Picasso y sus personajes
La Galería Mayoral de Barcelona exhibe a partir de hoy un total de 35 obras de Picasso, realizadas entre 1898 y 1971 y en las que están presentes "los personajes Picassos de toda una vida, con los que el artista sobrevuela el arte clásico y moderno", según señala su hija Maya en el catálogo de la muestra. El crítico de arte y comisario de la exposición Daniel Giralt-Miracle señala que "ante esta colección de 35 obras cabe preguntarse una vez más cuál es el elemento de identidad de Picasso, cuáles son las constantes picassianas que hacen que ante tanto eclecticismo, tanta variedad de procedimientos y de formas de entender la obra de arte detectemos el sello inconfundible de su quehacer".
Una joven contempla 'Nu agenouillé et amour', una de las 35 obras de Picasso realizadas entre 1898 y 1971
Giralt-Miracle recuerda que el propio Picasso confesó a un amigo que él era un pintor "sin estilo" y "probablemente era verdad, porque durante toda su vida luchó precisamente para evitar estar limitado por un estilo". El crítico e historiador del arte concluye: "lo que realmente define la obra picassiana es precisamente que, más allá de los estilos, supo demostrar que no hay una sola manera de mirar el mundo, sino múltiples, y que todas intentan aproximarse a la realidad". Maya Picasso reconoce que en la exposición se puede palpar "toda la fantasía de juventud, su curiosidad y su aplomo, como si miles de artistas se hubieran dado la mano para dibujar sus emociones, el descubrimiento de las mujeres, de los hombres, de las líneas". El itinerario expositivo comienza con Horta de Sant Joan (1898), un dibujo que testimonia la experiencia que Picasso vivió a los 17 años en el pequeño pueblo de la Terra Alta.
Para Maya Picasso, el paisaje de Horta es "uno de los primeros descubrimientos que mi padre adoptó a lo largo de su vida para el progreso de su arte y el del siglo XX". Del mismo período son dibujos como Quatre tétes d'élégantes, Deux danseuses y La rentrée des classes, todos caracterizados por el trazo libre, la huella del carbón o del pastel. De 1900, cuando Picasso presenta su primera exposición individual en los 4 Gats y hace su primer viaje a París, es el óleo Village catalán, que ilustra la ruta catalana que el pintor malagueño hizo por poblaciones como Cadaqués o Ceret y el paisajismo que se transita entre el impresionismo y Cezanne. Junyer le satyre (1902) es una muestra de la serie altamente erótica, efectuada entre 1902 y 1903, sobre los juegos sexuales que practicaba el pintor y sus amigos, en este caso, el también artista y coleccionista Sebastià Junyer Vidal.
Mare i fills (1905), una escena tierna y familiar, es un dibujo preparatorio de la famosa tinta china y acuarela Familia de saltimbanquis, que se encuentra en el Museo de Baltimore. En la muestra se ilustran algunos de los temas recurrentes en la obra de Picasso como los personajes del circo en Pierrot assis dans un paisaje (1918), la mujer de Femme nue (1941), la mitología de Deux centaures (1946), la familia de Paloma Picasso a los tres años y medio (1951) o temas clásicos de la historia del arte como los guerreros o los nobles de Deux hommes en armare (1951) o la tauromaquia de Toros y toreros (1963).
La obra Dedicatoria 'Pour Broder' (1960), realizada en la portadilla del libro Picasso: Les Ménines et la Vie, de Jaume Sabartés, remite a la serie de 1957 en la que Picasso releyó el cuadro de Velázquez a través de 50 variaciones que en 1968 regaló al Museo Picasso de Barcelona. Para Giralt-Miracle, este pequeño dibujo, que representa a la infanta Margarita María y su perro a sus pies y un caballete de pintura, "no deja de constituir la variación 51 porque recupera todos los motivos de esta gran serie". También están representados algunos de sus estilos más reconocidos como el cubismo de Intérieur avec guitare (1920), la caricatura de una dedicatoria a Manuel Pallarés (1955), el dibujo esquemático de otra dedicatoria con un dibujo del Quijote (1958) o la naturaleza muerta Pipe et paquet de tabac (1921).
[Efe, Barcelona]: Picasso y sus personajes, El País, 17 de septiembre de 2008