Goya «una nota a pie de página» en la colección permanente del Reina Sofía
De «anecdótico» calificó Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, todo el revuelo levantado por el hecho de que algunos de los grabados de Goya —artista cuya obra ya se ha colgado en sus salas—, se expongan a partir de finales de mayo, cuando se presente de manera oficial y completa la reordenación de la colección permanente del museo, «la más importante que se ha realizado en los últimos años», explicó Borja-Villel.
Manuel Borja Villel y Miguel Zugaza/CHEMA BARROSO
El préstamo de dichos grabados es fruto de varias conversaciones entre el director del Prado, Miguel Zugaza, y el del Reina Sofía, que se ha saldado con un acuerdo de colaboración, «y de buenas intenciones», entre ambas instituciones que permitirá abrir una línea de préstamos de carácter temporal, que no se referirá exclusivamente al pintor aragonés, y que por supuesto no afectará a ninguna de las obras «sustanciales» de las colecciones de cada uno de los museos. «No estamos hablando de absorber, sino de enriquecernos. Lo importante es mostrar los fondos de la colección. Y ésta es una primera presentación». «Queremos —añadió— aunar esfuerzos e ideas para mostrar una historia plural del arte».
El director del Reina aseguró que hasta el momento no se había realizado una petición concreta al Prado. «Tenemos que ver qué es lo que necesitamos y, desde luego, no excederá de diez grabados, que irán rotando». Tampoco especificó si pertenecerán a la serie de «Los desastres de la guerra» y a «Los caprichos», ni fijó la duración del préstamo, que sí será mayor que para una exposición temporal, por lo que durará «varios meses», indicó.
Real Decreto del 17 de marzo de 1995
Borja-Villel quiso zanjar así la polémica sobre una supuesta vulneración del Real Decreto del 17 de marzo de 1995, que separa, con el nacimiento de Picasso (1881), las colecciones del Prado y el Reina Sofía. Una separación administrativa que depende del ministerio de Cultura, «y de la que yo no tengo nada que decir. Es lo que hay en estos momentos». De hecho, asegura que en las conversaciones mantenidas con Zugaza, en ningún momento se ha mencionado este punto. «No hemos discutido el Real Decreto». Por eso mismo, indica que aúnque incluya en la nueva relectura de la colección del Reina obras de otros periodos anteriores a esa fecha, como Goya o el arte negro, no tiene sentido que el Reina adquiera este tipo de obras.
También quiso dejar claro que el objetivo del Reina Sofía con esta petición no es la de retrasar el comienzo de la modernidad. «No hay un origen único en la modernidad. Hay diversos pasados y eso implica muchos futuros. Por eso estamos trabajando en colaboraciones puntuales con otras entidades para conseguir determinadas piezas que puedan explicar mejor la historia. En el caso de la España Negra, necesitamos a Zuloaga y a Solana, y también «Los desastres de la guerra» de Goya, artista que marca la primera ruptura de la modernidad. Frente a la España Negra, la Blanca, para lo que es preciso Sorolla». Siempre restando importancia a este préstamo temporal, Borja Villel afirma que la incorporación de los grabados del pintor aragonés suponen tan sólo «una nota a pie de página» para explicar parte de la historia del arte. «No estamos proponiendo convertirnos en el Metropolitan, sino en una alternativa al museo tradicional», que se basan fundamentamente en las lecturas cronológicas.
En el futuro, al director del Reina Sofía le gustaría también contar con la obra de otros artistas, como Ensor y Redon, del que le interesan los grabados que le parecen bastante factibles de conseguir, no así piezas de Chirico, «eso es imposible».
Susana Gaviña, Madrid: Goya «una nota a pie de página» en la colección permanente del Reina Sofía, ABC, 19 de marzo de 2009
El préstamo de dichos grabados es fruto de varias conversaciones entre el director del Prado, Miguel Zugaza, y el del Reina Sofía, que se ha saldado con un acuerdo de colaboración, «y de buenas intenciones», entre ambas instituciones que permitirá abrir una línea de préstamos de carácter temporal, que no se referirá exclusivamente al pintor aragonés, y que por supuesto no afectará a ninguna de las obras «sustanciales» de las colecciones de cada uno de los museos. «No estamos hablando de absorber, sino de enriquecernos. Lo importante es mostrar los fondos de la colección. Y ésta es una primera presentación». «Queremos —añadió— aunar esfuerzos e ideas para mostrar una historia plural del arte».
El director del Reina aseguró que hasta el momento no se había realizado una petición concreta al Prado. «Tenemos que ver qué es lo que necesitamos y, desde luego, no excederá de diez grabados, que irán rotando». Tampoco especificó si pertenecerán a la serie de «Los desastres de la guerra» y a «Los caprichos», ni fijó la duración del préstamo, que sí será mayor que para una exposición temporal, por lo que durará «varios meses», indicó.
Real Decreto del 17 de marzo de 1995
Borja-Villel quiso zanjar así la polémica sobre una supuesta vulneración del Real Decreto del 17 de marzo de 1995, que separa, con el nacimiento de Picasso (1881), las colecciones del Prado y el Reina Sofía. Una separación administrativa que depende del ministerio de Cultura, «y de la que yo no tengo nada que decir. Es lo que hay en estos momentos». De hecho, asegura que en las conversaciones mantenidas con Zugaza, en ningún momento se ha mencionado este punto. «No hemos discutido el Real Decreto». Por eso mismo, indica que aúnque incluya en la nueva relectura de la colección del Reina obras de otros periodos anteriores a esa fecha, como Goya o el arte negro, no tiene sentido que el Reina adquiera este tipo de obras.
También quiso dejar claro que el objetivo del Reina Sofía con esta petición no es la de retrasar el comienzo de la modernidad. «No hay un origen único en la modernidad. Hay diversos pasados y eso implica muchos futuros. Por eso estamos trabajando en colaboraciones puntuales con otras entidades para conseguir determinadas piezas que puedan explicar mejor la historia. En el caso de la España Negra, necesitamos a Zuloaga y a Solana, y también «Los desastres de la guerra» de Goya, artista que marca la primera ruptura de la modernidad. Frente a la España Negra, la Blanca, para lo que es preciso Sorolla». Siempre restando importancia a este préstamo temporal, Borja Villel afirma que la incorporación de los grabados del pintor aragonés suponen tan sólo «una nota a pie de página» para explicar parte de la historia del arte. «No estamos proponiendo convertirnos en el Metropolitan, sino en una alternativa al museo tradicional», que se basan fundamentamente en las lecturas cronológicas.
En el futuro, al director del Reina Sofía le gustaría también contar con la obra de otros artistas, como Ensor y Redon, del que le interesan los grabados que le parecen bastante factibles de conseguir, no así piezas de Chirico, «eso es imposible».
Susana Gaviña, Madrid: Goya «una nota a pie de página» en la colección permanente del Reina Sofía, ABC, 19 de marzo de 2009