Muere Dennis Oppenheim, escultor de grandísimas escalas

Dennis Oppenheim, en la inauguración de una intervención suya en Navalcarnero, Madrid, en 2007. | Efe En el enjambre de caminos y estéticas que confeccionaron a propulsión el mapa del arte del siglo XX, Dennis Oppenheim se movió con gran elasticidad.

Fue uno de los fieles devotos del conceptualismo e inauguró después otra de las sendas esenciales de los años 60: el 'land art' (de ejemplo, su obra 'Target', de 1974). Pero Oppenheim, 'atípico producto' de aquel Washington del 38, tomó aristas en California, donde se formó en la Escuela de Artes y Oficios.

Allí desarrolló una curiosidad de carácter experimental que lo llevó del diseño gráfico -en Hawai trabajó en empresas de publicidad- a la 'performance' (como 'Attempt to raise hell', de 1974) y después a la escultura.

En todo desarrolló una mirada vitriólica que lo impulsó a una acción radical sobre los espacios en los que intervenía. De ahí que la parte más conocida de su obra sea ese conjunto de trabajos que establece un nuevo planteamiento de los protocolos dimensionales de la pieza de arte. Las esculturas de grandes dimensiones.

El elemento cotidiano releído, 'ironizado', descontextualizado, agigantado, 'desquiciado' en sus formas y usos. En esa estela se inserta la inverosímil parada de autobuses que diseñó en Ventura (California).

Pero el trabajo de Dennis Oppenheim -que forma parte de los mejores museos y colecciones del mundo- se derrama por muy distintos frentes y la actitud es esencial en esa manifestación de la extrañeza que desarrolla. La ironía, incluso el sarcasmo, son esenciales para ahondar en los códigos (que los tiene) de un artista como él. Un tipo capaz de establecer como acción artística la sospecha de un complot contra el arte norteamericano. Y eso sólo demuestra un aspecto esencial de su poética: la libertad.

El arte era para él una gran sinfonía que nacía de experiencias que no siempre encontraban en la lógica su porqué, su capacidad de revelación, de alteración. Pues de la vida, lo que importa, es muchas veces el 'matrix', lo que no se ve del otro lado.

Antonio Lucas | Madrid: Muere Dennis Oppenheim, escultor de grandísimas escalas,
EL MUNDO, 24 de enero de 2011