Mateo Inurria, una nueva visión del escultor cordobés

Del 8 de mayo al 5 de julio de 2007, se viene celebrando en Córdoba la mayor exposición que hasta ahora se le ha dedicado al escultor local Mateo Inurria, tratando así de proporcionarle un lugar destacado dentro del panorama artístico español de los siglos XIX y XX; se exhiben 185 piezas -76 obras del escultor, 41 piezas de varios de sus coetáneos, unos 50 dibujos y bocetos y fotografías de la época- con el fin de dar una visión general de su producción y del momento artístico que vivió (1867-1924); asimismo, colaboran 13 museos, 7 galerías y, además, de diversas colecciones particulares de ciudades como Córdoba, Bilbao, Barcelona o Valencia.

La muestra, titulada Mateo Inurria y la escultura de su tiempo, realiza un recorrido por su obra así como por el contexto artístico de su tiempo, marcado por el final del academicismo del siglo XIX y la irrupción de las vanguardias en la escultura española en el siglo XX. Uno de los comisarios de la obra, Javier Pérez, afirmó que "los retratos y los desnudos femeninos de Inurria no son vanguardistas, pero sí muy modernos, en cuanto que transmiten la viveza y son muy sensoriales hasta tener un punto de abstracción poética". Pérez, quien recordó el reconocimiento que tuvieron sus esculturas y monumentos en toda España, explicó que el escultor comenzó realizando un tipo de escultura realista, luego intuyó el impresionismo y el cubismo de las vanguardias (retrato del torero Lagartijo), mientras que su última etapa fue de vuelta a un arte más clasicista.

Dentro de esta muestra, que recuerda el 140 aniversario del nacimiento de Mateo Inurria, según los comisarios Jaime Brihuega y Javier Pérez Segura, se ha concebido un itinerario por las cinco sedes con el que se pretende evitar la monotonía y reinterpretar de nuevo el espacio del Museo de Bellas Artes. La ciudad está debidamente señalizada con una "identidad gráfica" de la exposición, pero sin esculturas por las calles. La seriedad y la solemnidad, rasgos que caracterizan a Inurria, es lo predominante. El escultor cordobés se movió "en una época que es un pequeño ángulo muerto de la historiografía" y ahora se trata de realizar "una revisión en sus justos términos". Su propuesta escultórica de modernidad se centró en el retrato y el desnudo femenino. "Sus obras tienen una grado de abstracción poética, pero transmiten sensaciones táctiles y visuales". Mateo Inurria fue un escultor que cultivó el naturalismo, pero que introdujo aires modernos en algunos momentos, siempre jugando con las grandes dimensiones. Este aspecto es uno de los que complica más el proyecto, por la dificultad al mover las piezas. El tamaño ha sido el criterio de selección en las distintas sedes para que se puedan ver desde un punto de vista monumental. La colección reúne casi la totalidad la obra escultórica de Inurria que se conserva en la actualidad, con excepción de los monumentos que no se pueden trasladar pero que también estarán representados a través del material fotográfico.

El Ayuntamiento de Córdoba, la Fundación Cajasur, la Fundación Provincial Rafael Botí, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Universidad de Córdoba aportan los recursos económicos y humanos de esta ambiciosa exposición. El mapa diseñado se inspira en el que la ciudad siguió en el 2003 con otro de sus artistas más célebres, Julio Romero de Torres. En esta ocasión, se han sumado la Junta y la Universidad. Grandes carteles llenos de sobriedad, rasgo de Inurria, anuncian por calles y plazas la celebración de este acontecimiento en la ciudad que aspira a convertirse en Capital Cultural de Europa en el 2016.

