Rembrandt, estrella de las exposiciones madrileñas del otoño

Rembrandt van Rijn (Leiden, 1606-Amsterdam, 1669) es uno de los artistas menos representados en el Prado, que sólo cuenta con una pintura autógrafa del maestro holandés, Artemisa (1634). De ahí el valor de las 30 pinturas y 5 estampas prestadas por museos de Europa y Estados Unidos que forman la exposición Rembrandt, pintor de historias, realizada gracias a la colaboración entre el Museo del Prado y el BBVA. Ambas entidades han firmado un convenio de patrocinio, al que ha asistido el ministro de Cultura, César Antonio Molina, el presidente de BBVA, Francisco González; el presidente del patronato del Prado, Plácido Arango, y el director de la pinacoteca, Miguel Zugaza. Así, el ministro de Cultura ha recordado el liderazgo del Museo del Prado, y los casi tres millones de personas que han pasado por el Museo desde que hace 10 meses se inaugurara su ampliación. Zugaza ha comentado que la exposición de Rembrandt provocará en el visitante del Prado la misma sensación que pudiera sentir un español cuando va a visitar el Rijksmuseum de Holanda para visitar a Velázquez.

Sansón cegado por los filisteos' (1636), Städeksches Kunstinstitut und Städtische Galerie, Frankfurt

La muestra ocupará las nuevas salas de la ampliación del museo desde el 15 de octubre de 2008 hasta el 6 de enero de 2009. Estas obras proceden de los principales museos de Europa y EEUU y mostrarán, en las nuevas salas de la ampliación del Museo, la faceta de Rembrandt narrador, según ha avanzado el comisario de la muestra, Alejandro Vergara, conservador jefe de pintura flamenca y escuelas del Norte del Prado. Aunque el maestro holandés también fue un pintor de retratos y paisajes, su faceta como pintor de historias muestra con claridad la forma en la que su arte emana de la tradición de la pintura renacentista europea, y permite comprobar su originalidad. Para Vergara, Rembrandt tenía una mirada única pero sin dejar de observar a otros pintores, "pero tenía una manera de entender la vida, el mundo y a la condición humana muy personal, con una intensidad emocional muy honda. Y eso es lo que precisamente queremos mostrar en el Prado con esta temática histórica".

'Betsabé' (1654), Musée du Louvre, París

La muestra ofrece, además, la oportunidad de contemplar la obra de Rembrandt junto a la de algunos de sus grandes maestros (Tiziano y Rubens) y en confrontación con Velázquez. En la exposición podrán verse todas las fases de la carrera del artista. De sus obras de juventud cabe destacar San Pedro y San Pablo, que prestará al Prado la National Gallery of Victoria de Melbourne. También se exhibirán varias obras maestras de la fase de madurez del pintor, realizadas entre 1631 y 1651 aproximadamente, como el monumental Sansón y Dalila del Stádel Museum de Francfort o Jeremías lamenta la destrucción del templo, del Rijksmuseum de Ámsterdam. De la fase más personal de la carrera de Rembrandt -sus últimos años hasta su muerte en 1669- se mostrarán varias obras características, incluida una de las telas más importantes pintadas por el artista, la Betsabé prestada por el Museo del Louvre.

El apóstol Bartolomé' (1657). Hacia los años cuarenta del siglo XVII, Rembrandt fue dejando la intensidad física de sus composiciones para centrarse en las escenas contemplativas, como la de El apóstol Bartolomé (en la imagen), en la que ya se puede apreciar la derivación del autor hacia la pincelada suelta y la impresión general de "acabado inacabado", según ha señalado el comisario de la muestra. The Timken Museum of Art, San Diego, California

Unos días antes de que Rembrandt llegue al Prado, el 7 de octubre, la Fundación Thyssen y Caja Madrid abrirán una exposición que servirá para repasar los momentos clave de la vanguardia del siglo XX: ¡1914! La vanguardia y la Gran Guerra. A través de 220 obras, esta muestra cuenta el nacimiento y muerte de los grandes movimientos artísticos de esa etapa: expresionismo, cubismo, futurismo, vorticismo, abstracción...

La Casa Encendida se adelanta a Arco, dedicado este año a la India, y ofrecerá a partir del 21 de octubre un suculento aperitivo a base de cuatro importantes artistas reunidos bajo el título de Reflejos de la India contemporánea. Son Sheela Gowda (Bhadravati, 1957), Amar Kanwar (Delhi, 1964), N S Harsha (Mysore, 1969) y Anup Mathew Thomas (Kochi, 1977). Combinando diferentes soportes (instalación, vídeo, pintura y fotografía), los cuatro artistas entran directamente en los problemas más sangrantes de la India de hoy: violencia, emigración, miseria o los permanentes choques entre el mundo tradicional y la modernidad. El arte indio contemporáneo también estará presente en el IVAM a partir de noviembre.

