El Museo Dalí invierte más de 40 millones en la "operación rescate"
La Fundació Gala Dalí de Figueres ha invertido más de 40 millones de euros en los últimos dieciocho años, habiendo adquirido 35 óleos, más de 200 dibujos, 39 joyas, 2 esculturas y 50 litografías. Este dinero forma parte de los recursos propios de la institución, resultado de la venta de entradas, de los derechos de autor, de los ingresos de la tienda del museo y de las exposiciones.
Bañistas del Llaner (1923). Podrá verse a partir de este mes en el Museu Dalí / LVE
El cuadro por el que se ha pagado un precio más alto es La nariz de Napoleón, transformado en una mujer encinta, que pasea su sombra melancólica entre las ruinas originales (1945), que costó cuatro millones de euros y que fue comprado a un particular en Ginebra. La primera adquisición fue La apoteosis del dólar (1965) y las dos últimas obras incorporadas a su colección permanente en los últimos días, La playa del Llaner (1923) y Primer retrato de Gala (1931), han sido compradas a un ciudadano mexicano (anteriormente fue propiedad del empresario Josep Ensesa) y a Sotheby's, tras una puja que alcanzó los 542.000 dólares.
Ramon Boixadós, presidente de la Fundació Gala Dalí, asegura que en el futuro mantendrán la misma política de incremento del fondo museístico: "Hoy no se puede conocer ni entender la obra ni la figura de Dalí sin visitar el museo de Figueres y, para que ello fuera así, en los últimos 18 años hemos hecho un esfuerzo para completar el Dalí surrealista que está más presente. Pero ahora, gracias a las nuevas adquisiciones, se puede conocer mejor también al Dalí diseñador de joyas, al dibujante, al escritor, al escenógrafo o al cineasta."
El centro es mucho más interesante que como quedó tras el reparto de la herencia de artista entre el Museo Reina Sofía y el Museo Dalí, en la que el primero tuvo prioridad en la elección de las obras, tras el último testamento -que cambiaba los criterios de los anteriores- que donaba toda su colección al Estado. Afortunadamente, entonces era ministro de Cultura Jorge Semprún, que entendió que había cuadros y materiales suficientes para que el museo de Madrid y el de Figueres pudieran tener un fondo atractivo para los visitantes.
Montse Aguer, directora del Centre d'Estudis Dalinians, explica cuales fueron los criterios para la adquisición: "Inicialmente nos centramos en obras del periodo entre 1926 y 1948, sin menospreciar telas u objetos interesantes de otras etapas posteriores. En 2002 pudimos obtener El sentimiento de la velocidad, que es un óleo surrealista espléndido, donde aparecen símbolos dalinianos como el reloj o el zapato de mujer, aunque a mi me gusta otro cuadro de esta etapa, Guillermo Tell y Gradiva, conseguido unos años antes, con una explicita carga erótica que impacta."
Uno de los cuadros que la Fundació más ha perseguido para que engrosara su colección es Muchacha de Figueres (1926), en la que se ve a una mujer haciendo bolillos en una terraza, con el paisaje de Figueres enfrente. El óleo figuraba en la exposición Dalí, años jóvenes y fue cedido para la muestra por un holding suizo. "Dalí nos había pedido en los últimos años que recuperáramos este cuadro por el que sentía un cariño especial y pusimos todo nuestro empeño en ello. No fue fácil, pero finalmente logramos hacernos con él tras una compleja negociación," afirma Antoni Pitxot.
Estudio para Mi mujer desnuda (1945). Bello boceto de Gala realizado en tinta roja / LVE
Otra obra que la fundación ha tenido ocasión de incorporar es el retrato en tinta china y yeso que hizo Dalí de Sigmund Freud en 1937, apenas unos meses antes de que el artista fuera recibido en Londres por el padre del psicoanálisis, quien, a pesar de tener poca fe en los surrealistas cuando hablaban de las pinturas del inconsciente, se fascinó con el pintor catalán, cuyos fantasmas venían a corroborar todas y cada una de sus teorías.
La adquisición que ha supuesto un mayor desembolso para la Fundació Gala Dalí ha sido la colección de joyas Owen Cheathan, compuesta por 30 piezas y 27 dibujos originales sobre papel del artista ampurdanés. Por la misma se pagó hace diez años el equivalente a 5.400.000 euros y la ardua negociación no se cerró hasta que el presidente Boixadós viajó a Tokio, a fin de tratar directamente con los responsables de tres entidades japonesas.
La colección, que se expone en el museo de Figueres, incluye joyas de oro y platino, con engarces de piedras preciosas como diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros, aguamarinas, topacios así como perlas de gran calidad.
