SANAA, premio Pritzker 2010: "Reunimos simplicidad estética y complejidad técnica"

Minimalistas, herederos de Toyo Ito y alejados de los focos, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa forman SANAA, el estudio galardonado con el premio Pritzker 2010, considerado el Nobel de la arquitectura.

Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa

SANAA es el estudio de arquitectura que agrupa el trabajo de sus dos arquitectos, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, donde bajo el mismo espacio convergen las prácticas de ambos separados y conjuntamente. Son personalidades diferentes y obras con matices distintos cuyos ideales confluyen en SANAA. Esta compleja y fructífera asociación, ha creado los edificios más memorables y personales de la arquitectura de la última década a lo largo del mundo. Acaban de inaugurar en Lausanne el Rolex Learning Center y allí tenemos la oportunidad de pasear con ellos y de hablar de su trabajo.

Nacidos en Japón, Nishizawa (1966) es una década más joven que Sejima (1956) y comienzan a trabajar juntos en 1995, para construir una arquitectura que ellos mismos han definido “capaz de aunar simplicidad estética y complejidad técnica”. Bajo unos postulados personales que implican un inédito lenguaje, juntos han explorado procedimientos y espacios de gran audacia sin que la vanguardia abandone ninguno de los invariantes de la arquitectura. No son proclives a las formas inocuas, aunque su trabajo profundiza en la investigación de procesos generativos de espacios a partir de formas sinuosas y singulares. Tampoco están cautivos de su lenguaje y éste gira con sutiles referencias a su trayectoria sin citarse continuamente. Y son, ciertamente, científicos, desarrollando las tecnologías que puedan construir el espacio que sueñan. Son definitivamente poetas, capaces de elaborar con pocas palabras todo un espacio narrativo, evocador e inspirador que cautiva inmediatamente tanto al usuario como al espectador concentrado y provoca nuevos modos de habitarlo.


Sejima y Nishizawa describen su arquitectura en términos estrictamente disciplinares, muy inspirados por las personas: “Llegamos a las soluciones más apropiadas estudiando los programas y las relaciones entre sus partes. En otras palabras, nos preguntamos: ¿qué clase de espacio puede ser usado por la gente y que lo disfrute?” Sin embargo, la ligereza de las construcciones de SANAA referencia la delgadez de las particiones propias de la arquitectura japonesa, usando las propiedades de los materiales contemporáneos -son eruditos en trabajos con el vidrio- para expresar todas sus cualidades hacia su visión del espacio.

Pequeño y monumental
Las construcciones de Sejima y Nishizawa se organizan a partir de una estructura muy clara, visible, presente en el espacio. Su acción gravitatoria se consigue potenciar con una implantación precisa y dosificada. Con la escala, lo pequeño y lo monumental coinciden en el mismo método expresivo. Y la luz es en su paleta de trabajo el color con el que mejor trabajan el espacio. La luz, el viento y las sombras, que provienen del mundo natural, se insertan en sus edificios con majestuosa naturalidad: “Transformará el viento en una suave brisa y el soleamiento en un espacio luminoso”, indicaron a propósito del diseño de la piel que recubrirá el proyecto de ampliación del IVAM de Valencia, que confiamos se construya en breve. Ésta será la primera obra de SANAA en España.

Ilusión de vidrio

Pero es en el Pabellón del Vidrio en el Museo de Arte de Toledo (Ohio, EE.UU.) donde los arquitectos exploran los límites físicos y perceptivos del vidrio como envolvente, cerramiento y estructura del edificio. Sus planos curvos crean un espacio ilusorio, mutando la transparencia propia de la planeidad del vidrio en un espacio de refracciones sinuosas que confían a las distintas materialidades del vidrio su exposición a los reflejos y ópticas diversas, la esencia del edificio. La precisión con que el espacio se inscribe en la aurora de perspectivas y reacciones propias de un material que vibra, alteran la lectura del lugar, convirtiendo los recorridos en un paseo perceptivo, rico en gama de matices que infiere la luz a las distintas geometrías del vidrio.

En el New Museum de Nueva York, la verticalidad apilada de las salas de exposiciones, es capaz de romper la escala del área baja del este de la isla de Manhattan y llevar la esencia vertical de la ciudad al diseño asimétrico y abstracto de la composición. Escala y medida nuevamente contradichas, monumentalidad y neutralidad en el mismo plano. Y el orden roto y equilibrado de sus composiciones en planta, ahora apilado en vertical.

Su último proyecto construido es el Centro de Aprendizaje Rolex, de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne, y supone la construcción de un paisaje. Y la construcción, también, de un nuevo hábitat universitario, entre un área de estudio, un laboratorio, una red social y un jardín. Todas estas esencias mezcladas son el aire del espacio que circula por el Rolex. Porque en este edificio es el espacio el que se mueve y son las personas las que agitan el movimiento. Mientras que el promenade lecorbuseriano se basa en la arquitectura, en SANAA la dinámica del espacio está basada en el hombre, la gente se encuentra en la arquitectura. No en vano People meet in Architecture es el lema de la próxima Bienal de Arquitectura de Venecia, que Sejima dirigirá este verano. Y este encuentro lo crea en Laussane una arquitectura abierta, viva, que confía en la topografía ondulada del plano habitable para generar en continuidad visual muchos espacios diferenciados por el gradiente de las colinas que genera.

Un paseo por el Rolex

La experiencia espacial del Rolex Center es extraordinaria, construida con excelencia técnica. La mecánica del edificio es sorprendente, elevándose la losa de hormigón en ondulaciones abovedadas que permiten el acceso al interior desde patios de círculos alabeados, creando una tensión intensa al atravesar las faldas del edificio en un plano de intensa sombra. Sobre este primer plano, se desarrolla la actividad interior -biblioteca, café, aula, laboratorios-, en un continuo espacio público luminoso y profundo que forma el agora de la universidad: “Nos ha inspirado el hecho de pensar sobre espacios donde la agente pueda encontrarse, estudiar y crear nuevos vínculos de conocimiento”. Brillante.

Antón García-Abril: SANAA, premio Pritzker 2010: "Reunimos simplicidad estética y complejidad técnica", EL MUNDO / El Cultural, 29 de marzo de 2010