El dios Esculapio vuelve a su casa de Empúries
Las ruinas de Empúries (Girona), puerta de entrada de las culturas griega y romana en la península Ibérica, volvieron ayer a cobrar vida. Centenares de personas pasearon por el ágora, el fórum y los santuarios de la antigua ciudad en una jornada histórica con la que arrancan los actos del centenario de las excavaciones oficiales en el yacimiento emporitano.
Con una expectación similar a la vivida en las vísperas de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, cuando la llama olímpica desembarcó en las playas de Empúries procedente de Grecia, se vivió ayer el retorno a casa, casi cien años después, de la escultura restaurada del Esculapio, el dios griego de la medicina y símbolo de la arqueología catalana. Esculapio, también llamado Asclepios, está considerada la estatua más importante del Mediterráneo occidental. Realizada en mármol blanco del Pentélico en el siglo II antes de Cristo, pesa casi una tonelada y mide 2,20 metros. Fue hallada a trozos en 1909 y trasladada al Museo de Arqueología de Cataluña en Barcelona, donde se restauró el año pasado para restituirle los brazos y hasta 85 fragmentos hallados en excavaciones.
El público hacía cola para ver a esta especie de hijo pródigo recuperado. "Por fin ha vuelto, ya puedo irme tranquilo de este mundo", comentó, emocionado, un señor mayor. Muchos asistentes recordaron la importancia del yacimiento en la economía del pueblo vecino de L'Escala, uno de los más turísticos de la Costa Brava catalana. "Nuestros abuelos venían aquí a escarbar y enseguida topaban con una cerámica, restos, vasijas, y las vendían a los turistas o se las quedaban de recuerdo", explican los más ancianos del lugar.
La jornada también sirvió para que algunos hicieran memoria sobre uno de los episodios más sorprendentes de la historia de las ruinas. Y es que dos centenares de prisioneros de guerra republicanos fueron forzados a trabajar en el yacimiento en condiciones de esclavitud de 1940 a 1942. Una penosa peripecia poco conocida que ha sido documentada por el historiador Francisco Gracia, de la Universidad de Barcelona, en un intento de rendir homenaje a aquellos soldados forzados que trabajaron en condiciones durísimas para gloria de la arqueología franquista. "Pasaron hambre, frío y encima tenían que ir a misa los domingos", recordó ayer una vecina de L'Escala.
La llegada de Esculapio es el pistoletazo de salida de un amplio programa que se extenderá hasta marzo de 2009 para celebrar el centenario del yacimiento. Se han previsto conferencias y congresos de arqueología, y actos más populares como ciclos de teatro clásico, con una Antígona de Oriol Broggi, o un festival de músicas mediterráneas. Empúries es la primera colonia griega de la Península, fundada en el siglo VI antes de Cristo como asentamiento comercial. En el siglo II antes de Cristo los romanos también construyeron un gran enclave. Las excavaciones se iniciaron en marzo de 1908 y siguen en la actualidad. Los expertos consideran que sólo están al 25%.
Natalia Iglesias, El dios Esculapio vuelve a su casa de Empúries, El País, 16 de marzo de 2008
Con una expectación similar a la vivida en las vísperas de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, cuando la llama olímpica desembarcó en las playas de Empúries procedente de Grecia, se vivió ayer el retorno a casa, casi cien años después, de la escultura restaurada del Esculapio, el dios griego de la medicina y símbolo de la arqueología catalana. Esculapio, también llamado Asclepios, está considerada la estatua más importante del Mediterráneo occidental. Realizada en mármol blanco del Pentélico en el siglo II antes de Cristo, pesa casi una tonelada y mide 2,20 metros. Fue hallada a trozos en 1909 y trasladada al Museo de Arqueología de Cataluña en Barcelona, donde se restauró el año pasado para restituirle los brazos y hasta 85 fragmentos hallados en excavaciones.
El público hacía cola para ver a esta especie de hijo pródigo recuperado. "Por fin ha vuelto, ya puedo irme tranquilo de este mundo", comentó, emocionado, un señor mayor. Muchos asistentes recordaron la importancia del yacimiento en la economía del pueblo vecino de L'Escala, uno de los más turísticos de la Costa Brava catalana. "Nuestros abuelos venían aquí a escarbar y enseguida topaban con una cerámica, restos, vasijas, y las vendían a los turistas o se las quedaban de recuerdo", explican los más ancianos del lugar.
La jornada también sirvió para que algunos hicieran memoria sobre uno de los episodios más sorprendentes de la historia de las ruinas. Y es que dos centenares de prisioneros de guerra republicanos fueron forzados a trabajar en el yacimiento en condiciones de esclavitud de 1940 a 1942. Una penosa peripecia poco conocida que ha sido documentada por el historiador Francisco Gracia, de la Universidad de Barcelona, en un intento de rendir homenaje a aquellos soldados forzados que trabajaron en condiciones durísimas para gloria de la arqueología franquista. "Pasaron hambre, frío y encima tenían que ir a misa los domingos", recordó ayer una vecina de L'Escala.
La llegada de Esculapio es el pistoletazo de salida de un amplio programa que se extenderá hasta marzo de 2009 para celebrar el centenario del yacimiento. Se han previsto conferencias y congresos de arqueología, y actos más populares como ciclos de teatro clásico, con una Antígona de Oriol Broggi, o un festival de músicas mediterráneas. Empúries es la primera colonia griega de la Península, fundada en el siglo VI antes de Cristo como asentamiento comercial. En el siglo II antes de Cristo los romanos también construyeron un gran enclave. Las excavaciones se iniciaron en marzo de 1908 y siguen en la actualidad. Los expertos consideran que sólo están al 25%.
Natalia Iglesias, El dios Esculapio vuelve a su casa de Empúries, El País, 16 de marzo de 2008