Norman Foster, huida hacia la cima
Una biografía dibuja el humilde origen y la tremenda ascensión del arquitecto - Grandes obras maestras, pero también algunos fracasos configuran su carrera Norman Foster nació en el lado equivocado de las vías que separaban el centro de Manchester de los húmedos suburbios. Hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeño, el arquitecto creció con la ambición de huir de su suerte y con la desazón de discrepar del conformismo de sus padres. Robert y Lillian Foster estaban orgullosos de que su único hijo consiguiera trabajo en el Ayuntamiento tras hacerlo en una panadería y en un garaje. Corría el año 1957 y Foster tenía 22 años. La familia ascendía socialmente, pero tantas horas encerrado ahogaron pronto al joven. No había teléfono en casa de los Foster. Tampoco libros. La televisión no existía. Leían el Manchester Evening News. Foster no fue un chico alegre. Vivía con la sensación de estar siempre fuera de sitio: sabía demasiado para jugar con los chicos de su barrio pero no log...