Art Basel. Arte a precio de oro contra la crisis

Hay quien da lecciones de cómo se exhibe el arte. Un magnífico rothko en tonos rojizos en una pequeña habitación con un asiento para observarlo en silencio. Es un cuadro valorado en unos 19 millones de euros. ¿Peep-show o capilla? Un lugar para el voyeur y el penitente, un lugar para el deseo y la sumisión. Mucho más sencillo: "Un rincón para experimentar la comunicación con el arte", según Samuel Keller, director de la Fundación Beyeler, en cuyo pabellón se exhibe esta pieza. Estamos en Art Basel, la feria que él dirigió hasta el año pasado y que llevó a la cabeza de las citas internacionales de este tipo.

Obra del artista estadounidense Tony Oursler, llamada 'Purple/white raze', es mostrada por la Galería Lorenzo de Madrid. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

En las antípodas de la mística un apresurado comprador pregunta: "¿Qué precio tiene?". "No se vende", responde Keller. El coleccionista se retira, no quiere perder el tiempo. Keller sonríe. La feria de arte suiza abrió sus puertas ayer a los coleccionistas de "primera opción" y desde las primeras horas se llenó de personas venidas de todo el mundo dispuestas a firmar cheques con muchos ceros. Un total de 306 galerías con trabajos de cerca de 2.000 artistas de los cinco continentes alimentan el más lujoso mercado del arte. Entre ellas, siete galerías españolas, cinco de Madrid (Helga de Alvear, Juana de Aizpuru, Pepe Cobo, Elvira González, Soledad Lorenzo) y dos catalanas (Polígrafa y Nogueras Blanchard), que han sido capaces de superar la exigente criba entre un millar de solicitudes. "La naturaleza de la feria es comprimir en poco espacio y poco tiempo, arte, gente e información, pero la verdadera experiencia del arte debería ser ésta", afirma Keller, señalando su pequeño santuario profano. Predica paz en medio de un guirigay. ¿Qué pretenderá El Gran Vendedor?

El edificio de la feria, abierta hasta el domingo 8 de junio, bullía ayer de actividad. Piezas de museo que se venden como rosquillas, en medio, eso sí, de mucha discreción. Gente famosa como el actor Brad Pitt y el millonario Roman Abramóvich, que hace pocas semanas rompía el mercado de las subastas con los mayores precios pagados por un bacon y un lucian freud, han venido de compras. "Se está vendiendo muchísimo, supera nuestras expectativas más optimistas", celebraban ayer a mediodía Marc Spiegler y Annette Schönholzer, directores de esta 39ª edición de Art Basel. Hay de todo, desde picassos y giacomettis, pasando por obras de Beuys, Merz, Kounellis, y Cragg, hasta Roni Horn o Zhang Huan. Todos con piezas de primer orden. Algunas galerías apuestan fuerte por un artista como la galería neoyorquina Matthew Mark con Ellsworth Kelly, o la de la Helly Nahmad, con una colección de 18 obras de Joan Miró, la mayor parte de ellas pertenecientes a museos pero que sirven de reclamo para las cuatro que están en venta. Para encontrar trabajos interesantes de artistas menos reconocidos hace falta un recorrido más pausado. Aunque no tiene mucho sentido hacer una lista de excelencias si no se va a comprar. Y para apreciar arte contemporáneo, a falta de una pequeña habitación, Art Basel ofrece todo lo contrario.

Imagen que muestra obra de los artistas y hermanos británicos Jake y Dinos Chapman 'One day you will no longer be loved II', expuesta en la galería de arte White Cube de Londres. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

En el edificio contiguo está la exposición Art unlimited, con 70 obras de grandes dimensiones y no menor envergadura artística. Hay poca gente el día de los compradores compulsivos y se puede pasear entre magníficas esculturas, que es la técnica dominante, junto a numerosos cuartos oscuros para vídeos y algunos murales en distintas técnicas. La irónica ingenuidad del japonés Takashi Murakami toma forma en su monumental Buda oval (2007) plateado, de casi seis metros de altura. Una actitud similar al grupo de artistas chinos Yangjian, con una ocurrente instalación inspirada en los paisajes de su pintura tradicional. Ironía tiene también el norteamericano Tony Oursler, que proyecta un billete de 100 dólares en el que el rostro de Benjamin Franklin murmura y se relame. Hay poca pintura, pero está la Naturaleza muerta # 61 (1976), de Tom Wesselmann, de cuatro metros de largo, con llaves y rubíes. Y el antológico mural fotográfico de Richard Avedon, en el que aparece Andy Warhol y la pandilla de The Factory en 1969. También destaca un montaje de Thomas Hirshhorn, Hotel Democracy (2003), una especie de casa de muñecas de muchas habitaciones con muebles de niños y coloridas fotos de conflictos en las paredes. El chino Qiu Anxiong exhibe un auténtico vagón de tren de los años sesenta con proyecciones de viejas películas en blanco y negro en las ventanillas. Soldados, explosiones atómicas, sombras de personas que corren. Se ven desde fuera y también por dentro del fantasmal vagón.

