París reúne en tres museos a Picasso y sus maestros
Es la exposición más ambiciosa de cuantas se anuncian esta temporada en París y ha precisado años de intensas negociaciones con algunos de los más grandes museos del mundo. Desde el 8 de octubre de 2008 está abierta esta exposición titulada 'Picasso y los Maestros' y ubicada en las Galerías del Grand Palais, y los Museos del Louvre y de Orsay de París, que muestra obras del pintor malagueño junto a la de otros grandes maestros de la pintura que le sirvieron de inspiración y referencia. El coste estimado de la exposición, incluidos los seguros, asciende a 4.3 millones de euros, lo que la convierte en la más cara de cuantas se han diseñado en Francia. En ellos puede verse el resultado de un trabajo muy riguroso por parte de las dos comisarias de la muestra: Anne Baldassari, directora del Museo Picasso de París, y Marie-Larue Bernadac, conservadora del Museo del Louvre.
"Es el único artista que asumió toda la historia de la pintura. Decía que quería revolucionar la pintura pero sólo a partir de la pintura", explica Anne Baldassari; a su vez, Bernadac ha querido recordar que Picasso decía que "un pintor es finalmente un coleccionista que hace él mismo los cuadros que le gustaron de los otros" y que 'no hay pasado ni futuro en el Arte", ya que 'todas las obras deben vivir siempre en el presente". La comisaria ha explicado que se quiere mostrar precisamente "la mirada viva de un artista hacia las obras de su pasado" y que es "esa relación entre pasado y presente la que fundamenta la exposición". Ambas comisarias Anne Baldassari y Marie-Larue Bernadac no han cesado de recalcar que la ocasión será única e irrepetible, entre otras razones dada la enorme dificultad de conseguir los prestamos solicitados por la Reunión de Museos Nacionales de Francia (RMN).
La idea es sencilla pero difícil -y carísima- de materializar. A lo largo de su vida, Picasso canibalizó telas y estilos de otros grandes pintores: Rembrandt, Velázquez, Goya, Manet, Ingres, Zurbarán, Cézanne, El Greco, Van Gogh, Ribera, Renoir, Poussin, Gauguin, Le Nain, Puvis de Chavannes, Chardin, Cranach, Delacroix, Degas, Tiziano, Courbet o el aduanero Rousseau, por citar los parentescos más evidentes. Pues bien, todos ellos, con una, dos, o cinco telas, han acudido al Grand Palais para rendir y recibir homenaje de Picasso.
Reunir las obras que permitieran confrontar a Picasso con sus maestros parecía un reto imposible", ha dicho Thomas Grenon, administrador general de la Reunión de Museos Nacionales de Francia. Hubo que aunar los esfuerzos de cuatro grandes instituciones francesas, además de convencer a los museos extranjeros para que prescindieran durante meses de algunas de sus joyas más valiosas. 'Especialmente agradecidos estamos al Museo del Prado de Madrid', dijo Thomas Grenon, "por su generoroso préstamo, que tiene una dimensión excepcional'. El Prado ha prestado una docena de obras como 'La maja desnuda' de Goya, que no salia de sus salas desde hace 50 años: Venus divirtiéndose con el amor y la música' de Tiziano y 'Agnus Dei' de Zurbarán. El Museo Picasso de Barcelona aporta también una veintena de piezas muy importantes entre las que se encuentra toda la serie de las Meninas. Para Josep Serra, responsable de la institución barcelonesa, la generosidad de su préstamo -21 obras- tiene recompensa, "pues las pinturas volverán a Barcelona mejoradas tras haber pasado unos meses en tan buena compañía. De una exposición de esa magnitud y ambición salen nuevas maneras de ver a Picasso. Aquí le vemos dialogando con toda la historia de la pintura. Un día habrá que seguir el rastro, el trazo picassiano, más allá de su muerte, en la obra de otros artistas que se han inspirado en él y le siguen manteniendo vivo".
