¿Pintaron los neandertales Altamira?
media.eurekalert.org scipak gallery images 2012-06 MNCI. SCIENCE
Las
pinturas rupestres de Altamira, así como las de otras cuevas del norte
de España, podrían haber sido realizadas por neandertales y no por
nuestros antepasados directos. Una nueva
datación, llevada a cabo con la técnica uranio-torio en 50 pinturas de
once cuevas españolas, ha revelado, en efecto, que esa forma de
arte primitivo es por lo menos 10.000 años más antigua de lo que se
creía y procede, por lo tanto, de una época en la que los
primeros Homo sapiens aún no habían llegado, o estaban llegando,
a Europa. El estudio ha merecido esta semana la portada de la revista
Science.
Los
investigadores, españoles, portugueses y británicos, dirigidos por
Alistair Pike, del Departamento de Arqueología y Antropología de la
Universidad de Bristol, analizaron 50 pinturas en once cuevas del norte
de España, entre ellas las de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo,
declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La
datación de pinturas en cuevas es una tarea extremadamente difícil y
para la cual los
métodos tradicionales, como el del radiocarbono, no resultan adecuados.
Según explica el propio Pike, «tenemos, o teníamos, un problema real a
la hora de elaborar cronologías fiables para el arte rupestre. Y una de
las razones para ello es que los arqueólogos utilizan el método de
datación del radiocarbono, que no es adecuado para fechar pinturas que
están elaboradas solo a base de pigmentos minerales (sin compuestos
orgánicos)».
Medición
con uranio
Además,
segun Pike, hay un segundo problema cuando se datan por radiocarbono
las pinturas rupestres: y es que «se toman muestras tan pequeñas que
los efectos debidos a una contaminación externa se magnifican de forma
tremenda. Por eso algunas dataciones por radiocarbono difieren de otras
también hechas por radiocarbono en la misma pintura; o incluso fechas
que se procesan de formas diferentes arrojan diferentes dataciones por
radiocarbono. Por eso, hemos intentado evitar esos problemas usando un
método completamente diferente y que está basado en ladescomposición
radiactiva del uranio».
Pike
y su equipo pueden haber encontrado, de hecho, la forma de terminar con
tanta controversia en la datación de las pinturas halladas en cuevas de
toda Europa. Según Joao Zihao, profesor del ICREA (Instituto Catálan de
Investigación y Estudios Avanzados) en la Universidad de Barcelona y
coautor del trabajo publicado en la revista «Science», «uno de los
mayores problemas es que sabemos muy poco sobre la cronología del arte
rupestre europeo. No sabemos si llegó (a Europa) junto a los primeros
humanos modernos (Homo sapiens, nuestra especie). No sabemos si ya
estaba allí antes de que ellos llegaran».
Por
eso, y dado que los métodos tradicionales de datación (como el
radiocarbono), no funcionan en los pigmentos de las pinturas, en los
que no hay elementos orgánicos, el equipo dirigido por Pike decidió
datar las pequeñas incrustaciones calcáreas que se han ido formando con
el tiempo sobre las propias pinturas. «Estas incrustaciones -explica
Pike- se han formado por el mismo proceso que da lugar a las
estalactitas y estalagmitas de las cuevas. E incorporan pequeñas
concentraciones de uranio radiactivo que se van descomponiendo en torio
a un ritmo constante.Midiendo
la cantidad de torio presente, podemos saber con precisión la edad de
las incrustaciones. Y dado que éstas se forman sobre las
pinturas y que, en ocasiones, las propias pinturas están realizadas
sobre esta clase de incrustaciones (grandes estalagmitas), podemos
obtener una edad mínima y una máxima para las pinturas».
Siluetas
de manos en El Castillo
Así,
por ejemplo, los investigadores han determinado que las siluetas de
manos que hay impresas en los muros de la cueva de El Castillo tienen,
por lo menos, 40.800 años, lo que las convierte en las pinturas
rupestres más antiguas de toda Europa, entre 5.000 y 10.000 años más antiguas que las que
hay en Francia.
Más
ejemplos: algunos de los símbolos de la famosa cámara policromada de
Altamira tienen por lo menos 35.600 años de antiguedad. Es decir,
10.000 años más de lo que se pensaba. Altamira, además, fue
periódicamente ocupada (y pintada) en un número indeterminado de
ocasiones a lo largo de un periodo que abarca por lo menos 20.000 años.
