Una obra de Rothko, vendida por 66,7 millones de euros

La temporada de subastas de arte de primavera de Nueva York está superando expectativas. Si la semana pasada era Sotheby's la que establecía un nuevo récord con «El Grito» de Edvard Munch, ayer Christie's batió otro con la obra «Orange, red, yelow», del pintor estadounidense Mark Rothko. Tras una intensa puja que ayudó considerablemente a que el precio final se disparase, alcanzó los 86,8 millones de dólares (66,8 millones de euros), lo que supone el más caro alcanzado en una obra de posguerra.

«Orange, red, yelow», de Rothko. AFP
«Orange, red, yelow», de Rothko. AFP

La obra, que pertenece a la a la colección del multimillonario filántropo fallecido David Pincus, casi dobla los 45 millones de dólares que se esperaban, y con los 87 millones. De este modo, ha eclipsado el récord que ostentaba la obra «Triptych, 1976» de Francis Bacon, con 86,3 millones de dólares, como la pintura más cara de la posguerra.

Gran demanda

«El éxito de las últimas subastas de esta categoría prueba que existe una enorme demanda entre compradores de todo el mundo por obras selectas provenientes de colecciones privadas, especialmente por las que no han salido al mercado en décadas», ha asegurado la directora de Arte Impresionista y Moderno de Christie's, Sharon Kim. De hecho, «Orange, red, yelow» es la pintura más importante de este cotizadísimo artista que sale al mercado desde «White Center (Yellow, Pink and Lavander on Rose)», de la colección Rockefeller, vendida en 2007 por 72,8 millones de dólares.

Esta obra de Rothko forma parte de la subasta de arte contemporáneo y de posguerra organizada por la casa Christie's con reseñables exponentes del expresionismo abstracto como Yves Klein o Jackson Pollock. El total de la venta ha alcanzado la friolera de 388,5 millones dólares.

Se trata de una cifra casi sin precedentes y que bate también el récord de una subasta de posguerra. Los organizadores afirman que el alto índice de postores con una gran determinación hizo que los precios de muchas de las principales obras a precios mucho más allá de sus estimaciones de alta. Así, se sigue demostrando que el mercado del arte, al menos en los niveles más altos, sigue desafiando a la economía mundial y los conflictos geopolíticos.