Ofensiva en defensa del 'Guernica'
La hipótesis de que el Guernica salga de las paredes del Reina Sofía para formar parte de un nuevo proyecto en el Salón de Reinos del Museo del Ejército vuelve a chocar con una doble y activa oposición. Se trata de una ofensiva en toda regla, vertebrada en dos frentes, que pretende convencer a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, de que ha llegado la hora de hablar alto y claro: en otras palabras, de que ha llegado la hora de confirmar que la obra magna de Pablo Picasso se quedará en el Reina como imprescindible principio y fin de la colección del museo.
Por una parte, los miembros del Patronato del Reina Sofía, y el propio director del museo, Manuel Borja-Villel, desplegarán hoy mismo en presencia de la ministra una batería de argumentos encaminada a que el cuadro no salga del museo. Será en el transcurso de una reunión ordinaria del patronato que, sin embargo, se ha adelantado una semana al calendario previsto. De hecho, el tema del traslado o no del Guernica no figuraba en el orden del día de este encuentro, previsto teóricamente para dar a conocer las últimas adquisiciones, obras en depósito y préstamos; pero finalmente ha sido incluido, después de que varios patronos del museo reclamasen en los últimos días información sobre este espinoso asunto.
El segundo frente de esta defensa del Guernica tiene la forma de una carta que, firmada por todos los ex directores (Tomàs Llorens, María Corral, José Guirao, Juan Manuel Bonet y Ana Martínez de Aguilar) y varios ex patronos del Reina Sofía, será enviada en los próximos días al Ministerio de Cultura. Su cometido: explicar al Gobierno por qué el testimonio de Picasso sobre la sinrazón de las guerras tiene que quedarse en el Reina en vez de formar parte de nuevas aventuras.
El proyecto de reunir en el Salón de Reinos del Museo del Ejército a los tres grandes genios de la pintura española -Velázquez, Goya y Picasso- con tres de sus grandes obras maestras -La rendición de Breda, Los fusilamientos del 3 de mayo y el Guernica, respectivamente- como una reflexión sobre la guerra ha puesto en guardia a quienes consideran que la obra de Picasso es inamovible.
Tanto la reunión del patronato, que tendrá lugar hoy en el museo, como la mencionada carta a Cultura tienen como base los mismos argumentos. En primer lugar, y sobre todo, el rechazo frontal a que un cuadro de las características del Guernica, aquejado de un delicado estado de salud, sufra cualquier manipulación o movimiento.
La opinión de los responsables del Reina Sofía es que nada ha cambiado en el estado de la pintura desde que un informe de 1998 avalado por 35 de los mayores expertos mundiales en restauración (procedentes de museos como la Tate, el Louvre, el Pompidou, el MoMA, la Pinacoteca de Munich, etcétera...) desaconsejaran hace años el traslado de la misma. El patronato del Reina Sofía y los responsables del centro pedirán amparo a la ministra de Cultura sobre este tema, porque consideran que, entre otros peligros, cualquier traslado de la monumental pintura podría dañarla a causa de las vibraciones.
Han sido ya varias las veces que el Patronato del Reina Sofía ha dicho "no" a la posibilidad de cualquier préstamo de la obra de Picasso por estos motivos de salud. La última de esas negativas llegó hace cuatro años, cuando responsables del Gobierno Vasco se dirigieron al museo para reclamar la presencia del Guernica en el Guggenheim de Bilbao.
La otra argumentación de quienes se oponen frontalmente al traslado se refiere a la propia condición del Guernica como eje inevitable de la colección permanente del museo madrileño. "El Guernica supone ni más ni menos que un millón de visitas anuales", asegura un ex director del Reina Sofía que prefiere permanecer en el anonimato y que no esconde su decidido rechazo a cualquier movimiento del cuadro. Por otra parte, y siguiendo la misma línea argumental, tanto los firmantes de la carta como los presentes en la reunión de hoy recordarán a Ángeles González-Sinde el Real Decreto de marzo de 1995, que establece claramente la división de las colecciones del Reina Sofía y el Museo del Prado. Según los firmantes de la misiva dirigida al Ministerio, cualquier intento de llevarse el Guernica a otro lugar afectaría "muy negativamente" al propio modelo del MNCARS. "No es correcto ni política ni historiográficamente que un museo quiera quitarle un cuadro a otro", afirma un antiguo directivo del Reina Sofía.
