Un tesoro cubista aterriza en el Reina Sofía
Era 1983 cuando el gobierno de Felipe González acordó que en todos los contratos de obras públicas que se realizaran en España, al menos el 1% de su coste fuera destinado a un proyecto cultural. Luis Solana era entonces el presidente de Telefónica y no sabía bien qué hacer. Salió de dudas después de hablar con Jorge Semprún . El ministro de Cultura le comentó que era una vergüenza que en España solo hubiera un cuadro de Juan Gris (en su opinión, mejor que Picasso) y ninguno de Luis Fernández, uno de los artistas esenciales de la modernidad. Solana hizo suyos los deseos de Semprún y encargó a la galerista Nieves Fernández que buscara cuadros de Juan Gris en venta (reunió 11). El propio Solana negoció con Giovanni Agnelli, gran coleccionista del artista asturiano, la compra de una docena de obras de Fernández. Así nació la colección de arte de Telefónica, una de las más importantes de Europa en pintura y fotografía y la más rica en obras cubistas...