Una basílica cristiana en la localidad cordobesa de Lucena

Con motivo de las obras para la realizacion de la Autovía (A-45) Córdoba-Antequera -en el tramo Lucena Sur-Encinas Reales-, en junio de 2003 y en el paraje conocido como "Cortijo Coracho", fueron detectados restos arqueológicos de gran importancia localizados en el término municipal de Lucena (Córdoba), que tras la correspondiente Intervención Arqueológica de Urgencia, dio a conocer la estructura arquictectónica de una basílica, de una superficie de 747 metros cuadrados, conservada esencialmente en su cimentación. Este edificio se apoyaba sobre un estrato de margas, de tono pardo oscuro-rojizo, con restos de cal (margas miocénicas del Terciario).

Cimientos de la cabecera del edificio

El hallazgo proporcionaba algunas evidencias arqueológicas de los primeros momentos del cristianismo en el sur de la Península Ibérica, tras la libertad de culto propiciada por el Edicto de Milán (313). Según la concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Lucena, María José Lara González, vendría a revolucionar los hitos cronológicos de este período y «sitúan a esta basílica como línea cultural de frontera del mundo bizantino en la Península». Según el informe realizado, la basílica sería una de las iglesias más antiguas de España, con una necrópolis asociada de 325 individuos, comprendiendo tres fases históricas, entre el siglo IV al VI d. C. Se conjetura que tuvo su origen como basílica martirial en el siglo IV y fue consagrada a alguno de los mártires de las grandes persecuciones. Contaría con una planta rectangular con cabecera absidiada; la nave central separada de las laterales por columnas y la construcción de un ábside en el Occidente ubica esta edificación en la fase imperial constantiniana, de inicios del siglo IV d. C. También se ha constatado la influencia de la fase bizantina, del siglo VI d. C con la sustitución de algunas basas y columnas, la monumentalización en omega del ábside occidental o la construcción de un banco sacerdotal en el ábside occidental; y la fase visigoda, en el siglo VII d. C., con la construcción de un baptisterio exento a los pies de la basílica, la separación de la nave central convirtiéndola en coro y la construcción de un ábside rectangular en el oriente.

Vestigios de motivos decorativos entre los materiales latericios

Varios arqueólogos y restauradores que visitaron por entonces el yacimiento destacaron que se trataba de un hallazgo único en la provincia y uno de los pocos conservados en la Península Ibérica, debido a la perfecta conservación de la totalidad de las estructuras de cimentación y planta completa. Según uno de los informes realizados, "se trata de un periodo que enlaza la Antigüedad con la Edad Media, una etapa en la que las técnicas constructivas están apenas estudiadas, hallándose además en este caso materiales con decoración geométrica y vegetal, empleados en la fábrica de los muros, que puede dar lugar a interesantes hallazgos". El Ayuntamiento de Lucena solicitó, en consecuencia, a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía que determinase su conservación in situ o en su defecto que se procediera a la extracción y traslado de los restos a otro emplazamiento para su restauración.

Tras los preceptivos permisos, el desmontaje de los restos hallados se realizó entre el 1 y el 13 de julio del año 2005 en base al proyecto presentado por la Delegación de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Lucena, con un coste de 11.660 euros. Comprobado su interés arqueológico se decidió el traslado de los restos aqueológicos, y de las estructuras emergentes de forma paralela, completándose la información ya existente sobre el edificio, su musealización y puesta en valor a través de un convenio firmado entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento. Para ello el Ayuntamiento ponía a disposición del proyecto una parcela de propiedad municipal. El equipo encargado de los trabajos, bajo la dirección del arqueólogo municipal, Daniel Botella, contaba con el asesoramiento técnico del conservador de bienes culturales José Montesinos Moreno.

Plinto y basa de fuste en el interior de la basílica

Entre el 3 de noviembre de 2006 y finales de febrero de 2007 se procedía a la segunda fase, en la que se inviertieron 133.000 euros, de la puesta en valor de la basílica de Coracho bajo los auspicios nuevamente de la Concejalía de Cultura y Patrimonio. Los trabajos consistieron en el vallado, cubierta, pilotaje y cimentación para albergar la reconstrucción museográfica de este complejo estructural altomedieval, en la margen derecha del río Lucena, donde se reconstruiría, de forma inmediata, tanto el conjunto basilical como una muestra de diferentes tipos de tumbas de la necrópolis asociada.

En noviembre de 2007, ha comenzado la tercera fase del proyecto de la basílica de Coracho, consistente en la reconstrucción museográfica y la dotación de este complejo arquitectónico, ubicado en una parcela de propiedad municipal en el Polígono La Viñuela. Con estos trabajos, concluyen el proceso de recuperación y puesta en valor de este importante yacimiento. La intervención cuenta con un presupuesto de 89.188 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses y permitirá la creación de un Centro de Interpretación sobre la basílica y el origen del cristianismo en el sur de la Península Ibérica en la Tardoantigüedad. Para ello se va a reconstruir la basílica y el baptisterio, así como una muestra tipológica de los más de 325 individuos hallados en la necrópolis asociada a este complejo; incluye también la realización de unos cuadernos didácticos acerca del recinto y la época histórica a la que pertenece destinados tanto a profesores como a los alumnos de todos los centros de educación secundaria de Lucena y la elaboración de una recreación virtual del complejo basilical en 3D, a cargo de los técnicos César y Juan Luis Pérez Navarro.

El Ayuntamiento de Lucena, en conclusión, ha procedido así de oficio a la culminación de estos trabajos. El coste completo de la actuación asciende a 269.547 euros. El complejo ha sido del mismo modo objeto de un artículo presentado el pasado 16 de noviembre de 2007 en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, dentro de las IX Jornadas de Bizancio tituladas ‘Bizancio durante el conflicto iconoclasta: en busca de una identidad’; sus autores son Daniel Botella y Jerónimo Sánchez, y se titula Bizancio en Córdoba. Evidencias materiales de un ábside con synthronon en la Basílica de Coracho, Lucena.

De manera paralela, la representante municipal lucentina de Cultura y Patrimonio ha recalcado que este importante descubrimiento debe servir como acicate más para el establecimiento de una valiosa oferta cultural y turística que viene a sumarse a la puesta en valor del pasado paleolítico de la ciudad en la Cueva del Ángel, el Neolítico, en el Cerro Acebuchoso, la ciudadela iberorromana de Morana, el centro de producción alfarera con Los Tejares y el cementerio judío del siglo XI d. C. hallado durante la construcción de la Ronda Sur, todo ello en el término municipal de Lucena.

Fuentes:
Las fotografías han sido extraídas de la página web del Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena, al que atribuimos su autoría intelectual y a las personas que lo regentan