En concreto, los firmantes de la carta abierta a González-Sinde consideran que, si un día se moviera el Guernica, "se daría al traste con el esfuerzo humano y económico que a lo largo de todos estos años ha llevado a cabo muchos directores de museo y expertos". "Sin el Guernica, el proyecto del Reina Sofía no tiene ningún sentido", explica Tomàs Llorens, uno de los firmantes de la carta.
La ministra de Cultura se las verá hoy con esta ofensiva para impedir que la joya del Reina Sofía abandone el museo. Los patronos del Reina, sus ex directores y su actual máximo responsable esperan un pronunciamento claro de Ángeles González-Sinde. Esto podría inspirar la reacción de la ministra: recientemente, fuentes de Moncloa aseguraban a este diario que "el Guernica está perfectamente donde está".
La opinión de los responsables del Reina Sofía es que nada ha cambiado en el estado de la pintura desde que un informe de 1998 avalado por 35 de los mayores expertos mundiales en restauración (procedentes de museos como la Tate, el Louvre, el Pompidou, el MoMA, la Pinacoteca de Munich, etcétera...) desaconsejaran hace años el traslado de la misma. El patronato del Reina Sofía y los responsables del centro pedirán amparo a la ministra de Cultura sobre este tema, porque consideran que, entre otros peligros, cualquier traslado de la monumental pintura podría dañarla a causa de las vibraciones.
Han sido ya varias las veces que el Patronato del Reina Sofía ha dicho "no" a la posibilidad de cualquier préstamo de la obra de Picasso por estos motivos de salud. La última de esas negativas llegó hace cuatro años, cuando responsables del Gobierno Vasco se dirigieron al museo para reclamar la presencia del Guernica en el Guggenheim de Bilbao.
La otra argumentación de quienes se oponen frontalmente al traslado se refiere a la propia condición del Guernica como eje inevitable de la colección permanente del museo madrileño. "El Guernica supone ni más ni menos que un millón de visitas anuales", asegura un ex director del Reina Sofía que prefiere permanecer en el anonimato y que no esconde su decidido rechazo a cualquier movimiento del cuadro. Por otra parte, y siguiendo la misma línea argumental, tanto los firmantes de la carta como los presentes en la reunión de hoy recordarán a Ángeles González-Sinde el Real Decreto de marzo de 1995, que establece claramente la división de las colecciones del Reina Sofía y el Museo del Prado. Según los firmantes de la misiva dirigida al Ministerio, cualquier intento de llevarse el Guernica a otro lugar afectaría "muy negativamente" al propio modelo del MNCARS. "No es correcto ni política ni historiográficamente que un museo quiera quitarle un cuadro a otro", afirma un antiguo directivo del Reina Sofía.
En concreto, los firmantes de la carta abierta a González-Sinde consideran que, si un día se moviera el Guernica, "se daría al traste con el esfuerzo humano y económico que a lo largo de todos estos años ha llevado a cabo muchos directores de museo y expertos". "Sin el Guernica, el proyecto del Reina Sofía no tiene ningún sentido", explica Tomàs Llorens, uno de los firmantes de la carta.
La ministra de Cultura se las verá hoy con esta ofensiva para impedir que la joya del Reina Sofía abandone el museo. Los patronos del Reina, sus ex directores y su actual máximo responsable esperan un pronunciamento claro de Ángeles González-Sinde. Esto podría inspirar la reacción de la ministra: recientemente, fuentes de Moncloa aseguraban a este diario que "el Guernica está perfectamente donde está".
La trayectoria de un coloso del arte
- Entre mayo y junio de 1937, Pablo Picasso pinta el Guernica. Es un encargo de la Segunda República para el pabellón español de la Exposición Universal de París.
- En mayo de 1939, Picasso viaja a EE UU con el lienzo para recaudar fondos para los refugiados republicanos de la Guerra Civil española. La obra queda bajo la custodia del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
- El 8 de abril de 1973, a las 11.40, muere Pablo Picasso en París. Había pedido que el cuadro no volviera a España hasta que terminara la dictadura.
- El 10 de septiembre de 1981, el cuadro llega a España y queda instalado en el Casón del Buen Retiro, un anexo del Museo del Prado.
- El 26 de julio de 1992 se traslada en un camión articulado al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
- En 2009, Manuel Borja-Villel reordena la colección permanente del Reina Sofía. Su nuevo proyecto museístico pivota alrededor de la obra de Picasso.
Á García/B. Hermoso, Madrid: Ofensiva en defensa del 'Guernica', EL PAÍS, 16 de marzo de 2010