El Museo Reina Sofía, por su parte, arrancará su temporada fuerte el 15 de octubre con la primera gran retrospectiva dedicada a la artista estadounidense Nacy Spero, pionera del arte feminista. La obra de esta artista comprometida socialmente llegará procedente del Macba de Barcelona y terminará su recorrido español en el CAAC de Sevilla.

A primeros de noviembre, el Reina Sofía abrirá en sus nuevas salas una gran retrospectiva dedicada al fotógrafo español Alberto García Alix. A través de 200 fotografías realizadas durante 30 años de trabajo, se podrá disfrutar de la creatividad de este iconoclasta artista. La exposición incluirá una película realizada por García Alix para la muestra: De donde no se vuelve. Habrá que esperar a primeros de año para poder contemplar el plato fuerte de la temporada en el museo: la primera antológica que se le dedica en España a Julio González.

El nombre de Pablo Picasso, objeto permanente de diferentes exposiciones en todo el mundo, no podía faltar esta temporada. Será nada menos que el Louvre el museo que acoja Picasso y los maestros a partir del 8 de octubre. En realidad, serán dos los espacios que exhiban algunas de las muchas series de Picasso inspiradas en sus maestros. En el Louvre se colgará la serie de 20 pinturas realizadas a partir de la obra de Delacroix Femmes d'Alger dans leur appartement (1834). El otro escenario será el templo del impresionismo, el Museo D'Orsay, donde se mostrarán las variaciones que Picasso hizo sobre le Déjeuner sur l'herbe de Manet.

Este recorrido urgente por los museos internacionales incluye una exposición fotográfica en el Guggenheim de Nueva York. El 26 de septiembre, Catherine Opie (Sandusky, Ohio, 1961) mostrará lo mejor de su larga trayectoria. Conocida por sus trabajos con parejas de mujeres lesbianas e incontables autorretratos, la exposición incluye sorprendentes imágenes de la vida underground californiana revestida de sutil poesía.

La Tate Modern londinense acaba de inaugurar una antológica de Francis Bacon y, a partir del 26 de este mes, compartirá escenario con Mark Rothko. El pintor estadounidense de origen ruso, una de las cabezas visibles del expresionismo abstracto, será objeto de una muestra que se anuncia como la más importante que se le ha dedicado nunca. Su revolucionario planteamiento del color emocionará a los visitantes de este templo del arte moderno.

Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén. Una primera muestra del paso de la tensión física hacia la intensidad mental es 'Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén', de 1630, en la que la imagen de profeta sumido en una profunda concentración anticipa el cambio de registro hacia la contemplación que culminará en 1945. Rijksmuseum, Amsterdam

Autorretrato con traje oriental. La ausencia de Rembrandt en el Prado es similar a la que sienten “los holandeses al visitar el Rijksmuseum y no ver a Velázquez”, según ha señalado hoy el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza. Con esta muestra se devuelve “el protagonismo a la pintura holandesa del Siglo de Oro”, tras la muestra de Johannes Vermeer en 2003. Se evoca así el siglo XVII, en el que mientras el poderío español declinaba vertiginosamente las recién nacidas Provincias Unidas de los actuales Países Bajos eran ya una superpotencia comercial. Rembrandt brilló durante la primera mitad del siglo. Uno de sus grandes valedores fue el secretario real Constantijn Huygens, que destacó “la intensidad emocional” de la obra del pintor. Junto a los retratos, escenas bíblicas e históricas, Rembrandt no dejó nunca de autorretratarse, un género que elevó a la perfección. En la imagen, 'Autorretrato con traje oriental'. Musée des Beaux Arts de la Ville de Paris

'Artemisia' (1634). El Museo del Prado sólo cuenta entre sus fondos con una tela de Rembrandt, 'Artemisia', una obra realizada en 1634 y sujeta a dos interpretaciones. Una sostiene que podría tratarse de una representación de la reina Artemisia al recibir las cenizas de su esposo, el rey Mausolo, mientras que otra lectura sugiere que sería la aristócrata cartaginesa Sofonisba y que la copa contendría el veneno que había de matarla. Se considera que el autor utilizó a su mujer Saskia como modelo. Museo del Prado, Madrid

Ángeles García (Madrid): Esperando a Rembrandt, El País, 17 de septiembre de 2008
[Efe, Madrid]: Rembrandt, estrella de este otoño en El Prado, El Mundo, 17 de septiembre de 2008