El arte religioso de Córdoba, presente en dos importantes muestras en el Museo del Prado

Políptico de la Virgen de la Leche. A.J. González

Intentar a estas alturas demostrar la importancia que tiene el enorme patrimonio artístico e histórico que atesora la provincia de Córdoba no tendría sentido, por ello no es de extrañar que con cierta frecuencia los expertos en arte y los museos más destacados del país y de fuera de nuestras fronteras miren hacia Córdoba para enriquecer alguna de sus muestras o dar empaque a sus convocatorias culturales y artísticas.

En este caso es la pinacoteca más importante del país, el Museo del Prado, la que ha puesto el ojo en dos obras pictóricas de Córdoba para que se luzcan en sendas muestras que el espacio madrileño abrirá en los próximos meses. Las exposiciones son Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro Hispánico, que se llevará a cabo del 19 de noviembre al 2 de marzo; y A la manera de Italia (del 26 de mayo al 20 de septiembre de 2025). Para la primera de ellas, los responsables de la actividad han pedido al Obispado de Córdoba la obra llamada Cristo de la Tabla; para la segunda la pintura solicitada es Políptico de la Virgen de la Leche.

Según ha explicado a este periódico la directora del Museo Diocesano de Córdoba, María José Muñoz, la primera muestra fue solicitada por el director del Prado, Miguel Falomir, en junio de 2023 y añade que la obra solicitada «es la imagen de Cristo de la Tabla, pintura realizada en madera policromada, fechada en el siglo XVI, y con una singular tipología a medio camino entre la pintura y la escultura. A su excepcional valor artístico se une una profunda tradición devocional vinculada a implicaciones milagrosas relacionadas con San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia». No en vano, esta obra se encuentra actualmente en la parroquia de Santiago Apóstol de Montilla

Préstamo y restauración

Imagen del cuadro de El Cristo de la Tabla. / JOSÉ ANTONIO AGUILAR

En el caso de la segunda, la solicitud llegó en abril de este mismo año y se trata de un trabajo de Pedro de Córdoba, «realizado al temple sobre tabla con unas medidas de 165 por 283 centímetros aproximadamente». Muñoz indica que a su innegable valor artístico se une «el papel de esta obra como una de las claves de difusión del italianismo en el sur del Reino de Castilla. Además del interés que ofrece su ubicación histórica en laMezquita Catedral de Córdoba.

Por otro lado, a la importancia que supone aportar esta obra a la muestra del Prado, la directora del Museo Diocesano añade que «debido a las carencias del estado de conservación del Políptico, el Museo del Prado realizará con anterioridad al préstamo una intervención restauradora, incorporándolo a la campaña de restauración que desarrollarán con objeto de la citada exposición».

Medidas de seguridad

Uno de los asuntos que siempre se ponen sobre la mesa cuando se trata de trasladar obras de arte de cualquier tipo de un museo o de una ciudad a otra, son las medidas de seguridad a tomar para garantizar la perfecta conservación de la pieza en cuestión. Al respecto, María José Muñoz ha indicado que «por anteriores experiencias, conocemos la solvencia en las gestiones que realiza el equipo técnico del Museo del Prado, tanto en relación con el transporte y coberturas del seguro, como el montaje, condiciones de conservación y seguridad durante la exposición. Sin olvidar el prestigio institucional que garantiza los préstamos procedentes del Museo del Prado, a cuyas pólizas clavo a clavo contra todo riesgo viene a unirse la especial protección de la garantía del Estado, por medio del cual el Estado se compromete a indemnizar por la destrucción, pérdida, sustracción o daño de las obras en préstamo».

En cuanto a la valoración que se hace desde la Diócesis de Córdoba de aportar dos piezas a sendas muestras, se expresa que «es un honor participar como prestadores de ambas piezas para sendas exposiciones».  

Los detalles de las obras

El Cristo de la Tabla es un doble préstamo. Por un lado la pintura y por otro la cruz de madera que actúa como soporte. Es un crucificado pintado sobre madera en el siglo XVI, con medidas 150 X 147 X 2 centímetros. Cruz tallada en madera sobredorada a finales del siglo XVI. Mide 198 X 156 X 7 centímetros. Está en la capilla de Santiago de Montilla. 

En el caso de La Virgen de la Leche, son cinco pinturas sobre tabla asociadas en un conjunto pictórico de estilo italo-gótico realizado al temple por Pedro de Córdoba, fechada hacia la segunda mitad del siglo XIV. Representa a Santa Catalina de Siena, San Pedro, La Virgen amamantando a su hijo, San Pablo y San Francisco de Asís. Mide 165 X 283 centímetros aproximadamente.

VALENZUELA, R.: El arte religioso de Córdoba, presente en dos importantes muestras en el Museo del Prado, Diario Córdoba, 21 de agosto de 2024