Al
aumentar la antigüedad de las pinturas rupestres aumentan también,
inevitablemente, las dudas sobre la autoría de esas obras de arte
primitivas. ¿Quién
pintó las cuevas? Los
nuevos datos implican que la tradición de pintar cuevas con pigmentos
de colores empezó en Europa hace más de 40.000 años. Pero resulta que
esa edad coincide plenamente con la llegada al Viejo Continente de los
primeros humanos de nuestra propia especie. Por eso, Pike y sus colegas
no pueden descartar la posibilidad de que los autores no fueran
nuestros antepasados, sino la «otra» especie humana que por entonces
vivía en Europa. Los neandertales, en efecto, ya estaban allí cuando
los primeros «humanos modernos» llegaron.
En
palabras del propio Pike, «las evidencias de la presencia de humanos
modernos en el norte de España se remonta a hace 41.500 años. Antes de
ese momento solo había neandertales». Lo cual, según los
investigadores, abre tres posibilidades diferentes a la hora de
explicar el origen de las pinturas rupestres. O
bien los humanos modernos trajeron consigo la pintura como parte de su cultura; o
bien la desarrollaron de forma muy rápida, nada más llegar,
quizá como respuesta a la competencia con los neandertales; o
bien las pinturas ya estaban allí y
los artistas no fueron ellos, sino los neandertales.
La
cuestión no es menor, ya que la capacidad de los humanos primitivos
para crear arte se considera como un hito de la máxima importancia para
la evolución de la cognición y la conducta simbólica, algo que está
íntimamente relacionado con el desarrollo del lenguaje y nuestra
capacidad de formar y vivir en sociedades complejas. Por no hablar,
claro, de que hasta hace poco se pensaba que los
neandertales carecían de esa conducta simbólica y que por eso
sucumbieron sin remedio ante la llegada de los primeros Homo sapiens,
nuestros antepasados, que gracias a su mayor capacidad intelectual
terminaron por dominar por completo el continente europeo.
«Tenemos
evidencias de arte simbólico prehistórico -explica Pike- en forma de
cuentas perforadas, cáscaras de huevos grabados y pigmentos en África
entre hace 70.000 y 100.000 años. Pero parece que las primeras cuevas
decoradas están en Europa. Un argumento para apoyar este desarrollo es
que la competencia por los recursos con los neandertales causó un
incremento en la capacidad de innovación cultural de los primeros
grupos de humanos modernos, algo que necesitaban para sobrevivir. La
otra posibilidad es que el arte rupestre empezara antes de la llegada
de los humanos modernos, y que sus autores fueran los neandertales. Lo
que sería un hallazgo
fantástico y supondría, además, que las famosas siluetas de manos en
las paredes de las cuevas eran, en realidad, una firma neandertal,
y no nuestra. Sin embargo, necesitamos llevar a cabo más dataciones
para estar totslmdente seguros de ello».
Los
investigadores, aunque aún no pueden demostrarlo sin posibilidad de
error, se inclinan pues a pensar que la posibilidad más realista es
precisamente la más espectacular: que los autores del arte rupestre no
pertenecían a nuestra especie. De hecho, y a pesar de las evidencias
africanas de un «arte simbólico» de 100.000 años de antiguedad, nunca
se ha encontrado en el continente negro una cueva decorada. Las
primeras, las más antiguas, son las del norte de España, y ahora
sabemos que tenían, por lo menos, 40.000 años.
¿Por
qué no en África?
¿Quién
pintó esas cuevas? ¿Por qué no se ha encontrado arte rupestre en
África? ¿Por qué, si «nosotros» ya teníamos arte simbólico hace 100.000
años, dejamos pasar 60.000 años antes de empezar a pintar cuevas? Las
respuestas definitivas tardarán aún en llegar. Nuevas
investigaciones podrían incluso encontrar muestras aún más antiguas y
procedentes, por lo tanto, de una época en la que no había rastro de
Homo sapiens en todo el continente europeo.
Los
que sí estaban allí, durante más de 250.000 años hasta que llegaron los
primeros hombres modernos, eran los neandertales...
José Manuel Nieves, Madrid: ¿Pintaron los neandertales Altamira?, ABC, 14 de mayo de 2012