El Hermitage advierte de los daños producidos por el ruido

El famoso museo del Hermitage de San Petersburgo está muy preocupado por la moda de organizar conciertos de rock a sus puertas, en la Plaza del Palacio, hacia la que dan las ventanas de salas con valiosas pinturas. De ahí que estén midiendo desde hace un tiempo el ruido que hacen los conciertos para estudiar el posible daño que éste puede causar en las obras de arte.

Turistas pasean frente al Palacio de Invierno, el edificio principal del Museo Hermitage de San Petersburgo.- AP

La última medición fue realizada durante el concierto de Madonna, celebrado el pasado domingo. Verdad es que ella no batió el récord de ruido, que llegó a un máximo de 106,4 decibelios en la plaza y unos 80 en el museo con las ventanas cerradas. La investigación se está realizando conjuntamente por el Hermitage, el Centro Ruso de Restauración de Bellas Artes y la empresa Electropribor. Sus primeros resultados indican que incluso con un mínimo de 10 conciertos al año, cada cuadro envejecerá en un año adicional a causa de los perjudiciales decibelios.

Los equipos de sonido que se utilizan en los conciertos y en otros actos públicos que se realizan en la Plaza del Palacio conducen a una fuerte vibración de los cristales de las ventanas del museo, lo que aumenta el peligro que constituyen ruidos por encima de los 88 decibelios, explican los funcionarios del Hermitage. "La influencia del ruido es especialmente grave para los cuadros. Las oscilaciones físico-mecánicas de los lienzos, junto con la acción combinada del oxígeno, la luz y las variaciones de humedad contribuyen a que penetren rápidamente los vapores de agua junto con contaminantes en la estructura de los materiales y conduce a un envejecimiento más rápido de los cuadros", se dice en una nota divulgada por el Hermitage en la que expresa su preocupación por la celebración de semejantes eventos en la Plaza del Palacio.

La cantante estadounidense Madonna en concierto del parque Belavista de Lisboa (Portugal) dentro de su gira mundial 'Sticky and Sweet'

El Hermitage es uno de los primeros museos que se ha preocupado por la defensa de sus obras y edificios de los impactos acústicos, y ha elaborado criterios especiales que deben cumplir los organizadores de conciertos en la Plaza del Palacio.

Cuando en 2007 los Rolling Stones dijeron que el sonido durante su concierto alcanzaría los 115 decibelios, el ingeniero principal del museo, Alexéi Bogdánov, protestó y dijo que eso no se podía permitir, ante todo porque producirá dolor a los oyentes, pero también porque semejante ruido representa un gran peligro para los lienzos y el mismo edificio del Hermitage. Mijaíl Piotrovski, director del museo, dijo que había dado su visto bueno para el concierto de Madonna y para los anteriores que se han realizado, porque San Petersburgo "carece de un gran estadio" donde puedan transcurrir estos espectáculos masivos. Según Piotrovski, el Hermitage puede permitir "no más de dos grandes conciertos al año sin perjuicio para los monumentos y museo".

Rodrigo Fernández, Moscú: El Hermitage advierte de los daños producidos por el ruido, El País, 4 de agosto de 2009