¿El fin de la especulación?

Las últimas subastas de las firmas internacionales se han movido entre lo sobresaliente y lo exiguo con vaivenes significativos, pues lo mismo se adjudicaban el 98 por 100 de los lotes ofertados que la mitad, si bien es cierto que se cubrían las pujas más elevadas. Esto significa que los coleccionistas no se han dejado deslumbrar por los nombres sino por las obras, porque la crisis mundial cambia el mercado del arte pero no lo debilita aunque, según datos de la Feria de Basilea -uno de los termómetros más fiables del arte contemporáneo- los precios han disminuido en torno al 20 por 100.

Matisse ha superado records a pesar de la crisis


Este ajuste de cotizaciones tuvo su cifra más negativa en la subasta de mayo de impresionistas y modernos de Sotheby's que generó 40 millones de euros sobre una modesta previsión de 60 millones, a distancia sideral de los 155 millones recaudados en la licitación de 2008. Un ajuste que, según los expertos, permitirá al mercado despojarse de los especuladores.

En nuestro país, un mercado emergente que representa entre el 2 y el 3 por 100 del negocio artístico del planeta, la clara contracción de las ventas se ha llevado por delante la cita más importante de las subastas domésticas, la que Christie's celebraba en Madrid en octubre, que no tendrá lugar en 2009, cuando en algunas de esas sesiones llegaron a recaudarse más de 15 millones de euros.

El techo del mercado artístico de este año se produjo en febrero cuando se ponía a la venta la colección Saint Laurent-Bergé que sumó 373 millones de euros, colocando a la cabeza Les coucous, tapis bleu et rose, una naturaleza muerta de Matisse fechada en 1911 que se remató por 32 millones de euros. El segundo puesto fue para la escultura de Brancusi, Retrato de Madame L.R., adjudicada en 26 millones de euros. únicamente no consiguieron pujas tres de los 300 lotes ofertados, entre ellos un cuadro de Picasso estimado en 23 millones.

Uno de los registros más jaleados mediáticamente fue el de una de las copias realizadas por Degas de Petite danseuse de quatorze ans (Pequeña bailarina de catorce años), realizada en cera entre 1879 y 1881, es la única pieza tridimensional exhibida públicamente en vida del maestro impresionista, y alcanzó los 15 millones de euros. La pieza, que fue fundida en bronce posteriormente y mide poco más de un metro, superó el precio estimado de entre 10 y 13 millones de euros. Además, la pequeña bailarina pulverizó el anterior récord de una escultura del creador francés: los 12 millones de euros pagados por La bailarina de ballet en 1999 en Sotheby's Nueva York. Curiosamente, el fiasco de la temporada se lo llevó también una escultura, El Gato, de Giacometti, que no encontró pujadores.

En la subasta de la colección de mobiliario de Christie's, los responsables quedaron asombrados cuando una butaca de la diseñadora de origen irlandés Eileen Gray (1878-1976) llegó a los 21,9 millones de euros, una revalorización del 1000 por 100, ya que la estimación se situaba entre 2 y 3 millones.

El 9 de julio Sotheby's marcó un hito en Londres para la obra de José de Ribera: su tela, Prometeo, se vendió por 4.450.118 euros. Ocho coleccionistas interesados pujaron animadamente triplicando la estimación anterior a la venta que oscilaba entre 900.000 y 1.300.000 euros.

Carlos García-Osuna: ¿El fin de la especulación?, El Mundo / El Cultural, 31 de julio de 2009