Una estimación (muy arriesgada) del valor de las obras reunidas entre las tres exposiciones habla de 2.000 millones de euros, y el quebradero de cabeza de los seguros ha podido resolverse porque todas las obras que están en museos franceses están protegidas por la garantía del Estado. Las 200 obras expuestas en el Grand Palais se han distribuido en diez salas temáticas para ilustrar la idea de Picasso de que 'un pintor no sale de la nada". Frente a frente o unas al lado de otras, se exhiben las pinturas del genial malagueño junto a las de sus maestros, Tiziano. Rembrandt. Degas, Renoir. Cézanne o Matisse. También Velázquez, Goya, Murillo y Zurbarán.
Los museos del Louvre y Orsay contarán con sendas y muy especializadas visiones de 'Picasso y los Maestros', la primera para mostrar la serie de obras que inspiró a Picasso el cuadro 'Mujeres de Argel', de Delacroix, propiedad del Museo del Louvre; en una misma sala conviven nueve desnudos de Picasso pintados entre 1964 y 1971 con algunos de los desnudos más estudiados y elogiados de toda la historia de la pintura: La Maja desnuda, de Goya; Venus divirtiéndose con el amor y la música, de Tiziano; la Olimpia, de Manet; Mujer bañándose, de Rembrandt, y la Odalisca, de Ingres; "Tener en París La Maja de Goya es como si en el Prado tuvieran ahora La Gioconda que está en el Louvre", dice Baldassari, muy agradecida de la colaboración obtenida en Madrid y Barcelona; "Me he comprometido en que el Prado pueda tener una presencia continuada de obras de Picasso". En el Museo de Orsay se han ubicado cuarenta óleos, dibujos, maquetas de cartón y grabados que Picasso realizó entre 1954 y 1962 inspirado por 'Le Déjeuner sur l'herbe' de Edouard Manet, propiedad de esta última institución.
La Organización aspira a recibir una media de 10.000 visitantes diarios, por lo que se han previsto cinco nocturnos por semana, desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche, además de abrir los museos todos los días de la semana durante las vacaciones escolares. En el Grand Palais, las colas llegan a ser de tres horas en algunos momentos, y se espera que aún sean más largas a medida que pasan los días. La mejor alternativa es reservar la entrada por Internet o pedir cita en los establecimientos autorizados para la venta de entradas. También se puede comprar un abono único para las tres exposiciones por 26 euros. Aunque, como ha dicho el diario Le Monde, esta modalidad supondrá "una dura prueba" para los amantes del Arte, puesto que hay que visitar los tres museos el mismo día.
Para José Jiménez, director de Bellas Artes, "la exposición del Grand Palais es más completa que la que pudimos montar en 2006 en Madrid, porque allí Picasso sólo dialogaba con la escuela española. Era fantástica pero más limitada. En París, Picasso habla con toda la escuela francesa y con Rembrandt. Su relación con este último es apasionante". Baldassari, que está "absolutamente segura de que Pablo Picasso es el mayor pintor del siglo XX, pues nunca se deja ganar por el decorativismo o por la idea pura, por lo conceptual", se muestra convencida de que la exposición es irrepetible: "Tenía que serlo, pues de lo contrario nunca hubiéramos obtenido esos préstamos extraordinarios". Son realmente muy pocas las ausencias en el gran montaje picassiano del otoño parisiense, aunque las hay. En la lista de maestros elegidos por las comisarias Baldassari y Bernadac sólo se echa en falta a los artistas desconocidos, africanos o de Oceanía, que en su momento tanto peso tuvieron en la aventura cubista. Si la formación académica sí es evocada, la del primitivismo es obviada. ¿Tema para una futura gran exposición?
Un visitante se sienta frente a la obra 'Langosta y gato' de Picasso. AFP
Octavi Martí, Picasso contra todos en París, El País, 7 de octubre de 2008
París reúne en tres museos a Picasso y sus maestros , www.arteseleccion.com, 8 de octubre de 2008