,05 metros por 3,80 y tiene una altura de 4,80 metros. Dentro puede albergar unos 92 metros cúbicos. La arqueóloga asegura que se encuentra "muy bien conservado tanto en su interior como en el exterior".

Un ejemplo Parte de los restos. Foto:SANCHEZ MORENO En cuanto a la solería del siglo XVI, los arqueólogos de Arqueoqurtuba han tenido que desmontarla en parte para poder ejecutar la obra de rehabilitación del hotel, aunque después ha regresado a su lugar. Según Castillo, la "fábrica de ladrillos que la forman es exquisita, con dos tonos de color rojo y amarillo, con olambrillas en verde, blanco y ocre".

Por otro lado, la canalización del siglo XV, que tuvo que ser desmontada, también ha sido restaurada por los arqueólogos y colocada en otro lugar distinto a donde se encontró. La responsable de la excavación asegura que se encuentra "soportada sobre una base de sillarejo y cuyo atanor, una pieza cilíndrica perfecta, es de cerámica y se conserva muy bien". A este espacio también se ha incorporado "una preciosa viga de madera tallada con motivos vegetales de época islámica", que ha sido otra de las sorpresas que deparaba la Casa de las Pavas. La viga ha sido restaurada.

Pero quedan más tesoros además de este, como "las pinturas de estilo mudéjar con tonos oscuros, ocres, verde y blanco formando motivos geométricos", que están en uno de los arcos del patio mudéjar. Allí se pueden contemplar también los pilares mudéjares de ladrillo con forma ochavada. A la vista de todos estos hallazgos, el hotel es, según Fátima Castillo, "un gran ejemplo a seguir por la cantidad de restos integrados y puestos en valor" y por su "originalidad".

La Casa de las Pavas tiene su origen en 1597, cuando el canónigo Juan Singler la construyó. Entonces, habilitó dos plantas en torno a uno o varios patios con grandes dependencias. Durante la segunda República fue una casa de vecinos, que realizaron grandes reformas. Hoy día es propiedad del Duque de Segorbe y forma parte de la cadena Hoteles, Casas y Palacios.

Isabel Leña: La Casa de las Pavas exhibe su pasado, Diario Córdoba, 7 de junio de 2010