La «Gioconda» del Prado, estrella invitada en el Louvre

No habrá «duelo» ni «cara a cara» entre la «Gioconda» del Louvre y la «Gioconda» del Prado, que se expondrá como «estrella invitada» en una exposición consagrada a «La Virgen, el Niño y Santa Ana», la última obra maestra de Leonardo da Vinci, cuya restauración se celebra de manera oficial. Henri Loyrette, director del Louvre, estima que la «Gioconda» del Prado es «una copia muy bella». Pero el museo francés estima que no hay razones prácticas, materiales y de muy diversa naturaleza que permitan montar una exposición en forma de «duelo» o «cara a cara», presentando ambas obras en la misma sala «frente a frente».

«La Virgen, el Niño y Santa Ana», de Leonardo, recién restaurada.  AFP

La «Gioconda» del Louvre, una de las grandes joyas del Patrimonio nacional francés, es visitada diariamente por unas 20.000 personas. La «Gioconda» del Prado, «estrella invitada», copia de un discípulo de Leonardo, se presentará en el Salón Napoleón, donde la gran estrella será «La Virgen, el Niño y Santa Ana». A partir del jueves, los turistas interesados en ver y «comparar» ambas obras, la de Leonardo y la de un discípulo, tendrán que sacar dos entradas o una entrada doble, con el fin poder visitar la exposición temporal donde se expone la «Gioconda» del Prado y la colección permanente, donde la «Gioconda» de Leonardo es una estrella universal.

Vincent Dieulevin, comisario de la exposición consagrada a «La Virgen, el Niño y Santa Ana», avanza razones «prácticas» para explicar la «imposibilidad» del duelo de Giocondas: «Hay que ser realistas. La “Gioconda” no puede moverse. De entrada, por razones prácticas, de seguridad. La obra de Leonardo está protegida desde 2005 por un vidrio climatizado, muy grueso; instalada en una sala especial consagrada a esa obra capital, que no es posible transportar. Instalar, a su lado, la copia del Prado parecía un poco fuera de lugar».

Hasta el 25 de junio en el Salón Napoleón

En el Salón Napoleón del Louvre, la «Gioconda» del Prado se presentará junto a otras obras que rinden homenaje y permiten estudiar, desde diversos ángulos, distintas facetas de la obra de Leonardo, y, en particular, la influencia de «La Virgen, el Niño y Santa Ana» a lo largo de toda la historia de la pintura, con homenajes y referencias canónicas de grandes maestros modernos o contemporáneos, como Delacroix, Degas o Max Ernst. La exposición estará abierta al público desde este jueves hasta el 25 de junio.

¿No es posible imaginar un «diálogo» entre la «Gioconda» de Leonardo y la «Gioconda» del Prado?. Dieulevin estima plausible la pregunta, pero poco realista, en este caso: «Sin duda... ambas obras tienen mucho que decirse. La copia de la obra maestra de Leonardo puede aportar muchas cosas. Y, con el tiempo, los especialistas podrán estudiar muchas cosas. A través de la copia del Prado quizá se comprenda mejor el paisaje. Pero, en cualquier caso, en esta ocasión, no podía pensarse en una exposición consagrada a ese posible diálogo. Se trata de presentar facetas de la obra de Leonardo, a través del estudio de “La Virgen, el Niño y Santa Ana”, que es una obra maestra absoluta, no una copia».

«La restauración del siglo»

La dirección y los especialistas del Louvre valoran altamente la «Gioconda» del Prado. Pero, muy diplomáticamente, insisten en su condición de copia de un discípulo más o menos aventajado y feliz, muy lejos del genio absoluto de Leonardo, que el museo francés desea ensalzar a la hora de presentar «La Virgen, el Niño y Santa Ana», que se ha beneficiado de una larga y completa restauración, «la restauración del siglo», repiten una y otra vez los especialistas.

Algunos especialistas no dudan en «minimizar» la importancia artística e histórica de la «Gioconda» del Prado. Es el caso de Jacques Franck, que dirige en la Universidad de Los Ángeles un centro de estudios consagrados a Leonardo. A su modo de ver, comparada con la «Gioconda» genuina, la «Gioconda» del Prado es una obra «menor»: «Leonardo no puso su mano en esa obra, cuya técnica, poco sutil, no tiene nada que ver con el legendario “sfumato” complejo y refinado tan presente e inolvidable en la “Gioconda” genuina».

Juan Pedro Quiñonero, París: La «Gioconda» del Prado, estrella invitada en el Louvre, ABC, 27 de marzo de 2012