En el taller con Van der Weyden
Tras cuatro años en el taller del Museo del Prado, la inmensa tabla, de más de tres metro y medio de altura, está lista para su exhibición. José de la Fuente (a la derecha) ha restaurado el soporte en estrecha colaboración con Loreto Arranz (a izquierda), la restauradora de Patrimonio Nacional encargada de la parte pictórica. Sufrió un fuerte golpe en la rodilla, resultado de una grave caída. Sobrevivió a un incendio. Decenas de clavos, además de un firme corsé de madera incrustado en su espalda, atestiguaban los sucesivos intentos de enderezar su postura. Las cicatrices del maltrecho cuerpo que llegó al taller de restauración del Museo del Prado hace cuatro años eran profundas. Afectaban a la misma estructura de la monumental tabla y se reflejaban en su anverso. De ahí la magulladura en la rodilla, las grietas, los despintados y repintados en la penetrante imagen representada de un Cristo clavado en la cruz, muerto y sin embargo lloroso,...