Pinceladas de la mujer moderna

Pablo Picasso, Olga Picasso, 1923, Öl auf Leinwand, 130 x 97 cm, Privatsammlung. © Succession Picasso | VG Bild-Kunst, Bonn 2012El café Les Deux Magots no es un bar cualquiera. Hubo un tiempo en el que en este local parisiense se sentaban los filósofos Jean-Paul Sastre y Simone de Beauvoir y era posible encontrarse con Ernest Hemingway. Y hubo una noche en la que una mujer de piel blanca jugaba a pasarse rápidamente un cuchillo entre los dedos sin clavárselo en la mano. Aunque a veces fallaba y le salía alguna gota de sangre. Esa misma noche Pablo Picasso acudió al café y se quedó fascinado con la peculiar performance de esa chica llamada Dora Maar. Lo mismo debió de ocurrirle a ella, ya que finalmente estuvieron juntos durante 10 años y Maar se convirtió en una de las musas del pintor.

Los numerosos retratos que el artista malagueño hizo de su amante protagonizan, entre otras obras, la exposición Mujeres. Pablo Picasso, Max Beckmann, Willem De Kooning que la Pinakothek der Moderne de Múnich, en Alemania, acoge hasta el próximo 15 de julio. Con unas 90 obras maestras de los tres creadores, la muestra busca explicar a golpe de imagen cómo, pese al espectro de virilidad (cuando no machismo) que siempre ha acompañado la vida privada de los tres artistas, al coger el pincel su idea de la mujer cambiaba.

“Retratan féminas libres y emancipadas”, asegura un comunicado del museo alemán. Según la tesis del centro, Picasso, Beckmann y De Kooning redefinieron la manera de pintar a la mujer tirando de valor y de modernidad. “No es solo el objeto sobre el que se proyectan las fantasías masculinas, sino un catalizador para rexaminar su propia biografía, como para Picasso, o una fuerza independiente en la que culminan las posibilidades expresivas del trabajo artístico, en el caso de De Kooning”, defiende el mismo documento.

Para respaldar su postura, la Pinakothek der Moderne luce algunas de las piezas más famosas de los tres creadores. Como Mujeres, una serie de retratos que De Kooning realizó a principios de los cincuenta y que llenó de carga erótica y agresividad. “¿Qué por qué quise retratar a una mujer? Supongo que por qué yo no lo soy. No hay mucha diferencia entre un hombre y una mujer cuando pintas”, así intentaba De Kooning desinflar las polémicas sobre su trabajo, a la sazón considerado escandaloso.

También lo fue La pisseuse, una obra de 1965 en la que Picasso retrató a su segunda esposa, Jacqueline Roque, orinando. A lo largo de las cinco secciones de la muestra, la pinacoteca bávara propone una suerte de repaso cubista a la trayectoria sentimental del malagueño: de las voluptuosas formas de Fernande Olivier recreadas en Dríade (1908) hasta los estridentes colores de Mujer con alcachofas (1941), uno de los citados retratos de Dora Maar.

Aliados ilustres han querido participar en la batalla de la exposición contra los clichés. El MoMA de Nueva York, el centro Pompidou de París, la Tate Modern londinense y la National Gallery de Australia han enviado prestigiosos refuerzos, extraídos de sus colecciones, hasta las cuatro paredes de Múnich.

Allí cuelga también Quappi en rosa, el más famoso entre los retratos que Beckmann realizó en los años treinta de su esposa Quappi Von Kaulbach. Quizás menos explicito que los otros dos artistas, el alemán esconde su polémica en el maquillaje, el barniz de las uñas y el cigarrillo que luce la mujer. Una señora demasiado moderna para su contexto: la Alemania nazi. Claro está, no era el café de Deux Magots.

Pablo Picasso, Max Beckmann y Willem de Kooning, tres excepcionales artistas del siglo XX y sus descripciones de la mujer, o más bien, del papel atribuido a la mujer en sus obras, forman el foco de esta exhibición en la Pinakotek der Moderne en Múnich (Alemania). En la imagen. Pablo Picasso, Die Dryade (Akt im Wald) (Nu dans une forêt), 1908, Öl auf Leinwand, 185 x 108 cm, St. Petersburg, Staatliche Eremitage, Foto: Eremitage/Vladimir Terebenin.© Succession Picasso | VG Bild-Kunst, Bonn 2012.

Max Beckmann, Bildnis Minna Beckmann-Tube, 1924, Öl auf Leinwand, 92,8 x 73 cm, München, Bayerische Staatsgemäldesammlungen, Sammlung Moderne Kunst in der Pinakothek der Moderne, Stiftung Günther Franke. © VG Bild-Kunst, Bonn 2012.

Max Beckmann, Fastnacht-Maske grün, violett und rosa, Columbine, 1950, Öl auf Leinwand, 135,9 x 100,5 cm, St. Louis, Saint Louis Art Museum, Nachlass Morton D. May
Willem de Kooning, Woman, 1944, Öl und Kohle auf Leinwand, 116,8 x 81,3 cm, New York, The Metropolitan Museum of Art, Sammlung Thomas B. Hess. © Willem de Kooning Foundation, New York | VG Bild-Kunst, Bonn 2012

Willem de Kooning, The Visit, 1966/1967, Öl auf Leinwand, 152,4 x 121,9 cm, London, Tate Gallery, Foto: © Tate, London 2012. © Willem de Kooning Foundation, New York | VG Bild-Kunst, Bonn 2012

Tommaso Koch, Madrid: Pinceladas de la mujer moderna, EL PAÍS, 28 de abril de 2012