El ARTE en el 2009. Impresiones (II)
Tiempo de maestros
El año 2009 no va a destacar por las ventas multimillonarias en subasta aunque parece que tras los últimos remates, concretamente los protagonizados por los Antiguos Maestros, se adivina una recuperación del mercado artístico mundial que ha llegado a retraerse en torno al 20 por 100.
Este dibujo de Rafael ha sido la obra más cara de 2009
Hay dos licitaciones fundamentales a la hora de valorar los resultados del año 2009. La primera tuvo lugar el mes de febrero, cuando Christies dispersa la parte más importante de la Colección Saint-Laurent, compuesta por 700 lotes de los que se adjudicaron la totalidad en París por 373 millones de euros. Se marcó así un doble récord, el de ser la colección privada más cara vendida públicamente y el de la mejor venta de Europa. Es cierto que no se alcanzaron los 500 millones de euros previstos, pero también lo es que convocaron a la inusual cifra de 1.500 personas en el Grand Palais para asistir a la licitación .Y durante diez meses, hasta el 8 de diciembre, Les coucous, tapis bleu et rose de Matisse, por el que pagaron casi 46.500.000 euros, se mantuvo a la cabeza de los lotes más pujados del año. Después, el vendaval económico que trajo Rafael con Cabeza de Musa, también adjudicado en Christies, hizo que esa obra matissiana se colocase en el segundo puesto del ranking de los más cotizados de este 2009.
Aunque los impresionistas, los creadores de las vanguardias históricas y los artistas pop (Matisse, Warhol, Brancusi, Mondrian, Giacometti y Degas) permanecen en lo más alto de la clasificación de los más valorados, no cabe duda que los coleccionistas se están mostrando más cautos con los artistas emergentes y el arte que hizo furor en los primeros años del nuevo milenio. Sin embargo, lo que ha iniciado una escalada económica sustancial en la última década es el diseño del siglo XX en sus más variadas vertientes, además de producirse un notable retorno al mercado de maestros como Rembrandt, Rubens, Goya o Velázquez porque las sociedades más cultas no vinculan las creencias -todos sabemos que la temática religiosa prima en el arte antiguo- con la calidad estética, reconociendo que este tipo de arte es un valor seguro que no está sometido a los vaivenes de la moda.
Desde la crisis internacional ocurrida entre 1990 y 1991, el mercado ha ido creciendo de forma sostenida en los últimos 20 años debido a la incorporación de nuevos coleccionistas procedentes de economías emergentes como Rusia (solamente en Moscú viven 27 billonarios), India y China que curiosamente apostaron por artistas representantes de las últimas tendencias en un intento de alcanzar status de reconocimiento y prestigio. Para ello se utilizaron agresivas técnicas de marketing que explicarían que en el último año, según un estudio recientemente publicado por la consultora Artprice, únicamente el británico Damien Hirst consiguió vender 381 obras por un monto global de 135 millones de euros, al tiempo que entre los 500 artistas más valorados, de entre los contemporáneos, sólo hay siete españoles (Barceló, Juan Muñoz, Sicilia, Plensa, Equipo Crónica y Pérez Villalta), y con la exigua cifra para el mallorquín, el primero de los nuestros, de 1.400.000 euros repartidos entre 27 lotes adjudicados, lo que da idea de la mínima gota española en el océano del arte de la segunda mitad del siglo XX.
Carlos GARCÍA-OSUNA, Tiempo de Maestros, EL MUNDO / El cultural, 31 de diciembre de 2009
Premios contra la crisis
El año 2009 no va a destacar por las ventas multimillonarias en subasta aunque parece que tras los últimos remates, concretamente los protagonizados por los Antiguos Maestros, se adivina una recuperación del mercado artístico mundial que ha llegado a retraerse en torno al 20 por 100.
