La luz mediterránea de Paul Cézanne

Cézanne en Provenza, una exhibición de más de un centenar de obras de Paul Cézanne (1839-1906) que tienen como elemento común los paisajes y las gentes que rodearon al artista en Aix-en-Provence y sus alrededores, se inaugurará el domingo en la National Gallery de Washington. La exposición (abierta hasta el 7 de mayo) es "intensa y memorable", según su comisario, Philip Conisbee. El director de la National Gallery, Earl Powell, definió al artista como "uno de los más grandes pintores posimpresionistas que ha influido a generaciones de artistas hasta la actualidad".

El padre del artista leyendo 'L'Événement' (1866), de Cézanne.

Según Earl Powell, es "la primera vez que se examina, en una gran exposición, la relación del artista con su casa de Aix y con los alrededores". Cézanne, hijo de un banquero de Aix-en- Provence que no veía bien su carrera artística, viajó con frecuencia a París, pero "su centro de gravedad fue siempre Aix". Jean-David Levitte, embajador de Francia en EE UU, abundó en la idea del Mediterráneo que se desborda de las obras del pintor -"aquí estamos, en mitad del invierno, bañados por la luz de Provenza"- y dijo que la muestra es una gran ocasión para "volver a descubrir, cien años después de su muerte, al padre de la pintura moderna y contemporánea".

Cézanne en Provenza recoge 117 obras -86 óleos, 29 acuarelas y dos litografías- y las agrupa por temas, destacó el comisario francés, Denis Coutagne. El recorrido arranca con las salas dedicadas a la casa familiar, Jas de Bouffan, en los alrededores de Aix, usada como sitio de verano hasta que se convirtió en primera residencia, en 1870. De allí son los paisajes de árboles en las distintas estaciones, Casa con el tejado rojo y Casa de Jas de Bouffan, y una obra de enorme fuerza, El padre del artista leyendo 'L'Événement', pintado en 1866. Cézanne encontró inspiración en Jas de Boufann de manera intermitente durante 40 años para exteriores, retratos de amigos y familiares (como Tío Dominique con gorro de algodón) y para algunas de sus series más conocidas, como la de los hombres que juegan a las cartas (pintadas entre 1890 y 1899). Por eso no le gustó nada la decisión familiar de vender Jas de Bouffan en 1899.

Una de las presencias más luminosas en la exposición de Washington es la que tiene como motivo las pinturas de L'Estaque, un pequeño pueblo de pescadores en la costa mediterránea, a 20 kilómetros de Aix. Cézanne se refugió allí -prácticamente se escondió durante todo un año- en 1870, para evitar ser movilizado en la guerra franco-prusiana, junto a Hortense Fiquet, a la que había conocido el año anterior en París. La fase de L'Estaque, según los críticos, fue definitiva. A este momento pertenecen obras como El golfo de Marsella visto desde L'Estaque.

Otras salas recogen la época de trabajo en pueblos cercanos como Gardanne y Bellevue, un periodo más agitado de Cézanne (la muerte de su padre en 1886, la enfermedad de la madre, su ruptura con Émile Zola tras una larga y fecunda amistad), en la cantera de Bibémus, en el Château.

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