El Prado se llena de ensueño con la pintura victoriana
Hasta ahora nunca se habían visto en España, y desde el 24 de febrero de 2009 estarán colgados en el Museo del Prado: 'El sol ardiente de junio', de Leighton, y 'El sueño del rey Arturo', de Avalon, dos de los lienzos más simbólicos de la pintura inglesa del XIX. La muestra, patrocinada por BBVA y que lleva por lema 'La bella durmiente. Pintura victoriana de Arte de Ponce', contribuye a paliar temporalmente la escasez de pintura británica en el Prado y reúne una selección de 17 obras (10 pinturas y siete estudios sobre papel) de la pintura inglesa del siglo XIX. Además de los lienzos citados, la muestra incluye obras de John E. Millais (1829-1896), Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), Thomas Seddon (1821-1856) y William Holman Hunt (1827-1910), todas ellas procedentes del Museo de Arte de Ponce de Puerto Rico.
'El sueño del rey Arturo en Avalón', de Edward Coley Burne-Jones. | EFE
Reacción contra el conservadurismo
Los cuadros se inscriben en la 'Hermandad Prerrafaelita', una corriente que surgió en 1848 con la intención de reformar o ir en contra de la pintura inglesa de ese momento, que se regía por unas líneas muy conservadoras y grises establecidas por la Royal Academy. Los prerrafaelitas toman su nombre de su admiración por los primitivos italianos anteriores a Rafael, una corriente estética cuya aspiración era cambiar el arte religioso y renovarse con el simbolismo romántico o la inspiración libre de la naturaleza, a la que miraban atentamente para saber expresar sus ideas. El mundo onírico y simbólico de William Blake fue uno de los más reivindicados por estos artistas, quienes se sentían fascinados por la obra de Fra Angélico o Botticelli, y un deseo de inocencia y pureza, como ha recordado este lunes el director del Museo de Arte de Ponce, Agustín Artiaga. Así, la ensoñación, el sueño, la evocación, las hadas, la luz y la belleza simbólica llenarán las salas del Prado, donde estos días también cohabitarán con la crudeza existencial y la soledad del hombre del siglo XX representada por Bacon.
Préstamo por reforma
'Sol ardiente de junio', de Frederic Leighton. | EFE
'Sol ardiente de Juno' es la obra más célebre del Museo de Ponce de Puerto Rico, que representa a una joven con un vestido de seda naranja sentada en unas escaleras y acariciada por un sol mediterráneo. Dormida y evadida de todo, se mira la cara con 'La bella durmiente', de Edward Coley; 'El sueño del rey Arturo', de Avalon; 'La señorita Gladys', de Holman Hunt; 'La viuda romana', de Dante Gabriel Rossetti, o 'La huida de un hereje', de John Everett Millais.
Las obras han podido viajar al Museo del Prado en un momento en que se están llevando a cabo obras de ampliación en el museo de San Juan de Puerto Rico. El Museo de Arte Ponce fue fundado por 1959 por Luis A. Ferré (1904-2003), un amante del arte y de la belleza y destacado economista y político de ese país, que murió con 100 años, como ha recordado su nieta, quien dijo que compró estas obras cuando nadie apostaba por ellas.
Carmen Sigüenza, (Efe): El Prado se llena de ensueño con la pintura victoriana, El Mundo, 23 de febrero de 2009
'El sueño del rey Arturo en Avalón', de Edward Coley Burne-Jones. | EFE
Reacción contra el conservadurismo
Los cuadros se inscriben en la 'Hermandad Prerrafaelita', una corriente que surgió en 1848 con la intención de reformar o ir en contra de la pintura inglesa de ese momento, que se regía por unas líneas muy conservadoras y grises establecidas por la Royal Academy. Los prerrafaelitas toman su nombre de su admiración por los primitivos italianos anteriores a Rafael, una corriente estética cuya aspiración era cambiar el arte religioso y renovarse con el simbolismo romántico o la inspiración libre de la naturaleza, a la que miraban atentamente para saber expresar sus ideas. El mundo onírico y simbólico de William Blake fue uno de los más reivindicados por estos artistas, quienes se sentían fascinados por la obra de Fra Angélico o Botticelli, y un deseo de inocencia y pureza, como ha recordado este lunes el director del Museo de Arte de Ponce, Agustín Artiaga. Así, la ensoñación, el sueño, la evocación, las hadas, la luz y la belleza simbólica llenarán las salas del Prado, donde estos días también cohabitarán con la crudeza existencial y la soledad del hombre del siglo XX representada por Bacon.
Préstamo por reforma
'Sol ardiente de junio', de Frederic Leighton. | EFE
'Sol ardiente de Juno' es la obra más célebre del Museo de Ponce de Puerto Rico, que representa a una joven con un vestido de seda naranja sentada en unas escaleras y acariciada por un sol mediterráneo. Dormida y evadida de todo, se mira la cara con 'La bella durmiente', de Edward Coley; 'El sueño del rey Arturo', de Avalon; 'La señorita Gladys', de Holman Hunt; 'La viuda romana', de Dante Gabriel Rossetti, o 'La huida de un hereje', de John Everett Millais.
Las obras han podido viajar al Museo del Prado en un momento en que se están llevando a cabo obras de ampliación en el museo de San Juan de Puerto Rico. El Museo de Arte Ponce fue fundado por 1959 por Luis A. Ferré (1904-2003), un amante del arte y de la belleza y destacado economista y político de ese país, que murió con 100 años, como ha recordado su nieta, quien dijo que compró estas obras cuando nadie apostaba por ellas.
Carmen Sigüenza, (Efe): El Prado se llena de ensueño con la pintura victoriana, El Mundo, 23 de febrero de 2009