Este dibujo de Rafael ha sido la obra más cara de 2009
Hay dos licitaciones fundamentales a la hora de valorar los resultados del año 2009. La primera tuvo lugar el mes de febrero, cuando Christies dispersa la parte más importante de la Colección Saint-Laurent, compuesta por 700 lotes de los que se adjudicaron la totalidad en París por 373 millones de euros. Se marcó así un doble récord, el de ser la colección privada más cara vendida públicamente y el de la mejor venta de Europa. Es cierto que no se alcanzaron los 500 millones de euros previstos, pero también lo es que convocaron a la inusual cifra de 1.500 personas en el Grand Palais para asistir a la licitación .Y durante diez meses, hasta el 8 de diciembre, Les coucous, tapis bleu et rose de Matisse, por el que pagaron casi 46.500.000 euros, se mantuvo a la cabeza de los lotes más pujados del año. Después, el vendaval económico que trajo Rafael con Cabeza de Musa, también adjudicado en Christies, hizo que esa obra matissiana se colocase en el segundo puesto del ranking de los más cotizados de este 2009.
Aunque los impresionistas, los creadores de las vanguardias históricas y los artistas pop (Matisse, Warhol, Brancusi, Mondrian, Giacometti y Degas) permanecen en lo más alto de la clasificación de los más valorados, no cabe duda que los coleccionistas se están mostrando más cautos con los artistas emergentes y el arte que hizo furor en los primeros años del nuevo milenio. Sin embargo, lo que ha iniciado una escalada económica sustancial en la última década es el diseño del siglo XX en sus más variadas vertientes, además de producirse un notable retorno al mercado de maestros como Rembrandt, Rubens, Goya o Velázquez porque las sociedades más cultas no vinculan las creencias -todos sabemos que la temática religiosa prima en el arte antiguo- con la calidad estética, reconociendo que este tipo de arte es un valor seguro que no está sometido a los vaivenes de la moda.
Desde la crisis internacional ocurrida entre 1990 y 1991, el mercado ha ido creciendo de forma sostenida en los últimos 20 años debido a la incorporación de nuevos coleccionistas procedentes de economías emergentes como Rusia (solamente en Moscú viven 27 billonarios), India y China que curiosamente apostaron por artistas representantes de las últimas tendencias en un intento de alcanzar status de reconocimiento y prestigio. Para ello se utilizaron agresivas técnicas de marketing que explicarían que en el último año, según un estudio recientemente publicado por la consultora Artprice, únicamente el británico Damien Hirst consiguió vender 381 obras por un monto global de 135 millones de euros, al tiempo que entre los 500 artistas más valorados, de entre los contemporáneos, sólo hay siete españoles (Barceló, Juan Muñoz, Sicilia, Plensa, Equipo Crónica y Pérez Villalta), y con la exigua cifra para el mallorquín, el primero de los nuestros, de 1.400.000 euros repartidos entre 27 lotes adjudicados, lo que da idea de la mínima gota española en el océano del arte de la segunda mitad del siglo XX.
Carlos GARCÍA-OSUNA, Tiempo de Maestros, EL MUNDO / El cultural, 31 de diciembre de 2009
Premios contra la crisis
Ha sido éste un año convulso en la arquitectura española. Hay mucha incertidumbre en la obra pública, el sector privado está en plena regeneración, la educación pública en arquitectura en el 2009 se dirige sin rumbo, no encontrando el arquitecto contemporáneo su identidad dentro del sistema del nuevo entorno europeo. El arquitecto como técnico y humanista se está desintegrando y se ha convertido en la amenaza de los funcionarios públicos que gestionan las escuelas para defensa y disfrute de otros intereses. Este año, el alumbramiento del Barcelona Institute of Architecture, propone una iniciativa distinta al modelo de educación universitaria, de ámbito y vocación internacional, que trata de agrupar talento y prestigio docente y así impulsar la interacción entre la investigación académica, la práctica especializada y la difusión cultural de la arquitectura contemporánea. Un modelo nuevo confrontado a la lamentablemente obsoleta universidad pública.
