Lo que ocurre una mañana de lunes cuando cierra el Museu Nacional d’Art de Catalunya
Danilo y Luis, dos trabajadores del MNAC, transportan el cuadro 'Joven en un interior', de Josep Maria Tamburini, nueva adquisición del MNAC. Kike Rincón El lugar es una sala oculta tras una puerta aparentemente invisible. La pared en la que se encuentra dicha puerta está sabiamente disimulada entre otras —todas pintadas de negro— en mitad de una exposición de la pintora francesa Suzanne Valadon, que puede visitarse hasta septiembre. Ni siquiera son las 11 de la mañana, pero Danilo y Luis ya han recorrido 4,7 kilómetros entre las salas del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) de Barcelona. “ Lo normal es que caminemos entre 10 y 12 cada día ”, dice uno de ellos. Más en un día como este. Lunes. El día de cierre. El día de, paradójicamente, más trabajo de la semana. De cualquier semana. Porque un museo es como un iceberg: el 70% de lo que representa —y de lo que en él ocurre— no está nunca a la vista. Está escondido detrás de puertas como la que oculta la s...