Italia se rinde ante el espíritu creativo de Tàpies

La libertad creativa de Antoni Tàpies, su destreza con la materia, su capacidad de profundizar en la conciencia universal impregnan hasta el próximo mes de marzo la provincia italiana de Catanzaro. El Museo MARCA recorre bajo el título 'Materia e tempo' [Materia y tiempo] la trayectoria del genial artista catalán con medio centenar de obras, muchas de ellas jamás vistas antes en Italia.En la imagen, 'Paisaje en gris', 1956. (Las fotos han sido cedidas por Museo MARCA)

"El trabajo de Antoni Tàpies es un salto en el vacío a la materia, que surge de una esfera romántica para enfrentarse directamente a la vida. Revela la belleza oculta e inesperada de la cartulina, el polvo de mármol, los rastros de yeso y tierra... Sus trabajos son talismanes poderosos que descubren al espectador los brillos transversales de la historia de la civilización". Ésta es la esencia de la obra de Tàpies, percibida por Alberto Fiz, artífice de la exposición. En la imagen, 'Cames', 2001.

El Museo exhibe más de 50 obras, entre esculturas, diseños, cuadros y otras composiciones gráficas, que Tàpies supo manipular hasta llegar al perfecto equilibrio. En la imagen, 'Silla cubierta', 1988.

Este recorrido por la obra de Tàpies hace una parada especial en los muros que realizó el artista en los años 80, donde se revela el poder evocativo de la tierra como materia prima. En la imagen, 'Matèria grisa en forma de barret', [Materia gris en forma de sombrero] (1966 )

Sus creaciones demuestran la universalidad que supone la búsqueda del genio catalán de un alto nivel de autoconciencia. En la imagen, 'Roig i negre' [Rojo y negro], 1981

De su obra dice Fiz: "Desde el fango al cartón, desde los deshechos a la paja, todo se pone a prueba ante una existencia en continua metamorfosis". Cerimonia, 1996

La muestra se inauguró la víspera del cumpleaños del pintor y escultor catalán, que el pasado día 13 cumplió 86 años. En la imagen, 'Arc', 1992.

La idea de la exposición es "testimoniar la extraordinaria vitalidad del artista, que ha sabido manipular los materiales y las formas, llegando a un resultado de absoluto equilibrio -en algunos aspectos visionario-, donde el cuadro es en sí mismo el objeto de la representación y no una ventana al mundo". 'Cabeza vendada', 1989.

Italia se rinde ante el espíritu creativo de Tàpies, EL MUNDO, 26 de diciembre de 2009