'La Corte del rey Arturo' de Magdalena Abakanowicz

La Corte del rey Arturo protege el Palacio de Cristal de El Retiro (Madrid) hasta el 16 de junio de 2008. Los caballeros esquemáticos, confeccionados con planchas de acero soldadas por la artista polaca Magdalena Abakanowicz, recrean el ideal fantástico de guerra en contra de los conflictos que afectan por igual a civiles y soldados.

La exposición depende del Museo Reina Sofía y, según su director, Manuel Borja-Villel, el espacio ha sido escogido porque "el Palacio de Cristal de El Retiro refleja la voluntad de ingeniería, modernidad y creencia en el progreso de los siglos XIX y XX con el contraste de la naturaleza que lo rodea".

Como la obra de Abakanowicz, piensa el director, porque tiene "algo de artesanal, antiingenieril y cuestiona el progreso utópico que ha llevado a desastres como las dos guerras mundiales". Al fin y al cabo, la artista nacida en Falenty, Polonia, en 1930, padeció la II Guerra Mundial y la opresión soviética.

Las esculturas están cubiertas por una carpa de tela blanca confeccionada por la misma Abakanowicz. La escultora, mientras paseaba entre sus obras antes de su discurso, pedía a un cámara que no se olvidara de grabar hacia arriba para no perder detalle de como la luz del sol proyectaba las sombras de la estructura metálica sobre la enorme tela, como una envolvente vidriera inmaculada.

La intención de Abakanowicz es "experimentar con la luz y el espacio". Así, pretende crear "un espacio a partir de la estructura y la imaginación humana para crear un entorno que dé vida a las esculturas". Ahora, por primera vez, señala, "las figuras están paradas, pero en movimiento, como en una especie de danza".

Las líneas rectas también surcan los cuerpos de los caballeros como cicatrices producidas por las soldaduras. Sus formas esquemáticas crean cuerpos huecos y, a pesar de su aspecto de recortable, el acero inoxidable con que están creadas les aporta contundencia y energía. Su aspecto fantástico confunde las formas humanas con las de animales, dragones y árboles. 11 figuras en total, de entre dos y tres metros de alto elaboradas en los últimos dos años, se disponen en elipse (la mesa redonda cambia por necesidades del recinto) en torno a los frágiles 'Bambini'.

La serie 'Bambini' está compuesta por 90 esculturas de niños descabezados, moldeadas con imperfecciones de hormigón y resina. Dispuestos en fila de dos y tan quebradizos que da la sensación que con un leve toque van a caer como fichas de dominó. Por suerte, están protegidos por los caballeros de la mesa redonda en un intento de mezclar la realidad objetiva con los sueños fantásticos de artefactos metálicos y de naturaleza.

Experimentar con el entorno

La muestra de la exposición, dispuesta en una única sala, es una continuación en la experimentación de la artista con materiales para sus esculturas. Desde que abandonó los pinceles de la Escuela de Arte de Varsovia en los cincuenta comenzó a tantear las texturas a partir de textiles. Después, en los setenta, vendrían las cuerdas y los nudos y los 'Abakanes' (nombre derivado de su apellido, porque había que inventar un nombre para lo que estaba creando), es decir, composiciones tridimensionales de fibra cuyo descubrimiento marcó toda su producción posterior.

Con el cambio anunciaba el interés por la naturaleza humana y la reflexión existencial que más adelante compondría a partir de otros materiales (más contundentes) como la piedra, ('Negec'), el bronce (docenas de cabezas de animales y autorretratos en 'Encarnaciones'), madera ('Troncos') y, ahora, acero inoxidable.


'La Corte del rey Arturo' de Magdalena Abakanowicz. En el Palacio de Cristal de El Retiro (Madrid), desde el 13 de marzo al 16 de junio. Entrada gratuita. Horario: lunes a sábados, de 10.00 a 18.00 horas. Domingos a festivos, de 11.00 a 16.00 horas. Martes, cerrado. Teléfono: 91 574 66 14.

LA CORTE DEL REY ARTURO

Arturo nace de la unión ilícita del rey Uther Pendragon con la esposa del duque Tintagel. Merlín lleva al pequeño con sir Héctor para que lo críe mientras el mago lo instruye en su sabiduría. A los 16 años viaja a Londres donde la espada Excalibur está atrapada entre mármol. Quien la sacara sería por derecho rey de Inglaterra, sumida entonces en el caos. Arturo, sin ser todavía caballero, logra la hazaña.

Luis Cano, Esculturas de acero de 'La Corte del rey Arturo' contra los daños colaterales, El Mundo, 12 de marzo de 2008