Idealismo y melancolía desde el Museo d'Orsay
' El manantial ' (1856), de Ingres La gran protagonista de la segunda mitad del siglo XIX fue, sin duda, la ciudad moderna, cuyo mejor arquetipo era París. Con sus contrastes sociales y su vibrante vida cosmopolita, la capital francesa suscitó pasiones encontradas. Algunos creadores, como el escritor Charles Baudelaire o los pintores impresionistas, se entregaron con entusiasmo a sus novedades, que habían alterado radicalmente el paisaje humano de la época. Otros, sin embargo, mostraban recelo ante lo que percibían como deshumanización y caos. [Vea más imágenes de la exposición pinchando aquí] Si hay un lugar donde estos dos mundos confluyan, se trata sin duda del parisino Musée d'Orsay, famoso por sus amplias colecciones de pintura impresionista y posimpresionista, pero también -en menor medida- por las galerías de sus plantas inferiores, que custodian un tesoro mucho menos conocido. Ahora, la Fundación Mapfre acoge más de 80 obras de esas col...