Walton Ford, complejidad y sencillez
Sin embargo, en Europa era casi un total desconocido hasta que hace un par de meses la Hamburger Bahnhof de Berlín asumía el papel pionero de sede expositiva de varios de sus trabajos.
Acuarela e instantaneidad
A la hora de ver sus obras expuestas lo primero que abruma es el hecho de que se trate de acuarelas de gran formato, derivantes de la hechura life-size típica de los primeros naturalistas. La técnica de la acuarela, dado su carácter de instantaneidad intrínseco y mínimo margen de error, ha estado siempre ligada al pequeño formato o al estilo abocetado. Walton nos avasalla tenue y doblemente por el despliegue de maestría y virtuosismo en un conjunto que rebosa redonda sencillez en formatos gigantescos. El horror vacui se desintegra en el orden de elementos distribuidos en diferentes planos de la percepción.
Suma de notas
No debemos pasar por alto un importante elemento en sus obras: la marginalia o suma de notas, glosas y comentarios al margen de los libros o en este caso dentro de las mismas acuarelas. La parte escrita de la obra (título, marginalia y textos que los acompañan) cumplen la función de abrir una llave de interpretación del misterio desplegado pictóricamente. Son textos expansivos que se configuran buscando una interpretación abierta, con ramificaciones complementarias y enriquecedoras que sin embargo no limitan ni sofocan el significado, sólo aparentemente, claro y directo. La fuentes que emplea son textuales y variadas, desde las cartas de Benjamín Franklin hasta los diarios de Leonardo da Vinci, pasando por testimonios de un director de Zoo, escritos de Hemingway, José Martí, DAF de Sade, ú obras como The Criminal Porsecution and capital Punishment of Animals, por E.P. Evans, 1906;
Ligazón con las fábulas
Su obra declara una fuerte ligazón con las fábulas, evidenciado en el hecho de seleccionar para el maravilloso libro de su trabajo editado por Taschen el título: The Pancha Tantra, que alude al que rotula el ejemplar ancestral de fábulas animales coleccionado desde el siglo III al V a.c. y considerado como el precursor de las Fábulas de Esopo y de la Fontaine. Corpus ambos de sabiduría popular y crítica social moralizante narrados con sencillez y claridad. Son protagonizadas por animales que personificando los vicios y virtudes humanas a través de juegos de espejos e identificaciones, participan en acciones por resolver generando a su conclusión una resolución instructiva. El título de la exposición realizada en el Hamburger Bahnhof fue Bestiarium, aludiendo claramente al compendio típico medieval hacia los que es evidente reconocer una deuda.
Referencias a los grandes
Nunca la complejidad y la sencillez se llevaron tan bien. Walton Ford apacigua con su estilo para luego provocarte una sorprendente turbación de rica lectura.