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Mostrando las entradas etiquetadas como Museo del Prado

El Greco incautado a unas monjas que malvendieron al Prado por la presión de la dictadura

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Furgoneta de la Junta del Tesoro Artístico y camión militar que trasladó los cuadros a  Valencia, a punto de partir en una expedición que salió el 22 de Junio de 1937 Jose Puy / Donación Fernández Balbuena / IPCE El Real Monasterio de la Encarnación guardaba varios secretos. Tenía un túnel que lo conectaba con las cocinas del viejo Alcázar (donde se ubica el actual Palacio Real) y por el cual Felipe IV se desplazaba en invierno a los oficios religiosos del monasterio sin cruzar la calle. El resto del año, usaba los exclusivos muros del pasadizo subterráneo, adornados con obras de arte, para flirtear con una novicia enclaustrada. El secreto que nos interesa ahora es un lienzo de más de metro y medio de altura, pintado en 1595 por El Greco, y donado por los duques de Abrantes al monasterio en 1676, año en el que tomó los hábitos su hija, sor Agustina del Niño Jesús. Allí permaneció oculto el cuadro durante más de dos siglos, fuera de la vista de los pocos que tenían el privilegio de ...

El Bosco: un mundo que nunca se fue del todo

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El jardin de las delicias, la obra maestra de El Bosco El Bosco, aquel pintor de muchos nombres, murió hace 500 años. Y tal y como se preveía, varios lugares celebran la efeméride por todo lo alto. El primero fue s'Hertogenbosch (Holanda), su ciudad natal y de residencia. El segundo es El Escorial, donde en época de Felipe II se reunió la mayor concentración de cuadros del pintor. Ahora le toca el turno al Prado, el museo donde se encuentran obras tan fundamentales como  El carro del heno  o  El jardín de las delicias . La exposición de s'Hertogenbosch (en castellano, Bolduque) atrajo casi 500.000 visitantes. La de Madrid, entre el 31 de mayo y el 11 de septiembre, será histórica. El Bosco y su circunstancia Jheronimus Bosch (también Hieronymus o Jeroen) nació en realidad como van Aken (o Aaken), apellido procedente de Aquisgrán, la antigua ciudad palatina. Su bisabuelo era un pintor conocido en Nimega y su abuelo, igualmente pintor, ya se trasladó a s...

En el taller con Van der Weyden

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Tras cuatro años en el taller del Museo del Prado, la inmensa tabla, de más de tres metro y medio de altura, está lista para su exhibición. José de la Fuente  (a la derecha) ha restaurado el soporte en estrecha colaboración con Loreto  Arranz (a izquierda), la restauradora de Patrimonio Nacional encargada de la parte pictórica. Sufrió un fuerte golpe en la rodilla, resultado de una grave caída. Sobrevivió a un incendio. Decenas de clavos, además de un firme corsé de madera incrustado en su espalda, atestiguaban los sucesivos intentos de enderezar su postura. Las cicatrices del maltrecho cuerpo que llegó al  taller de restauración del Museo del Prado  hace cuatro años eran profundas. Afectaban a la misma estructura de la monumental tabla y se reflejaban en su anverso. De ahí la magulladura en la rodilla, las grietas, los despintados y repintados en la pe­netrante imagen representada de un Cristo clavado en la cruz, muerto y sin embargo lloroso,...

Tiziano, el poeta de Felipe II

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Dánae  después de la restauración Dánae de la colección Wellington y  Venus y Adonis  de la pinacoteca. Ambas son obras que el maestro italiano pintó en 1553 y 1554 para el futuro Felipe II y que ahora se muestran al público, tras su reciente restauración, desde este miércoles y hasta el próximo 1 de marzo.  La muestra presta especial importancia al proceso creativo, que está ilustrado mediante documentación técnica  de estas obras que inauguran uno de los ciclos mitológicos más importantes e influyentes de la historia de la pintura occidental, sirviendo de inspiración a artistas como Veronés o Rubens.  Se trata de obras que el artista pintó a mediados del siglo XVI y que pueden contemplarse reunidas por primera vez desde que Fernando VII regalase Dánae  al duque de Wellington. Junto a ellas, se puede apreciar otra de las versiones de Dánae, conservada en el Prado, que fue realizada hacia 1565 y emparejada a Venus y Adonis en las "bóvedas de T...

Un paseo con Manuela Mena por el Madrid de Goya

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Retrato del Conde de Floridablanca', en el Banco de España. Manuela Mena (Madrid, 1949) es, desde 2001,  responsable   de Conservación de Pintura del Siglo XVIII y Goya  del Museo del Prado. Vinculada a la pinacoteca desde 1978, año en que empezó a trabajar como becaria, conoce como pocos los fondos del Prado, pero su conocimiento más profundo y exhaustivo se centra en la obra de Goya. A través de numerosas exposiciones en las que ha sido comisaria, Mena ha mostrado no solo la obra, sino la personalidad del artista, con especial empeño en acabar con las muchas visiones interesadas que se han publicado sobre el pintor. Tal ha sido la dedicación de Mena a Goya que sus lazos van más allá del mero trabajo de investigación y estudio, como lo prueba la emocionada presentación que hizo del artista para la exposición  Luces y  Sombras  en 2011. Al referirse a su exilio en Burdeos, ya enfermo y al final de su vida, las lágrimas estrangularon durante unos i...

El Prado, en ultra alta definición

El Museo del Prado es el protagonista de uno de los primeros -si no el primero- productos audiovisuales realizados en Europa con la novísima tecnología 4K o “ultra alta definición” concebidos para ser difundidos y comercializados y no, como hasta ahora, como meros vídeos demostrativos de los fabricantes de televisores. Realizado por TVE,  La pasión del Prado  tiene una duración de algo más de una hora y permite ver las joyas de nuestra pinacoteca más ilustre con  una definición incluso superior a la que permite el ojo humano  a simple vista, asegura uno de sus responsables, el realizador José Morillas, un veterano profesional de Televisión Española. La tecnología 4K ofrece una definición cuatro veces superior al HD (alta definición por sus siglas en inglés), pero según el realizador, no se trata del último caprichito de las grandes compañías para obligarnos a renovar los televisores. La mejora, asegura, es total:  “Esto no implica solo un mayor número de pí...

La sala secreta del Prado

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“Es que me encanta el Barroco. Me encanta”. La madre habla y la niña la mira con vergüenza ajena. “El odio me distrae muchísimo”, piensa. Luego avanzan por la galería. Cuando llegan ante  Saturno devorando a sus hijos , ese  poema  paternofilial, la muchacha dice que el cuadro es muy bonito y la madre la corrige: no se puede usar esa palabra para una pintura así, hay que buscar otra: ¿Tremebundo? “Tremebundo, doloroso, pavoroso, patético, cósmico, infernal, caníbal, inquietante, preesperpéntico ”, tercia el padre. Desde que la madre se ha puesto a estudiar historia del arte, la palabra bonito se ha convertido en tabú. Visitantes ante la copia de la Gioconda que se conserva en el Museo del Prado / GORKA LEJARCEGI (EL PAÍS) La escena anterior está sacada de la novela de Marta Sanz  Daniela Astor y la caja negra  (Anagrama), uno de los libros que, por lo menos en uno de sus capítulos, ha pasado este curso a engrosar ese género literario llamado Museo del P...