Màrius Carol, Barcelona: El Museo Dalí invierte más de 40 millones en la "operación rescate", La Vanguardia, 31 de julio de 2009
Bañistas del Llaner (1923). Podrá verse a partir de este mes en el Museu Dalí / LVE
El cuadro por el que se ha pagado un precio más alto es La nariz de Napoleón, transformado en una mujer encinta, que pasea su sombra melancólica entre las ruinas originales (1945), que costó cuatro millones de euros y que fue comprado a un particular en Ginebra. La primera adquisición fue La apoteosis del dólar (1965) y las dos últimas obras incorporadas a su colección permanente en los últimos días, La playa del Llaner (1923) y Primer retrato de Gala (1931), han sido compradas a un ciudadano mexicano (anteriormente fue propiedad del empresario Josep Ensesa) y a Sotheby's, tras una puja que alcanzó los 542.000 dólares.
Ramon Boixadós, presidente de la Fundació Gala Dalí, asegura que en el futuro mantendrán la misma política de incremento del fondo museístico: "Hoy no se puede conocer ni entender la obra ni la figura de Dalí sin visitar el museo de Figueres y, para que ello fuera así, en los últimos 18 años hemos hecho un esfuerzo para completar el Dalí surrealista que está más presente. Pero ahora, gracias a las nuevas adquisiciones, se puede conocer mejor también al Dalí diseñador de joyas, al dibujante, al escritor, al escenógrafo o al cineasta."
El centro es mucho más interesante que como quedó tras el reparto de la herencia de artista entre el Museo Reina Sofía y el Museo Dalí, en la que el primero tuvo prioridad en la elección de las obras, tras el último testamento -que cambiaba los criterios de los anteriores- que donaba toda su colección al Estado. Afortunadamente, entonces era ministro de Cultura Jorge Semprún, que entendió que había cuadros y materiales suficientes para que el museo de Madrid y el de Figueres pudieran tener un fondo atractivo para los visitantes.
Montse Aguer, directora del Centre d'Estudis Dalinians, explica cuales fueron los criterios para la adquisición: "Inicialmente nos centramos en obras del periodo entre 1926 y 1948, sin menospreciar telas u objetos interesantes de otras etapas posteriores. En 2002 pudimos obtener El sentimiento de la velocidad, que es un óleo surrealista espléndido, donde aparecen símbolos dalinianos como el reloj o el zapato de mujer, aunque a mi me gusta otro cuadro de esta etapa, Guillermo Tell y Gradiva, conseguido unos años antes, con una explicita carga erótica que impacta."
Uno de los cuadros que la Fundació más ha perseguido para que engrosara su colección es Muchacha de Figueres (1926), en la que se ve a una mujer haciendo bolillos en una terraza, con el paisaje de Figueres enfrente. El óleo figuraba en la exposición Dalí, años jóvenes y fue cedido para la muestra por un holding suizo. "Dalí nos había pedido en los últimos años que recuperáramos este cuadro por el que sentía un cariño especial y pusimos todo nuestro empeño en ello. No fue fácil, pero finalmente logramos hacernos con él tras una compleja negociación," afirma Antoni Pitxot.
Estudio para Mi mujer desnuda (1945). Bello boceto de Gala realizado en tinta roja / LVE
Otra obra que la fundación ha tenido ocasión de incorporar es el retrato en tinta china y yeso que hizo Dalí de Sigmund Freud en 1937, apenas unos meses antes de que el artista fuera recibido en Londres por el padre del psicoanálisis, quien, a pesar de tener poca fe en los surrealistas cuando hablaban de las pinturas del inconsciente, se fascinó con el pintor catalán, cuyos fantasmas venían a corroborar todas y cada una de sus teorías.
La adquisición que ha supuesto un mayor desembolso para la Fundació Gala Dalí ha sido la colección de joyas Owen Cheathan, compuesta por 30 piezas y 27 dibujos originales sobre papel del artista ampurdanés. Por la misma se pagó hace diez años el equivalente a 5.400.000 euros y la ardua negociación no se cerró hasta que el presidente Boixadós viajó a Tokio, a fin de tratar directamente con los responsables de tres entidades japonesas.
La colección, que se expone en el museo de Figueres, incluye joyas de oro y platino, con engarces de piedras preciosas como diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros, aguamarinas, topacios así como perlas de gran calidad.
Màrius Carol, Barcelona: El Museo Dalí invierte más de 40 millones en la "operación rescate", La Vanguardia, 31 de julio de 2009