El Niemeyer en Avilés enseña sus tripas
Estas visitas son una curiosa forma de acercarse a un edificio, más aún cuando se trata de uno de los arquitectos vivos más reconocidos. Algo así como acudir a visitar un monumento. "Impresionará ver el auditorio sin la caja escénica, con zonas sin terminar... Esas tripas que no se suelen ver de los edificios", señaló Roberto Alonso, uno de los arquitectos que lleva a cabo el proyecto del brasileño, durante una visita para la prensa.
Lo que se verá son las bases de un centro cultural que cuenta con ilustres amistades como la de Woody Allen -quien el próximo lunes estará en la ciudad presentando su nueva película, 'Conocerás al hombre de tus sueños'- y que ha servido para empezar a cambiar una ciudad que ha sufrido la crisis de la industria que primero le vio crecer y colocarla en primera línea del ámbito cultural en España. Sirve, además, para cambiar el paisaje, por contraste de la arquitectura moderna con el caso histórico de la villa, declarado Conjunto Histórico Artístico.
Una de las cosas más llamativas del auditorio, cuya altura sería el equivalente a un edificio de ocho plantas, es el vacío que hay de momento sobre lo que sería la pared trasera del escenario. Se trata de un escenario reversible. Donde ahora hay un vacío, como si de una ventana gigante se tratase, se colocará una puerta guillotinada que permitirá, además de dirigir el espectáculo hacia el interior, con aforo de 998 personas, hacerlo hacia las miles que cabrían en el exterior, en la plaza que rodean los cuatro edificios.
Sobre sus paredes exteriores hay ahora varias pruebas de ‘blancos’. Se estudia qué pintura puede resistir mejor las condiciones climatológicas y la cercanía al mar. Está ubicado en la orilla de la ría y, cuando esté acabado, ofrecerá una nueva forma de observar la ciudad. Una torre mirador rodeada de ventanas, que aún no se puede visitar, ofrecerá una panorámica de 360 grados la variedad de paisaje: la urbe a un lado, la ría a otro, la zona industrial, con altos hornos, grúas e industria, en otro, las colinas en las que asoman las infinitas tonalidades del verde asturiano...
El centro viene a unir pasado y futuro de la ciudad. Una parte del territorio inundado en los años 50 por la orquesta de acero y humo de la industria siderúrgica ha dejado paso a la inyección de resplandor de la sinuosa arquitectura del brasileño, amante de las curvas por inspiración del cuerpo femenino y las playas de Copacabana.
Los edificios estarán unidos por una práctica pasarela con techo, aunque abierta, que no eche para atrás a los visitantes en los días en que el tiempo no acompañe. En Avilés, el año pasado, llovió 179 días.
Arquitectura silenciosa
Pese a verlo en obras, la sensación que transmite el centro es de pulcritud y tranquilidad. Algo que responde, según Alonso, al modo en que se han integrado las instalaciones en el diseño de Niemeyer, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1989. "Es una arquitectura silenciosa y, por eso, ha sido todo un reto integrar de forma armónica los sistemas para la climatización y la iluminación no es fácil", indicó.
Complementa el conjunto un edificio polivalente, donde estará la única sala de cine de versión original en Asturias. Será el lugar para cursos, talleres, clases magistrales, con cafetería y restaurante... Y todo lo que quepa en esa programación del Niemeyer que tiene vocación multidisciplinar, en un intento de seguir los pasos de centros como el Pompidou parisino o el Barbican londinense.
La idea es inaugurar de forma oficial el Centro Niemeyer el próximo 15 de diciembre, día en el que el arquitecto brasileño que regaló este proyecto a Asturias cumplirá 103 años, aunque la puesta en marcha no está tan clara. Se espera que en primavera ya funcione al 100%. Una exposición de Carlos Saura será uno de los primeros proyectos que visitar, ya sin cables y con toda la blancura que se decida.
Lucía González | Avilés (Asturias): El Niemeyer enseña sus tripas, EL MUNDO, 19 de agosto de 2010