Cuento de Navidad de El Coloso
Como en los mejores cuentos de Navidad, la suerte acaricia con nívea sonrisa a quienes viven en tribulaciones... como el célebre cuadro de Goya, El Coloso. La noticia es que, desde hace unos días, el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, ya tiene sobre la mesa de su despacho una copia «en bruto» del estudio sobre la autoría del lienzo de la polémica, obra (el informe) de Manuela Mena Marqués, la conservadora responsable de la colección de pintura del XVIII y Goya de la pinacoteca.
Mena fue quien anunció en junio pasado a un grupo de expertos, entre los que se contaba un buen número de galeristas y representantes de casas de subastas, que ella (y el Prado) ya no consideraba goya al Gigante. En rueda de prensa la noticia se anunció, incendiando una polémica que dio la vuelta al mundo.
A pesar de que el Prado se comprometió entonces a publicar antes de fin de año el estudio definitivo en el Boletín del museo, lo cierto es que sólo se ha cumplido a medias el encargo, porque le han dado las uvas. El estudio ha sido largamente esperado y, seguramente, será polémico, pues tiene como difícil misión acallar con una argumentación incontestable las críticas que los máximos expertos mundiales han lanzado sobre nuestra primera pinacoteca por proclamar una descatalogación antes de demostrarla científicamente.
Mena lo firma en solitario
Lo que sí ha podido saber este periódico es que, después de que Miguel Zugaza apruebe la publicación de este estudio, será incluido en el próximo Boletín del Museo del Prado. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en junio, cuando Mena contó con el respaldo de José Luis Díez -jefe de Conservación del XIX en la pinacoteca-, en esta ocasión la experta firmará el estudio en solitario.
Aunque el cuadro volvió a ser analizado pormenorizadamente y se han revisado todas las pruebas realizadas a El Coloso durante años, tampoco se adjunta un informe del Gabinete Técnico. Se da la circunstancia de que Manuela Mena ha tenido un semestre muy ajetreado, puesto que, además de terminar el informe sobre el Gigante, comprometido públicamente por el Museo, también ha debido ocuparse de la gran muestra de Francis Bacon que el Prado acogerá -procedente de la Tate británica- dentro de poco más de un mes y de la que ella es comisaria.
Pero, entretanto, El Coloso continúa expuesto en la planta baja del Prado como un cuadro más de Goya, frente a La lechera de Burdeos y muy cerca de las Pinturas Negras. ¡Feliz Navidad!, podrían decirse. El pasado verano parecía que dejaría de ser un goya en poco tiempo y hoy hay quien duda de que el Prado llegue a descatalogarlo de manera irrefutable.
Falta sólo conocer el contenido argumental e interpretativo del informe Mena, que irá acompañado de análisis de pigmentos y materiales, radiografías y macroampliaciones de la zona inferior izquierda, donde una vez el Prado creyó encontrar las iniciales de Juliá.
El Gigante pasará la Navidad soñando que aún es quien es, quien fue, la obra maestra y el púgil que desafía con sus puños a las sombras.
Jesús García Calero, Madrid, Cuento de Navidad de El Coloso, ABC, 21 de diciembre de 2008