Andy Warhol... hasta en la sopa

En los últimos doce meses, una veintena larga de retrospectivas han “tomado” museos de diversa catadura, pública y privada, en Japón, México, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Rusia, Europa del Este y Francia. Durante el próximo trimestre están programadas nuevas exposiciones de la Factoría Warhol en Ontario, San Francisco, San José, Memphis, Troy, Quebec y Birmingham.

Uno de los cuadros de Warhol que estos días pueden verse en París /ABC

Y la guerra comercial apenas están comenzando, con un éxito mensurable en decenas y centenares de miles de millones de euros y dólares. La Factoría factura en distintas monedas. Y lo vende todo, en serie, al precio fuerte: reproducciones de fotografías, sin control de tirada; reproducciones de obras que ya eran reproducciones coloreadas de fotografías coloreadas al tuntún del maestro y avispado comerciante; objetos producidos en serie (en China, de preferencia, para conseguir precios de ganga) con la firma del maestro (reproducida en serie, con tampón).

Los beneficios del negocio

El negocio crece a paso de carga, beneficiándose del label cultural de grandes museos públicos, en Rusia y Francia, por ejemplo, atraídos por el efecto comercial. Es el caso de la retrospectiva del Grand Palais parisino, «Le Grand Monde d’Andy Warhol», que presenta unos doscientos retratos reproducidos en serie por el maestro. Pierre Bergé, antiguo amante y albacea testamentario de Yves-Saint-Laurent ordenó que se retirarse de la exposición el retrato del hombre de su vida, por una razón muy simple… Warhol “interpretaba” a YSL como un modisto, y no como gran creador…

Las doscientas obras de Warhol presentadas en el Grand Palais son variaciones de un mismo tema, repetido hasta el infinito, con distintos colores. A partir de fotografías personales, Warhol “quemaba” (con luz blanca) o “iluminaba” (con luces fluorescentes), los labios, los pechos, el pelo y las manos de sus víctimas, convertidas en “iconos pop”.

Luc Ferry, el filósofo más influyente de nuestro tiempo, en Francia, sale al paso de la masificación de los museos nacionales, en una entrevista publicada por «Le Figaro»: “La conversión de los museos nacionales en supermercados en un síntoma de embrutecimiento colectivo…”. Musées : «Des supermarchés culturels dénués de sens».

Juan pedro Quiñonero, París: Andy Warhol... hasta en la sopa, ABC, 3 de abril de 2009