Obra del artista estadounidense Jacob Hashimoto, llamada 'Still and airy paths' es mostrada por la galeria La Citta de Verona, Italia. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Hay más en esta exposición de arte ilimitado. Un inquietante vídeo del catalán Adrià Julià, titulado Una forma de pasar el tiempo, o la no menos amenazadora torre vigía de Fabrice Gygi. La naturaleza y el paisaje son motivos recurrentes en una serie de obras (Jan Dibbets, Peter Coffin) y también los engañosos reflejos del cristal (Pistoletto, James Lee Byars, Banks Violette). Basilea es una jaula de oro para el arte. No una capilla.

Carrera del artista suizo Nino Baumgartner. EFE

Instalación artística Hotel Democracia del artista suizo Thomas Hirschhorn.

La obra Periodo Azul, una instalación multimedia, del artista neoyorquino Jon Kesseler. EFE

Como en las regiones emergentes, sobre todo de Asia, donde el potencial de ventas es enorme gracias al surgimiento de un nutrido grupo de millonarios que se muestran ansiosos por adquirir obras de arte. Los récords de los precios de ventas, que baten cada temporada las casas de subastas más prestigiosas, son una clara demostración de la efervescencia del mercado del arte. Sin embargo, por ahora los organizadores han descartado la asistencia de esas casas de subastas -como ya han empezado a hacerotras ferias análogas- debido a su voluntad de mantenerse al servicio de las galerías. En la obra Moonrise del artista suizo Ugo Rondinone. EFE

Art Basel prefiere quedarse, por el momento, en su nicho original, a pesar de que la tentación de ampliar sus actividades es grande ante el imparable crecimiento del volumen de transacciones que implican las obras de arte contemporáneo. La prudencia se ha convertido así en la idea clave sobre la cual los organizadores de la feria suiza de arte prefieren seguir trabajando, por lo que no existe por ahora la idea de abrir más sucursales, aparte de la ya existente en Estados Unidos, la Art Miami. El artista japonés Shintaro Miyake pinta en una pared disfrazado de pulpo rojo. EFE

En la imagen la instalación artística Mirror Wall, ( pared de espejo), de la artista estadounidense Banks Violette.EFE

'Andy Warhol and members of the factory'. Pieza de Richard Avedon. RODRIGO CARRIZO

'Penetrable bbl bleu'. Obra de Jesus Raphael Soto. RODRIGO CARRIZO

'Small boats'. Instalación de Isaac Julien (2008). RODRIGO CARRIZO

En la imagen, visitantes de la exposición 'Art Unlimited' observan la instalación artística del artista eslovaco Jan Mancuska. (Foto: EFE/Rolf Haid)

Instalación artística 'Inversion' de la artista neoyorquina Roxy Paine, expuesta en la galería Jablonka de Colonia, en la exposición 'Art Unlimited', dentro de la muestra 'Art 39 Basilea'. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Esculturas de los artistas suizos Peter Fischli y David Weiss expuestas en la galería de arte Sprueth Magers de Colonia. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Obra del artista griego Jannis Kounellis 'Mesa', expuesta en la galería de arte Kewenig de Colonia. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Obra del artista suizo Thomas Hirschhorn 'El coche de Nietszche', expuesta en la galería de arte Crousel de París. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Imagen que muestra obra del artista británico Darren Almond 'Pachen Lama' (2008), expuesta en la galería de arte White Cube de Londres. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Obra del artista chino Xia Xing, llamada '06.04.02, 06.08.19, 06.03.26', wa mostrada por la galería Urs Meili de Pekín. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Obra sin título del artista Heimo Zobering es mostrada por la galeria Christian Nagel de Colonia (Alemania). (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Obra del artista austriaco Erwin Wurm, llamada 'Aergerbeule' (problema-protuberancia), es mostrada por la galeria Krinzinger de Austria. (Foto: EFE/Georgios Kefalas)

Feitta Jarque (Basilea), Arte a precio de oro contra la crisis, El País, 4 de junio de 2008
Art Basel, la feria de las ferias, El Mundo (Especial fotográfico), 4 de junio de 2008