Las sedes de la exposición se distribuyen de la siguiente manera:
  • En el Museo de Bellas Artes (la sede 1 en la Plaza del Potro) se mostrará una selección de importantes esculturas del artista, sobre todo, las de su inicial etapa realista; además, un gabinete de dibujos y una reconstrucción de materiales e instrumentos que Inurria utilizaba en su taller.
  • La sede 2 corresponde a la sala de muestras de Vimcorsa (calle Ángel de Saavedra, 9), dedicada a una parte fundamental de la producción de Inurria: sobre todo retratos, bustos y desnudos femeninos. Además, esta sala permitirá conocer su intensa labor como restaurador de monumentos de Córdoba, como la Mezquita y Medina Azahara.
  • En la sala 3 de Puerta Nueva (Ronda de Andújar) están representados los monumentos públicos y privados que diseñó y que en ocasiones llegó a realizar Inurria. Se exhiben planos, dibujos artísticos, bocetos de piezas y fotografías de la época y demás documentación que ayudará a comprender dichos proyectos. Asimismo, se incluye una interpretación fotográfica actual sobre algunos de esos monumentos.
  • El Palacio de la Merced (sede 4 en la Plaza de Colón, 15) ) acogerá una exposición paralela las, esculturas de pequeño formato que realizaban los artistas contemporáneos de Inurria. Entre las piezas que se podrán admirar figuran obras de Julio Antonio, Benlliure, Blay, Clará, Capuz, Gargallo, Victorio Macho, Planes o Mateo Hernández.
  • Por último, en la última sede, la Sala de Exposiciones Museísticas de CajaSur (Ronda de los Tejares, 8), se pretende establecer un diálogo abierto entre algunas de las obras de gran formato y más importantes de Inurria y las de otros contemporáneos como Julio Antonio, Nemesio Mogrobejo o Moisés Huerta, etc.

En opinión de Jaime Briguera, Profesor titular de historia del Arte de la universidad Complutense de Madrid y comisario de la Exposición, se debe comenzar bien por Cajasur, o bien por el Palacio de la Merced por la sencilla razón de que ahí están los autores contemporáneos que explican el laberinto de tendencias en el que se movió el escultor cordobés. Visitando las piezas de pequeño formato que están en La Merced y las de gran formato que están en Cajasur (el orden de ambas sedes es indiferente) podemos ver cómo están presentes el cambio de siglo y el simbolismo modernista, el Noucentismo catalán, la vuelta a la clasicidad, el realismo con vocación idealista y, finalmente, la aparición de los realismo modernos. De esta manera, la obra de Mateo Inurria queda perfectamente encajada, con el 90% de los escultores que a él se vincularon.

Considera, además, hay representado más de 30 escultores de su época y que hemos eforzado la presencia de Julio Antonio (con tres piezas), de Victorio Macho (con tres) y de Miguel Blay (con otras tres) porque Macho cubre tres o cuatro registros que luego aparecen en Mateo Inurria. Julio Antonio es una referencia perenne para todo lo que es el simbolismo español en las primeras décadas y Miguel Blay es la primera transformación de la sensibilidad simbolista que el modernismo catalán puso en marcha. Hay un refuerzo también de Barral, Hugué y de Clará. Con este último hemos querido mostrar que evoluciona desde el modernismo hasta el Noucentismo catalán que es una alternativa diferente de Inurria, un contrapunto que nos ayuda a entenderlo en la buena dirección.

Inmediatamente después, Vimcorsa tiene el grueso de la obra escultórica de Mateo. Allí se puede contemplar, comprender y recordar lo que hemos visto de este contexto. El Museo es una continuación de Vimcorsa, reitera algunas piezas en otro material o tiene unas hermosísimas piezas que no están en Vimcorsa, amén de los dibujos, los cuadernos de viajes y demás. Y el punto final, Puertanueva, donde toda la escultura monumental, tanto la que se realizó y existe, que está fotografiada por Emilio Sánchez, como la que se ha destruido y está presente en fotografías de época, así como una serie de bocetos y dibujos, completan espléndidamente la panorámica sobre Mateo Inurria.

Fuentes: