Arquitectos: Herzog & De Meuron harán el BBVA

Si los organizadores de los Juegos Olímpicos de Pekín han centrado gran cantidad de su esfuerzo en lograr el mayor impacto mediático posible, lo han logrado indudablemente gracias al que ha sido el edificio más visto y nombrado durante estas últimas semanas, el «Nido de Pájaro», un edificio que ha superado en espectacularidad y visibilidad al Allianz Arena, el icono del último Mundial de Fútbol, el gran evento antecesor de estas olimpiadas. No es ninguna casualidad que detrás de estos dos santuarios contemporáneos se encuentre la firma del estudio de arquitectura más deseado del momento.

Herzog & de Meuron National Stadium, Beijing (2007)

Hace poco más de una década que podía haber resultado inimaginable pensar que Herzog & De Meuron serían los autores de proyectos de envergaduras como la del Estadio Olímpico de Pekín, la próxima ampliación del museo Tate Modern en Londres o un gran complejo arquitectónico como será la nueva sede de BBVA en Las Tablas (Madrid). Como se anunció ayer, el estudio suizo ha sido seleccionado para diseñar el nuevo emplazamiento de esta entidad financiera, con una superficie total de 100.000 m2 y capacidad para acoger a 6.500 empleados. El proyecto, se anticipa, incorporará las más avanzadas técnicas constructivas y tecnológicas, alta flexibilidad de espacios, bajo coste de mantenimiento y se compromete con el desarrollo urbano de la ciudad. Características todas ellas que plasman los valores con que BBVA desea afirmar su identidad, y que han sido comprendidas de forma clara por Herzog & de Meuron. El proyecto, que se estima tardará unos tres años en construirse, se desarrollará sobre seis edificios, cuya piel será definida por cristal y vegetación y que estará protagonizado por una estrecha torre de unos cien metros de altura.

Herzog & De Meuron

Herzog & De Meuron fue hasta comienzos de los años 90 el nombre con el que estaban firmadas piezas de joyería arquitectónica que fascinaban por su refinamiento. En un momento en que la arquitectura se esforzaba por lograr filigranas formales, Jacques Herzog y Pierre de Meuron —como responsables de un estudio que crecía lentamente— mantenían un perfil bajo, reivindicando una concentración en la esencialidad de la arquitectura a través de formas depuradas y un tratamiento de los materiales y superficies. Y experimentando —entre lo científico y lo artístico— a la búsqueda de su mayor expresividad y belleza, para lograr un tratamiento de éstos mediante el que se extremase la dimensión física de cada estructura. Edificios a pequeña y mediana escala, como la Casa Azul, el Puesto de Señalización Auf dem Wolf y la fábrica Ricola (en Basilea), la Casa Rudin (Leyden), la Bodega Dominus (Napa Valley) o la Biblioteca de Eberswalde hicieron patente la capacidad de estos arquitectos para proponer una arquitectura cuyo objetivo primordial era el de lograr apelar a los cinco sentidos y trastornarlos para redimensionar la imagen y la percepción de la realidad.

Discípulos de Rossi y Beuys

El estudio fue fundado en 1978 en Basilea por Jacques Herzog y Pierre de Meuron como «la única solución lógica» para dos jóvenes menores de treinta años, recién licenciados, y determinados a realizar la arquitectura en la cual creían. Habían sido infatuados alumnos de Aldo Rossi, habían colaborado en diferentes proyectos artísticos de Joseph Beuys, y equilibraban su vocación de indagación en lo sensible con la racionalidad que les imponía el riguroso contexto suizo.

Diseño de la ampliación de la Tate Modern de Londres- REUTERS

El cambio de escala —el salto de ser un nombre únicamente conocido y venerado en el medio arquitectónico, pero que desarrollaba su obra en un ámbito muy localizado a obtener el premio Pritzker y convertirse en una de las firmas omnipresentes en cualquier concurso con alcance global— llegó con el proceso de metamorfosis que desarrollaron para transformar una antigua central eléctrica en el museo Tate Modern y que resolvieron con una excelencia que desconcertó a quienes consideraban al pequeño estudio suizo incapaz de acometer un encargo semejante.

Desde ese momento se fueron sumando a su currículo proyectos tan relevantes y que cimentaron una nueva identidad para la arquitectura de Herzog & de Meuron como la Biblioteca Universitaria (Cottbus), el edificio Schaulager (Basilea), el Centro de Danza Laban (Londres) el Walker Art Center (San Francisco) o el local Prada Aoyama (Tokio). De forma evidente, en esta singladura, la segunda parte en su trayectoria, su arquitectura ha encontrado en España un buen terreno donde asentar cimientos. El recientemente inaugurado CaixaForum en Madrid, la Plaza de España y la sede del TEA en Tenerife, la Ciudad del Flamenco en Jerez de la Frontera, el edificio Fórum en Barcelona y el proyecto para el Espacio Goya en Zaragoza preceden a este nuevo encargo para la sede de BBVA.

Freddy Massad: Arquitectos: Herzog & De Meuron harán el BBVA, ABC, 27 de agosto de 2008