Carducho regresa a El Paular después de 177 años

Monasterio de El Paular, en Madrid, con lienzos del pintor Vicente Carducho (1576-1638)La serie de pinturas del pintor toscano Vicente Carducho (1576-1638) muestra la vida de san Bruno, fundador de la orden de los cartujos, desde que abandona la vida pública hasta que es santificado. Parece que su periplo vital es una especie de epopeya que transita constantemente desde el mundocelestial hasta el inframundo. Casi lo contrario que experimenta aquel que se acerque a este monasteriode la sierra madrileña: situado a 80 kilómetros de la ciudad, el Monasterio de El Paular, en Rascafría, resplandece en medio de un paraje serrano de abundante vegetación.


La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha presentado esta mañana el regreso de las 52 obras de la serie al monasterio. El Museo del Prado ha restaurado estos lienzos del siglo XVII dedicados a la orden de los cartujos que salieron de su emplazamiento original en la desamortización de Mendizábal en 1834, hace 177 años. "El final feliz" al que ha aludido la ministra en el acto se refiere a los avatares que han sufrido los cuadros hasta su reagrupación. Los lienzos se trasladaron en un primer momento al convento madrileño de la Trinidad. Más tarde se enviaron a depósitos de A Coruña, Burgos o Valladolid. Y durante la Guerra Civil se perdieron dos. Desde entonces hasta hoy, la tarea de rehabilitación y unión del conjunto ha sido un arduo recorrido que por fin concluye en el lugar de inicio, "de donde nunca debieron haber salido", según la ministra.

González-Sinde ha señalado que el monasterio "está llamado a convertirse, más de lo que ya lo es, en un sitio de referencia de la Comunidad de Madrid". Y no ha descartado una posible visita del papa Benedicto XVI durante su paso por la capitalpara la Jornada Mundial de la Juventud, del 16 al 21 de agosto: "Eso depende del Ministerio de Exteriores, pero con el calor que hace en Madrid en agosto, agradecería el fresquito de aquí".

Con este proyecto se pretende garantizar la protección de esta "gran riqueza cultural" y el "aprovechamiento cultural" del edificio más allá de 2014, que es cuando concluye la cesión actual a la orden benedictina, según la ministra. La restauración ha implicado también la modificación y reconstrucción de varias partes del monasterio. El ministerio ha invertido más de 12 millones de euros en un proyecto "apasionante", según Leticia Ruiz, conservadora jefe de la restauración.



Las obras de Vicente Carducho que componen la serie fueron realizadas entre 1626 y 1632. Cada lienzotiene relación con el anterior. En el monasterio este conjunto recupera no solo aspectos materiales sino también una dimensión intelectual. Leticia Ruiz ha indicado que se trata de una de las grandes cartujas no solo española sino también europea, y ha destacado queesta colección, tanto en número como en intensidad, es "la más importante".


Conversión de san Bruno. El pintor italiano inicia su serie dedicada a la vida y milagros de san Bruno con la conversión a cartujo a raíz de ver cómo se castigaba a un hombre inocente. En este lienzo se puede observar la perfección de las proporciones y el uso de colores primarios.
El milagro del manantial. La representación de los cartujos, con sus vestimentas blancas, alabando el milagro del manantial le sirve a Vicente Carducho como ejercicio pictórico para ordenar las figuras humanas y destacarlas ante la naturaleza, aunque en dependencia de esta.
San Bruno renuncia al arzobispado. Tras la visita al papa Urbano II y la cesión del arzobispado en el Reggio di Calabria (Roma), san Bruno rechaza su cargo y se dedica de pleno a la vida monacal en la cartuja.
La virgen María y san Pedro se aparecen a los primeros cartujos. La diferencia entre el mundo superior, celestial, y el terrenal se puede apreciar en este cuadro que muestra una de las apariciones a los cartujos. El lienzo tuvo que ser restaurado fotográficamente debido a los grandes daños que sufría.
San Bruno reza en la soledad de la torre de Calabria. La vida de cartujo incluye el silencio de un retiro espiritual, el rezo por las personas perdidas y la meditación intelectual. Además, en este cuadro se puede apreciar el retrato del entorno que rodea las cartujas.
Muerte de San Bruno. Con la pintura de la muerte de san Bruno Carducho imitó los métodos de Caravaggio y mostró su capacidad para utilizar todas las técnicas renacentistas.
Aparición de la virgen a un cartujo. En esta aparición, Carducho expone los miedos y las inseguridades de los cartujos a pesar de su aislamiento y dedicación intelectual. La inclusión de figuras monstruosas las utiliza a menudo para distinguir entre pensamientos y realidad.

Alberto G. Palomo, Madrid: Carducho regresa a El Paular después de 177 años, EL PAÍS, 28 de julio de 2011
Fuente vídeo: ABC