Santiago Calatrava dará la cara en Venecia
Santiago Calatrava acudirá a Venecia para defender personalmente el puente que ha construido sobre el Gran Canal, que está siendo objeto de virulentos ataques desde diferentes sectores políticos y ciudadanos de la capital del Véneto. Calatrava está "muy disgustado' por la suspensión de la ceremonia oficial en la que el presidente de Italia iba a inaugurar su obra, según ha explicado el alcalde de la ciudad. Massimo Cacciari.
El arquitecto español comparecerá ante los periodistas venecianos el martes 2 de septiembre para afrontar la polémica desatada prácticamente desde que se presentó el proyecto, hace ya diez anos. De esta manera pretende acallar las criticas de quienes llegaron a augurar el derrumbamiento de una infraestructura que ha costando cinco veces más de lo inicialmente anunciado.
Las autoridades de Venecia decidieron cancelar la inauguración del puente que inicialmente se había anunciado para el 18 de septiembre, día en que el presidente de la República viajará a la Ciudad de los Canales con motivo del sexagésimo aniversario de la Constitución Italiana. Los asesores de imagen de Giorgio Napolitano han considerado más conveniente no relacionar a la primera magistratura del Estado con un asunto que divide de tal manera a la sociedad. Finalmente, el puente de Calatrava se abrirá al público un día cualquiera y sin ninguna clase de celebración.
Diseñado para conectar la estación ferroviaria de Santa Lucía con la plaza de Roma, se trata del primer puente que se construye sobre el Gran Canal desde hace 125 años. La obra ha costado 20 millones de euros lo que supone un desvió de más del 500 por ciento sobre el presupuesto inicial. Pero no es ésa la única razón para la polémica. Desde que se anunció su construcción en 1998 se han alzado numerosas voces que criticaban su moderno diseño en acero y cristal como una "injerencia intolerable" en el tradicional urbanismo veneciano y también se han puesto en duda su seguridad y la honestidad de algunos de los contratos. "Nadie está satisfecho de como ha concluido todo el asunto", declaró a Efe Mará Rumiz, concejal de Obras Públicas del Ayuntamiento. Rumiz considera el puente "bellisimo" y sigue creyendo que "Venecia necesitaba una gran obra de arquitectura contemporánea" como ésta, por lo que está segura de que "los ciudadanos venecianos y los turistas sabrán apreciar la originalidad de la construcción y su utilidad1.
También entre los expertos hay división de opiniones. Paolo Baratta, presidente de la Bienal de Arte de Venecia, ha declarado al Corriere della Sera que el Puente de Calatrava le gusta y que "además es útil, y la utilidad es belleza'. No es la clásica obra que va más allá de lo necesario o del exhibicionismo". Vittorio Sgarbi, un crítico de Arte muy respetado en Italia, opina sin embargo que el puente "es inútil, peligroso y dañino". Además, 'resulta feo" en la tradicional silueta de Venecia.
Ninguna otra estructura veneciana está tan vigilada en estos momentos. El fiscal Cario Mastelloni ha abierto una investigación sobre su estabilidad, aunque de momento no haya hipótesis de delito. La Fiscalía quiere aclarar si hay peligro de derrumbamiento, como han insinuado algunos técnicos, además del coste económico y la selección de los materiales. También se está ocupando del asunto el Tribunal de Cuentas por iniciativa del ex comisario europeo de Medio Ambiente, Cario Ripa di Meana, quien denunció 'gravísimos errores" y "carencias de seguridad". El alto Tribunal encargó la investigación a la Guardia de Finanzas de la República. Por si no fuera suficiente, los inspectores de la Autoridad de Vigilancia sobre las Obras Públicas intervinieron en el asunto tras recibir denuncias de la oposición política que considera escandalosa la evolución de los costes: de un presupuesto inicial de sólo 4 millones de euros se ha llegado a más de 20 millones.
También los técnicos en infraestructuras siguen la evolución del Puente de Calatrava durante las 24 horas del día. El elegante arco metálico parece tener vida propia y se mueve de forma inquietante cuando la gente camina sobre él. También se supo que pocas semanas después de colocarse sobre el Gran Canal cedió más de un centímetro, aunque el responsable municipal de la obra, Salvatore Vento, dijo que no había "motivo para preocuparse" ya que la construcción fue proyectada para moverse hasta cuatro centímetros.
Por si acaso, el Ayuntamiento ha dado orden de instalar unos sensores que registran en tiempo real cualquier desplazamiento de las bases del primer puente que se construye en la ciudad de los canales desde hace 125 años. El director del montaje del puente, Roberto Casarín declaró al diario La Repubblica que la vigilancia es por 'pura precaución' y que los datos surgidos de las pruebas son "absolutamente tranquilizadores1. Aún así. Casarin ha firmado un contrato de cinco anos con la empresa que va a monitorizar el puente hasta 2012' para ver su comportamiento", lo que también costará al Ayuntamiento mucho dinero.
El Ayuntamiento veneciano tuvo que gastar otro millón de euros suplementario en la instalación de 16 gigantescos gatos de hierro para sujetar los márgenes del Canal mientras se instalaba el puente. Cada una de las orillas debía resistir una presión equivalente a la de 37 camiones de 40.000 kilos, según dedujo el ingeniero Giorgio Romaro, contratado para estudiar si los pretiles del Gran Canal soportarían el peso de la nueva estructura. La subida del presupuesto continuará durante los próximos anos porque 'el puente es completamente artesanal y la reparación o sustitución de cualquiera de sus partes será costosisima", desde las baldosas del suelo, hechas de cristal, hasta el último tomillo, como se encargó de denunciar la oposición conservadora, que está siendo muy critica con este caso.
La espectacular creación de Santiago Calatrava comenzó a levantarse sobre el Gran Canal de Venecia el 28 de julio de 2007. tras diez años de discusiones sobre el proyecto. Primero se colocaron dos gigantescos sillares, de 85 toneladas cada uno, y luego llegó la pieza central de 250 toneladas que se colocó de orilla a orilla. La 'clave del arco', de 55 metros de longitud, llegó sobre dos camiones especialmente diseñados con centenares de ruedas que eran capaces de girar en todas las direcciones. De esa manera, el último trozo de puente, que sólo podía recorrer el canal en sentido longitudinal, hizo una rotación de 90 grados para adoptar su postura natural sobre las aguas. A partir de esa fase, un conjunto de sofisticados mecanismos hidráulicos comenzaron a levantar la enorme pieza metálica a la vez que el pontón se desplazaba. Luego, el arco bajó muy lentamente sobre los dos primeros fragmentos y se pudo comprobar con alivio que la estructura resistía, desmintiendo así la 'segura catástrofe" que habían anunciado los más críticos.
Quienes siguen muy enfadados son los representantes de las asociaciones de discapacitados que echaron en falta un acceso para quienes necesitan cruzar el puente en silla de ruedas. Este 'error de evaluación1, como lo calificó el alcalde veneciano se está subsanando ahora con la construcción a toda prisa de una especie de telecabina que no entrará en funcionamiento hasta finales de 2008.
A pesar de todo, el alcalde Massimo Cacciarí sigue pensando que el puente es la obra "cualitativamente más importante que se ha realizado en Italia en el último decenio' y que se convertirá en "una nueva atracción para atraer a más turistas'.
Santiago Calatrava dará la cara en Venecia, arteselección.com, 28 de agosto de 2008