Lo que si empieza a vislumbrarse es la caducidad del modelo de arquitectura servil al espectáculo del poder en sus muchas caras, en la búsqueda de una nueva objetividad con la sociedad y el hábitat. Cada vez más se está valorando una arquitectura basada en la construcción responsable que tiene en el espacio y la ciudad su medio de materialización y expresión, y que cumple contra designios políticos o económicos su función primera, la de servir a la función requerida, a la cultura y a la sociedad con honestidad y responsabilidad. Dentro de estos valores cabe situar a los arquitectos que este año han sido reconocidos por su trabajo. El pabellón de España en Zaragoza, de Francisco Mangado, ha recibido el Premio de Arquitectura Española 2009. Este premio lo convoca desde 1993 el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) con carácter bienal y se concede a una obra finalizada, merecedora de reconocimiento por su singularidad Arquitectónica, su aportación innovadora y su calidad. Sin duda, Juan Navarro Baldeweg ha sido también justamente reconocido por sus Teatros del Canal, en Madrid. Recibe el premio de la X Bienal de Arquitectura celebrada este año. Navarro Baldeweg representa los valores antes mencionados, por su paciente y dedicada atención a la arquitectura, sin distracción a lo que la contamina. Rafael Moneo ha inaugurado este año la Biblioteca de Deusto, en Bilbao, culminando con el edificio universitario la importante franja de la intervención de la ría de Bilbao que se iniciara hace una década con el museo Guggenheim. Juan Herreros, fortalecido individualmente tras la segregación Abalos&Herreros, ha ganando un importante concurso internacional, el museo Munch de Oslo, y Garrido y Burgos van acabando en silencio su brillante labor urbana en el Parque lineal del Manzanares de Madrid. Y lo mejor es que este año nos visitó Palladio en Caixa Forum Madrid.
Antón GARCíA-ABRIL, Premios contra la crisis, EL MUNDO / El cultural, 31 de diciembre de 2009
Teatros del Canal de Juan Navarro Baldeweg.
Lo que si empieza a vislumbrarse es la caducidad del modelo de arquitectura servil al espectáculo del poder en sus muchas caras, en la búsqueda de una nueva objetividad con la sociedad y el hábitat. Cada vez más se está valorando una arquitectura basada en la construcción responsable que tiene en el espacio y la ciudad su medio de materialización y expresión, y que cumple contra designios políticos o económicos su función primera, la de servir a la función requerida, a la cultura y a la sociedad con honestidad y responsabilidad. Dentro de estos valores cabe situar a los arquitectos que este año han sido reconocidos por su trabajo. El pabellón de España en Zaragoza, de Francisco Mangado, ha recibido el Premio de Arquitectura Española 2009. Este premio lo convoca desde 1993 el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) con carácter bienal y se concede a una obra finalizada, merecedora de reconocimiento por su singularidad Arquitectónica, su aportación innovadora y su calidad. Sin duda, Juan Navarro Baldeweg ha sido también justamente reconocido por sus Teatros del Canal, en Madrid. Recibe el premio de la X Bienal de Arquitectura celebrada este año. Navarro Baldeweg representa los valores antes mencionados, por su paciente y dedicada atención a la arquitectura, sin distracción a lo que la contamina. Rafael Moneo ha inaugurado este año la Biblioteca de Deusto, en Bilbao, culminando con el edificio universitario la importante franja de la intervención de la ría de Bilbao que se iniciara hace una década con el museo Guggenheim. Juan Herreros, fortalecido individualmente tras la segregación Abalos&Herreros, ha ganando un importante concurso internacional, el museo Munch de Oslo, y Garrido y Burgos van acabando en silencio su brillante labor urbana en el Parque lineal del Manzanares de Madrid. Y lo mejor es que este año nos visitó Palladio en Caixa Forum Madrid.
Antón GARCíA-ABRIL, Premios contra la crisis, EL MUNDO / El cultural, 31 de diciembre de 2009