La mejor colección de arte islámico, en Qatar
Museo de Arte Islámico de Doha. (Foto: K. Jaafar)
Ajenos a la crisis que empuja a parte del mundo hacia la recesión, los países del Golfo continúan su agenda de fastos y espectáculos como si el precio del barril del petróleo no se hubiese desplomado.
Tras celebrar la 'fiesta de la década' con motivo de la apertura de un hotel de cinco estrellas el pasado viernes en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) el sábado le tocó el turno a Qatar, donde se organizó otro memorable espectáculo de fuegos artificiales para inaugurar el Museo de Arte Islámico, una de las colecciones, según los expertos, más impresionantes del mundo en cuanto a objetos artísticos de la civilización musulmana se refiere.
La fiesta contó con 1.000 invitados, entre ellos líderes políticos como sheikh Khalifa bin Zayed, el presidente de Emiratos, artistas árabes de la talla del libanés Marcel Khalifé y el iraquí Nasser Shaama, actores de Hollywood y otras caras conocidas agrupadas en torno a la figura de Sheikh Hamad bin Khalifa al Thani, el emir del Estado de Qatar y promotor de la idea junto a su hija, sheikha Al Mayassa bent Hamad bin Khalifa, a la sazón responsable de la Autoridad de Museos de Qatar.
"El museo, que es una muestra poco común de la riqueza de la historia islámica, servirá como centro cultural para los países de la región", se congratuló el presidente de EUA durante la inauguración, según recogió la agencia estatal WAM. "Pone de relieve los valores de la civilización musulmana y el papel de ésta en la aproximación a otras culturas y valores humanos", destacó por su parte Mayassa. "Queremos mostrar que el Islam es una civilización pacífica, que siempre ha llamado a la tolerancia y a la cohabitación entre los pueblos, que es una religión de tolerancia y conocimiento y no de terrorismo", añadió.
De hecho, el museo está concebido, en parte, como excusa para el diálogo y la promoción del islam. A la exposición, que podrá ser visitada a partir del 1 de diciembre, se añaden una biblioteca y un pabellón académico donde se impartirán a partir del próximo enero conferencias sobre arte, historia y civilización islámica, y que espera convertirse en un centro internacional de estudios islámicos.
El arquitecto Ieoh Ming Pei. (Foto: IBERPRESS)
Edificio de lujo
El edificio que alberga las instalaciones, situado en una isla artificial levantada a 60 metros del paseo marítimo de Doha, es de por sí una obra arquitectónica reseñable. Diseñado por el ganador del premio Pritzker 1983, el nonagenario arquitecto norteamericano de origen chino Ieoh Ming Pei, la construcción –que ha costado 300 millones de dólares- evoca una de sus más aclamadas obras, la Pirámide del Louvre en París, pero también recuerda un castillo de arena al más puro estilo arabesco. Pei encontró la inspiración en la fuente para abluciones de la mezquita cairota de Ibn Tulum, del siglo IX, entre otros edificios.
Sus cinco plantas distribuyen 35.000 m2 donde se exponen 800 valiosos objetos recogidos en tres continentes, desde España hasta India, muestra de la riqueza de la civilización musulmana desde el siglo VII (cuando aparece el Islam) hasta el siglo XIX. Los fondos del museo, sin embargo, ascienden a 4.500 obras de las cuales no se expondrán más de 800 a la vez.
Entre las piezas figuran manuscritos, cerámicas, muestras de la caligrafía islámica, astrolabios, textiles y piezas talladas en cristal, madera, marfil o metal y piedras preciosas, entre ellas 42 colosales piezas maestras que ya fueron exhibidas en el Museo del Louvre de Paris en junio de 2006.
Pero, ¿de dónde ha salido toda la colección, habida cuenta de que Qatar carece de yacimientos arqueológicos ni albergaba otros museos reseñables hasta la fecha? Cuentan que la familia real de Qatar, los Al Thani, comenzaron a adquirir las piezas hace algunos años. Lo hicieron en las subastas europeas a golpe de dólar, dejando estupefactos a los coleccionistas que veían cómo la cotización de las piezas islámicas se disparaba.
Ya habían encargado el proyecto del museo a Pei y necesitaban rellenar el colosal edificio. Y el resultado es, a juicio de los especialistas, sorprendente. "La colección no es muy grande en comparación con el Louvre o el Metropolitan, pero la calidad es increíble. Puede competir con las mejores colecciones del mundo", señalaba al Financial Times el antiguo director del Museo Victoria y del Museo Albert de Londres, Oliver Watson.
Mónica G. Prieto, Beirut, La mejor colección de arte islámico, en Qatar, 24 de noviembre de 2008