Mártir y reina a la luz de Murillo

Recepción de 'Santa Catalina de Alejandría Mártir', obra de Bartolomé Esteban Murillo. Foto: Juan Carlos Vázquez

Sevilla, gracias a la adquisición realizada por Focus-Abengoa para el Centro Velázquez, contaba ya con una de las más inspiradas versiones que Murillo pintó, durante sus años de formación, de Santa Catalina de Alejandría. Desde el 1 de febrero de 2010, la ciudad acoge otra de las imágenes más elegantes de esta serie, la que ha cedido para la muestra El joven Murillo el Mie Prefectual Art Museum de Tokio (Japón). La recepción de este gran lienzo sirvió a la consejera de Cultura, Rosa Torres, así como a Benito Navarrete, comisario de la muestra junto a Alfonso Pérez Sánchez, para desgranar algunas curiosidades de la gran cita cultural del primer semestre de 2010.

De esta Santa Catalina de Alejandría tokiota llama la atención "su gran elegancia", según Torres. Murillo muestra a esta joven de serena belleza aceptando resignada, con las manos abiertas, su tormento. Un angelote porta la palma de su martirio y la espada con que se la matará. "Por los plegados de la túnica y el joyel, la imagen se relaciona perfectamente con la Santa Catalina del Centro Velázquez, un lienzo que estará colgado al lado de éste del Mie Prefectual", explicó Benito Navarrete. Ambas doncellas dialogarán con otras mártires y santas en la segunda sala de exposiciones temporales del Museo, cuyos muros lucen ahora un gris empolvado en lugar del color rojizo que se empleó en el montaje de Colección Casa de Alba.


La minuciosidad, el protagonismo de esos pliegues quebrados de la túnica, es una de las señas de identidad de una pintura que, procedente del Bellas Artes de Bilbao, llegó a Sevilla inserta en una caja especial con varias cámaras de protección y cuya recepción, desembalaje e instalación en la pared supervisó personalmente una experta nombrada por el museo japonés. Según comentó la consejera de Cultura, estos momentos "de gran tensión" suelen estar reservados a los técnicos y especialistas pero esta vez se ha querido compartirlo con los medios para dejar constancia de la "extraordinaria calidad y relevancia científica" de una exposición "costosa y programada en tiempos de bonanza".

Estrenada ya en Bilbao gracias al patrocinio de la Junta de Andalucía y la Fundación BBK, en su estancia sevillana El joven Murillo cuenta también con el apoyo de la Obra Cultural de Cajasol y de todo el equipo científico y técnico del Museo de Bellas Artes. Junto a las 42 obras seleccionadas por los comisarios, el discurso se enriquecerá aquí con 22 pinturas más que no se vieron en Euskadi. Todas juntas supondrán, según Navarrete, "la mayor muestra temporal dedicada jamás a este artista".


Para este profesor de Historia del Arte de la Universidad de Alcalá de Henares, el montaje en la Iglesia, donde se contextualiza la obra de Murillo con la de su maestro Juan del Castillo, es "espectacular". Navarrete también resaltó que el público podrá conocer a fondo las pinturas que realizó para los franciscanos en sus años de aprendizaje: la serie del Claustro Chico, su primer gran encargo.

El joven Murillo abrirá sus puertas el 19 de este mes y, hasta el 30 de mayo, acentuará el papel internacional que le corresponde al Bellas Artes de Sevilla -cuya reforma y ampliación son la gran asignatura pendiente- y acercará 16 pinturas que se muestran por primera vez en España. Es el caso de esta Santa Catalina de Alejandría Mártir de vida azarosa y errante. Hasta 1836 formó parte de la colección del Duque de Híjar. Más tarde, entre 1838 y 1848, pasó a la Galería Española de Luis Felipe de Orleáns en el Museo del Louvre. La casa Christie's sacó el lienzo a subasta en varias ocasiones, la última de ellas en Nueva York en 1990. Hoy, en Japón, es un tesoro nacional.

Charo Ramos, Sevilla: Mártir y reina a la luz de Murillo, Diario de Sevilla, 3 de febrero de 2010