Tres días de fiesta para reivindicar el poder del arte

Las galerías de Madrid, junto a las de Barcelona, inaugurarán de forma conjunta su programación el próximo día 16 con actos hasta el 18. Es su manera de reivindicar el papel de su labor

Humberto Rivas protaginza la exposición de Michel Soskine

Lo que tenía que haber sido un simple acto en el que se presentara la programación expositiva con la que la semana que viene las galerías madrileñas arrancan la temporada se ha convertido en un ámbito para el debate en el que Artemadrid, la asociación que las aglutina y representa, demostraba su unidad, aprovechaba para desgranar las virtudes de sus integrantes y reclamaba una vez más su estatus de industria cultural desprotegida por las administraciones. El auditorio le era propicio: En la sala del nuevo ayuntamiento madrileño en Cibeles, en la que tenía lugar la reunión, había entre el público, y dispuestos a escuchar, representantes tanto del Consistorio –de hecho, el alcalde Alberto Ruiz Gallardón ha ejercido de anfitrión–, la Comunidad de Madrid (de la mano de Isabel Rosell, Directora General de Archivos, Museos y Bibliotecas, que venía acompañada de Carlos Urroz, director de ARCO, que ha preferido quedarse en un segundo plano) y el Ministerio de Cultura (con Begoña Torres, subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes).

En calidad de presidente de Artemadrid, Guillermo de Osma, describió a las galerías como «establecimientos culturales» (así las define la ley) que generan patrimonio y que de forma gratuita acercan el arte a los ciudadanos, pero también como un comercio de cuyo trabajo se nutren muchos agentes sociales: «Tenemos algo de Quijotes –exponía De Osma–. Somos laboratorios de vanguardia. Si vender arte en época de bonanza es casi un milagro, en época de crisis, el compromiso de las instituciones públicas debe ser aún mayor. Los nuestros son negocios frágiles y caros de mantener, pero nuestra labor es rentable para la ciudad y tambien para el país: apoyamos a los artistas, generamos trabajo en otros ámbitos ligados al arte, regeneramos el paisaje urbano, participamos en la cohesión social y fomentamos la identidad común».

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«Sí a a las ayudas, no a los subsidios»

Tanto altruismo, sin embargo, tiene sus contrapartidas. «No somos fundaciones –explicaba De Osma– por lo que necesitamos ayudas de la administración pública, no subsidios». A partir de aquí, el representante de las galerías apuntalaba su pliego de descargos: Recordaba su antigua reclamación de un IVA cultural para el arte («Una solicitud al Ministerio de Cultura que va por buen camino», reconocía); y exigía a los representantes políticos y de las instituciones artísticas mayor implicación con su proyecto: «Hay que apoyar las compras en las galerías nacionales y que las gestiones se hagan desde nuestros espacios. Todo lo que se haga redundará siempre en beneficio de la comunidad».

Recogía el testigo el alcalde Ruiz Gallardón, que incidía no sólo en el aspecto intelectual y de creación de patrimonio por parte de artistas y galeristas, sino también en su vertiente más mercantil: «Hay que explicarle a los madrileños que deben invertir en arte. Hacerlo es una acción inteligente. Y ahí es donde hay que reconocer la gran labor de persuasión que realizan las galerías. A nosotras la administraciones no nos queda más que dar un paso atrás humilde y dar las gracias por su trabajo». Gallardón reconoció el entramado y tejido fértil que crean las galerías, y al que no pueden llegar las administraciones:«Nuestro papel debe ser el de ayudar sin constituirnos como una interferencia», agregó, e invitó a los galeristas a acercarse a los políticos, «gestores del bien público», con «exigencia crítica».

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Potencial en tiempos de crisis

Para Gallardón, que las 46 galerías que integran la asociación inauguren a la vez el próximo jueves es un ejercicio que pone de manifiesto «su potencial en tiempos de crisis» («Es un buen ejemplo de imaginación y audacia»). Para Guillermo de Osma, es su manera de demostrar que ellos «también tienen sus obligaciones» y dar a conocer su esfuerzo «de una forma festiva». Por primera vez, los actos de apertura se extenderán hasta el fin de semana, y por quinto año consecutivo, las galerías de Barcelona sincronizarán sus relojes con las de la capital para desvelar sus contenidos: «Le hemos pedido a nuestros compañeros en la Ciudad Condal que hagan las mismas reclamaciones a sus representantes públicos en su presentación a la prensa el próximo martes que nosotros hemos hecho hoy a los nuestros», añadía.

El programa de apertura ArteMadrid se iniciará el jueves 16 de septiembre con la inauguración conjunta de las 46 galerías integrantes de ArteMadrid desde las 20:00 horas y que se prolongará hasta las diez de la noche. El viernes 17, el foco de atención se trasladará hasta el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde una visita guiada a la muestra Nuevos realismos precederá a una mesa redonda sobre coleccionismo en la que participarán Harald Falckenberg , coleccionista y presidente del Kunstverein, el mayor centro de arte contemporáneo de Alemania; Fernando Meana Green, coleccionista premiado por ARCO en 2007 y el galerista Guillermo Romero Parra como moderador. El sábado por la mañana las galerías ofrecerán desayuno a todos aquellos visitantes que se quieran acercar a visitar sus exposiciones, mientras que por la tarde la celebración culminará en El Prado, donde a partir de las 20.00 horas tendrá lugar una visita privada a la exposición de William Turner , a punto de clausurarse.

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Javier Díaz-Guardiola, Madrid: Tres días de fiesta para reivindicar el poder del arte, ABC, 10 de septiembre de 2010