La chica del Moulin Rouge

Jane Avril, retratada por Henri Toulouse-Lautrec.

París era una fiesta, el barrio de Montmartre hipnotizaba a las clases altas con sus colores y sus bailes voluptuosos, la despreocupación era una forma de vida. Los artistas y bohemios también se vieron atraídos por las luces de la capital francesa, centro de la modernidad, y entre ellos llegó un joven de provincias, Henri Toulouse-Lautrec.

Toulouse-Lautrec quedó fascinado por la vida nocturna de los cabarets y, sobre todo por la que sería la musa de su obra, la bailarina Jane Avril llamada 'la melinite' (como una sustancia explosiva). El 18 de septiembre acabará la exposición de la Courtauld gallery de Londres 'Toulouse-Lautrec Jane Avril: Más allá del Moulin Rouge', que 'narra' la relación entre el pintor, la cabaretera y el Moulin Rouge.

Jane Avril fue la hija de un marqués y su amante conocida como 'La Belle Elise', que fue repudiada cuando quedó embarazada. Hija bastarda, Jane fue maltratada por su madre alcohólica hasta los 13 años, cuando se escapó de casa e ingresó en un sanatorio. Y fue allí donde comenzó a bailar.

A los 20 años ya había enamorado a escritores como René Boylesve y era la estrella del Moulin Rouge, donde Toulouse-Lautrec quedó fascinado por su forma de bailar. Era uno de las caras del cancán, la gran moda en Montmartre, la expresión de aquellos años de despreocupación y contorsiones. Jane Avril conseguía destacar por su exotismo y sus contorsiones. Se decía que cuando estaba en el escenario parecía 'una orquídea frenética'. Sin embargo, también se cuenta que había algo melancólico y lánguido en sus maneras.

Jane y el pintor fueron grandes amigos y, de hecho, en la exposición se pueden ver algunas de las cartas que se mandaron. Nunca fueron amantes. Pero su impacto fue fue la protagonista de varios de sus cuadros como el retrato que lleva su nombre o 'Jane Avril en los jardines de París' y de los carteles que los dueños del cabaré le pidieran para promocionar los espectáculos. Los carteles que le dieron su primera fama en París.

Su momento de plenitud fue corto. Henri murió a los 36 años, víctima de su alcoholismo y Jane murió en los años 40, pobre y sola, abandonada por su marido, un pintor alemán de comportamiento errático en en un asilo. Su historia inspiró los personajes que Zsa Zsa Gabor y Nicole Kidman en las dos películas que se han titulado 'Moulin Rouge'.

Beatriz Santamaría | Madrid: La chica del Moulin Rouge, EL MUNDO, 26 de agosto de 2011