El silencio de Ai Weiwei

Hijo de Ai Qing, uno de los más famosos poetas modernos chinos, que sufrió las purgas durante el maoísmo, Ai Weiwei empezó su práctica artística a finales de los años setenta como activo miembro del colectivo Stars. De 1981 a 1993 vivió en Nueva York, donde desarrolló diversos proyectos experimentales y profundizó su admiración por artistas como Duchamp y Warhol. De vuelta a Pekín, radicalizó su trabajo crítico con obras desafiantes ante los símbolos del poder y contra la falta de libertad en la sociedad china actual. Colaboró con los arquitectos Herzog & De Meuron en el diseño de la estructura exterior del Nido de pájaro, el conocido estadio olímpico de Pekín. Aunque, posteriormente, se mostró contrario a la utilización partidista de los Juegos Olímpicos de Pekín del 2008 por el poder político.
Algunos de sus proyectos le han reportado duros enfrentamientos con las autoridades chinas. Sus investigaciones sobre la muerte de más de 5.000 niños provocada por el derrumbamiento de las deficientes edificaciones en el terremoto de Sichuán le acarrearon graves consecuencias. En septiembre del 2009 tuvo que ser operado de urgencia en Munich de una hemorragia cerebral provocada por los golpes de la policía china en Chengdu (Sichuán).
Celebrado por diversas de sus intervenciones –como el proyecto Fairytale para la Documenta 12, de Kassel, en el 2007, o por su instalación Pipas de girasol, presentada en el 2010 en la sala de las turbinas de la Tate Modern de Londres–, Ai Weiwei, con más razón tras su detención, se ha convertido en el más conocido artista chino actual en todo el mundo y en uno de los disidentes más destacados. La publicación de una selección de su blog, clausurado por las autoridades chinas en el 2009, y otros textos (Ai Weiwei's Blog. Writings, Interviews and Digital Rants, 2006- 2009), permite conocer el valor ético, estético y político de su obra intelectual y artística.