Así se restauró la escultura del Adán de Tulio Lombardo


Doce años de intenso trabajo y las últimas tecnologías han tenido su fruto. Los restauradores del Museo Metropolitano de Nueva Yorkhan mostrado en su página web el resultado de todos sus esfuerzos, ya que han conseguido restaurar completamente la figura del Adán de Tulio Lombardo, que se había «despedazado» tras caer al suelo. Fue el 6 de octubre de 2002, cuando al llegar al museo sus responsables vieron que la escultura de Adán tallada por Tulio Lombardo, una de las más significativas del Renacimiento veneciano, se había caído del pedestal y estaba completamente rota en 28 grandes trozos y centenares de pequeños fragmentos. Desde el primer momento tenían claro que su objetivo era restaurarla, aunque puede que nunca llegasen a pensar que este trabajo les llevaría casi doce años.

Todo este tiempo, y las nuevas tecnologías han conseguido que el Adán haya recuperado su aspecto casi original, ya que se puede afirmar que conserva las perfectas proporciones y características con las que Tulio Lombardo lo talló en torno a 1490. Entre las técnicas novedosas empleadas en la restauración destacan una técnica de «mapeado con láser» mediante la cuál se pudo recrear una imagen virtual en tres dimensiones de la figura. Esto permitió a los especialistas analizar con detalle qué partes de la escultura se verían sometidas a mayor estrés físico una vez se reconstruyera la obra. También se diseñaron varias agujas de fibra de vidrio que se colocaron en los tobillos y en una de las rodillas de la estatua para garantizar que soportaría el peso de la pieza. Finalmente se diseñó un nuevo adhesivo mucho más flexible que los conocidos hasta el momento con el que se procedió a unir la multitud de piezas del complejo puzle.


Originalmente, la estatua de Adán fue tallada por Lombardo para que formase parte de la tumba monumental del entonces dogo de Venecia, Andrea Vendramin, y se ubicó en la iglesia de Santa Maria dei Servi. En ese templo estuvo hasta la segunda década del siglo XIX, cuandofue trasladada a la basílica de San Juan y San Pablo de Venecia. Unos años más tarde, la escultura de Adán fue extraída de su lugar y llevada al palacio Vendramin Calergi. Este edificio lo compró la duquesa de Berry en 1844, y más tarde la escultura se llevó a París, donde los descendientes de la duquesala vendieron al banquero Henry Pereire. Tras su fallecimiento su viuda lo vendió a un marchante de arte en 1935, y al año siguiente la obra pasó a formar parte de la colección del Metropolitan.

Fuente: Así se restauró la escultura del Adán de Tulio Lombardo, ABC, 18 de noviembre de 2014