La dinastía de pintores Madrazo regresa a su ciudad de adopción y formación
Un total de 66 obras de tres generaciones de pintores españoles del siglo XIX, conocidos como 'Los Madrazo' y muy ligados a la Ciudad Eterna, donde algunos nacieron, vivieron y se formaron artísticamente, se muestran en la exposición 'El mundo de los Madrazo' en la Real Academia de España. Gracias a estas creaciones, en su mayoría retratos y algunos costumbristas, "el público italiano tendrá la oportunidad de conocer a una familia de artistas muy vinculados a esta ciudad y con una interesantísima historia como dinastía que se desvela en detalles de muchas de sus obras", comentó la comisaria Montserrat Martí. "Cada retrato tiene una historia fantástica, todo un mundo detrás", agregó la comisaria, quien adelantó que se prepara un libro y una película sobre el ilustrado linaje.
'Estudio de un pintor' (1856-58), de Raimundo Madrazo. (Foto: EFE)
La exhibición, organizada por la Comunidad de Madrid, enlaza la historia del arte de los dos países a través de la obra y la vida de una familia de intelectuales, poetas, arquitectos, músicos y pintores que mostraron siempre su admiración por la historia, el ambiente, el arte y las costumbres de Roma. Una muestra que, a lo largo de tres generaciones de artistas, representa diferentes tendencias pictóricas del siglo XIX español, desde el Neoclasicismo del periodo de Fernando VII, del que fue un claro exponente José de Madrazo, hasta el Romanticismo de Federico, las pinturas por encargo de Luis o los trazos ya impresionistas de Raimundo y Ricardo.
La prolífica dinastía trató diversos géneros: pintura histórica, pintura religiosa y los que se exhiben en Roma: retratos de la familia Madrazo, de burgueses, de aristócratas, artistas y hasta miembros de la realeza, siempre transmitiendo el pulso de la época. Cuadros como 'La reina Isabel II niña, abrazando una paloma' (1834) o 'Los piferaros tocando una oración'(1812), entre otros, del patriarca José de Madrazo, ocupan una sala. El resto están dedicadas a la obra de sus descendientes con delicadas telas: 'Luisa, Rosa y Raimundo, hijos del pintor', de Federico de Madrazo de (1845); 'María Teresa de Madrazo y su prima María Luisa Fortuny', de Luis de Madrazo (1880); un óleo sobre cartón conocido como 'Retrato de Isabel de Madrazo' (1859), de Raimundo de Madrazo y un óleo sobre tabla llamado 'Luisito Daza muerto', de Ricardo de Madrazo (1895).
'Luisa, Rosa y Raimundo, hijos del pintor', de Federico de Madrazo (1845).
Amigos de la burguesía romana
La relación de los Madrazo con Roma se remonta a 1803, cuando José de Madrazo viajó a la ciudad, donde nacieron seis de sus once hijos, entre ellos Federico, quien regresó en 1839 y Luis, que vivió en la capital italiana cinco años, explicó el comisario Carlos González. La tercera generación la componen los hijos del mejor retratista de la época, Federico: Raimundo, también nacido en Roma en 1841 y donde trabajó, al igual que su hermano Ricardo quien pintó junto a Mariano Fortuny Marsal. Roma no fue pues una ciudad de paso para los Madrazo, sino que establecieron estrechos vínculos de amistad con artistas de todas las nacionalidades instalados allí y especialmente con las más destacadas entidades y personalidades de la ciudad. A través de sus agendas personales y de su correspondencia se puede evocar casi un siglo de la vida y arte de la capital italiana, mientras que su obra destila una vida familiar de vericuetos y entresijos típicamente galdosiana.
José y Federico de Madrazo, pintores de la Real Cámara Española y del Real Museo del Prado, ejercieron destacados cargos artísticos en España. Federico, como director de la Academia y de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, defendió y marcó las pautas de la entidad, mostrando siempre un enorme interés por el progreso del arte español en la Ciudad Eterna, donde creó la Real Academia de España en Roma. "Por ello" -dijo el Comisario González- "se ha elegido Roma para la primera vez que sale de España la colección", que ha sido organizada por la Comunidad de Madrid con la colaboración en la producción de Seacex. La Comunidad de Madrid adquirió en 2006 la colección, compuesta por 84 pinturas, que pertenecía a los descendientes de María Teresa de Madrazo y de Madrazo, hija única de Luis de Madrazo Kuntz y de su sobrina Luisa de Madrazo Garreta, explicó el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. La colección sobrevivió a la Guerra Civil al ser evacuada a Ginebra bajo el auspicio de la Sociedad de Naciones junto a miles de obras de arte españolas, y regresó a Madrid, donde se guardaba desde 1917 en un céntrico piso hasta que fue comprada por la Comunidad de Madrid.
Carmen Postigo (Efe, Roma): La dinastía de pintores Madrazo regresa a su ciudad de adopción y formación, El Mundo, 17 de octubre de 2008